—Maestro Xu, lo siento mucho, realmente malinterpreté la situación hace un momento. Al ver a la chica así, pensé... —dijo ella.
—Lo siento, estaba equivocado —aceptó con contrición.
Liu Piaopiao frunció el ceño, con la cara llena de culpa, pareciendo a punto de llorar.
Al verla así, en realidad me sentí un poco conmovido.
Para ser honesto, Liu Piaopiao era ciertamente atractiva, pero siempre tenía una cara seria, apareciendo fría, creando una sensación de distancia.
Sin embargo, este comportamiento coqueto tenía un encanto propio.
—Ya basta, no necesitas explicar más. Sé que siempre me has mirado por encima del hombro, pensando que no soy más que un lobo con piel de cordero —la interrumpí.
—Tampoco necesitas disculparte, quizás lo que dijiste antes era tu verdadera opinión de mí —continué.
—Además, no somos nada el uno para el otro, ¿realmente necesitas preocuparte tanto por mis sentimientos? —pretendí estar muy enfadado, hablando con una cara llena de sarcasmo.