—Yingying, apúrate y sal, no te necesitamos aquí —dijo Li Yifei, en su intento de probar su punto una vez más, rodeó con su brazo el hombro de Xu Yingying y la empujó hacia la puerta.
Con una lucha refleja, Xu Yingying miró hacia afuera, luego torció su cuerpo y dijo:
—Está bien, me voy, atiende tus asuntos —Luego salió rápidamente.
La reacción de Xu Yingying confirmó una vez más la especulación de Li Yifei: ella no le gustaba y no quería realmente estar con él.
Dado que Xu Yingying no albergaba afecto real por él, Li Yifei fácilmente discernió su propósito—sus acciones aún eran sobre Xu Shanshan. Como a Xu Shanshan le gustaba él, Xu Yingying no quería que tal escenario se desarrollara. No era que pensara que Li Yifei no era lo suficientemente bueno, sino que, tener esa situación en casa era simplemente demasiado incómodo. Primero su novio, luego el de su hermana—no había cómo explicarlo a los padres.
