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—Pero ese día realmente no teníamos una relación, así que no tienes que ser responsable por mí; no tienes que casarte conmigo de verdad.
—Li Yifei colocó su mano en la pierna de Xu Yingying, frotándola suavemente mientras decía:
—No negaré que si no hubiéramos hecho eso ese día, no seguiría manteniendo este matrimonio contigo.
La cara de Xu Yingying se volvió inmediatamente algo desagradable.
—Pero esto no se trata de nuestros sentimientos; es solo que mis sentimientos no estaban resueltos, y todavía está Ye Yunzhu, Su Yiyi —son problemas que no puedo evitar. Para ser tu esposo, necesito mantener una mentalidad de esposo, pero fue demasiado precipitado. Necesito algo de tiempo.
—¿Quieres decir que solías... gustarme? —preguntó Xu Yingying nerviosamente, sin parecerse en nada a una jefa y más a una niña pequeña temerosa de perder algo.
