—Maestro Xu, um... yo... mi cuerpo se siente tan caliente... allí abajo... me pica, es tan... tan incómodo... —Mientras insertaba una aguja de plata tras otra, Liu Piaopiao no podía evitar gemir y sollozar, su pequeña cara enrojeciendo como si estuviera recibiendo estímulos intensos.
—No tengas miedo, noté que tenías el vientre frío, así que usé las agujas de plata para ajustarlo por ti, pronto te sentirás mejor. Con este tratamiento, no tendrás dolores de estómago durante tu período —expliqué mientras giraba la aguja de plata.
—Pero... realmente me pica por dentro, um...mmm... —Sin embargo, sus reacciones se volvieron más y más pronunciadas, incluso sus piernas comenzaron a frotarse inconscientemente una contra la otra, como si eso pudiera darle algún alivio.