No pude evitar usar mis dientes para morder suavemente su melocotón.
—¡Ah!
El cuerpo de Liang Lu se sacudió hacia arriba, mordiéndose los labios con fuerza, su cuerpo temblando intensamente por la fuerte reacción. Especialmente abajo, con espasmos, podía sentir más humedad secretándose, empapando su ropa interior.
Pensando en la estrechez de Liang Lu abajo, mi deseo alcanzó su cima, queriendo urgentemente entrar en su cuerpo para sentir el placer definitivo.
—Mmm... Maestro Xu, se siente tan bien... es tan picante allí abajo —musitó ella—. Yo... Yo quiero hacerlo contigo... apúrate, más rápido... mmm...
Liberé su capullo, limpiando la mancha de leche de la esquina de mi boca, luego mis dedos siguieron el borde de su ropa interior, sondando lentamente por dentro. Acariciando suavemente a lo largo de la grieta blanda y resbaladiza.
—Hermana Lu, estás totalmente empapada, ¿a menudo piensas en hacer ese tipo de cosas? —pregunté con una sonrisa burlona.
