—Hermana Fangqing, ven a mi casa esta noche, tengo algo sobre lo que quiero hablar contigo... Sí, puedo volver en media hora, solo ven cuando estés lista —dijo Xu Yingying colgando el teléfono y se volvió hacia Li Yifei con una mirada de suficiencia—. ¿Qué tal eso? ¿No deberías estar agradeciéndome? Incluso proporciono una habitación para ti, ahorrándote el costo de un hotel.
—Li Yifei forzó una sonrisa y respondió:
—Jefe, ¿no te has dado cuenta de que tus buenas intenciones están haciendo más mal que bien?
—¿Qué quieres decir con buenas intenciones haciendo mal? —Xu Yingying miró a Li Yifei desafiante y replicó—. Sé cómo sois, queriendo irse de rositas después de divertirse sin asumir responsabilidades. Déjame decirte, eso no va a pasar. Fangqing es mi amiga cercana, y acaba de ser lastimada, no dejaré que la lastimes más.
—Todo estaba bien tal como estaba, pero al meterte tú así, podrías terminar lastimándola de verdad —replicó Li Yifei.
