Chapter 4 - cap 4

naegi se puso a conversar con asahina y ogami , asique tu mensaje era algo sobre tu dojo ,ogami asintio lamento todo esto inconvetinetes ya que yo era un topo umm bueno eso no importa ahora todos debemos conversarlo con los demas la grna mayoria se lo tomo bastante bien despes de todo lo de mukuro era mucho mas serio que los del mismo ogami,de todo smodos naegi se puso a conversar scon touko porque estaba preoucpada pro como actuaba con togami ,asique se pso a conversar con ella touko en verdad estas ien dijo naegi estaba demiaado berviosa demasiado,asique fue as u habitacion a ahablar si lo estoy um reviso su cuarto rapidametne y vio un manuscrito un nuebvo libro touko se sonrojo no lo mires de hecho es una trama algo triste no te parece?,dice que un escritor e smas sincero en un libro que conversando con este mismo,dime touko tienes miedo a algo no a a achu, la personalidad de touko rápidamente cambio a 180 grados y la chicha vio a anegi con corazones naegi kun dijo la asesina abrazando eh hhh,naegi enegi , espera u momento tou ,llamae shio dijo la chica , luego de una explicacion asique tu lo recuerdas la gran catástrofe bueno no fue tan grande tu evitaste que ocurriera y cualquiera se matara peor asi se reprobada en los medios que paso,bueno junko intento desesperar el mundo y tu lo evitaste cada ves de una manera aun mas espectacular que la anterior bueno eso cuesta creerlo , peor porque me tienes tanto aprecio bueno , tu fuiste le primer en descubirme en saber quee ra una asesina y que apesar d eso me aceptarte incluso te arriesgaste tu pellejo mintiendole al director en su cara, eso suena como algo que haria entonces ningun recuerod ademas de eso negativo capitan bueno entonces quierade de la otor touko tambine shio sonrio claro que si,

Naegi se encontraba en una situación un tanto confusa, rodeado de las chicas que, de alguna manera, habían encontrado en él una fuente de esperanza y ternura en medio del caos que los rodeaba. Al despertar, se dio cuenta de que había una especie de competencia amistosa por su atención. Cada una de ellas tenía su propia forma de atraerlo, y él, con su habitual optimismo y un toque de ingenuidad, no entendía del todo lo que estaba sucediendo.

"¿Me perdí de algo?" preguntó Naegi, frunciendo el ceño mientras trataba de entender por qué todas lo miraban con tanto interés. Su confusión era evidente, pero eso solo hacía que las chicas se sintieran aún más atraídas por él.

"¡Naegi, tú eres mi caballero!" exclamó Sakura con una sonrisa amplia, mientras Aoi se cruzaba de brazos, mostrando una expresión decidida.

"No, no, espera. Naegi, tú y yo vamos a entrenar," dijo Aoi, tratando de tomar la delantera en esa extraña competencia. Su energía siempre había sido contagiosa, y Naegi no podía evitar sonreír ante su entusiasmo.

Kirigiri, con su habitual calma y lógica, negó con la cabeza. "No, él irá a investigar conmigo," dijo con firmeza, dejando claro que su objetivo era encontrar respuestas a los misterios que los rodeaban.

Maizono, con su encanto natural, se acercó a Naegi y le sonrió. "Perdona, Naegi, pero vamos a comer. Necesitas energía," dijo, casi como si estuviera reclamando su atención.

Naegi se sintió abrumado por la atención, pero no podía evitar sentirse halagado. Cada una de ellas tenía su propia forma de cuidar de él, y eso despertaba en él un sentido de esperanza aún más profundo. Sin embargo, no podía ignorar la tensión en el aire; era como si estuvieran compitiendo entre sí, cada una queriendo demostrar que era la más digna de su atención.

Mientras tanto, Mukuro, quien había estado observando desde la distancia, decidió unirse a la competencia. Su presencia, aunque más silenciosa, aportaba un nuevo nivel de intriga al grupo. "¿Por qué no nos unimos todos para hacer algo juntos?" sugirió, con una mirada desafiante que sugería que no estaba dispuesta a ser ignorada.

Naegi se rascó la cabeza, sintiéndose más perdido que nunca. "Eh… no sé qué pensar de todo esto," murmuró, mientras las chicas intercambiaban miradas, cada una dispuesta a hacer lo que fuera necesario para captar su atención.

En ese momento, Naegi se dio cuenta de que, a pesar de la confusión, tenía la suerte de contar con un grupo tan increíble a su alrededor. Con su optimismo característico, decidió que lo mejor sería intentar disfrutar de la situación. "Bueno, ¿qué les parece si hacemos un entrenamiento y luego comemos todos juntos?" propuso, tratando de encontrar un punto medio que pudiera satisfacer a todas.

La idea fue recibida con entusiasmo, y aunque la competencia seguía latente, al menos por ahora, Naegi había logrado unir a sus amigas en una actividad que les permitiría disfrutar de su compañía y, al mismo tiempo, fortalecer los lazos que los unían en medio de la adversidad.