Mientras caminaban por las calles de Karakura, Ichigo decidió que era el momento perfecto para presentar a Rimuru y Kaguya a sus amigos. Se detuvieron en el parque, donde sus compañeros de clase solían reunirse después de la escuela.
—¡Hey, chicos! —gritó Ichigo, atrayendo la atención de sus amigos—. ¡Vengan aquí! Quiero que conozcan a unos nuevos amigos!
De entre la multitud, surgieron Orihime Inoue y Uryu Ishida, quienes se acercaron con curiosidad. Orihime, con su característico cabello naranja, sonrió ampliamente.
—¡Hola! Soy Orihime! —dijo, agitando la mano con entusiasmo—. ¿Son amigos de Ichigo?
—Sí, así es —respondió Rimuru con una sonrisa amigable—. Soy Rimuru, y este es Kaguya.
Kaguya asintió suavemente, observando a sus nuevos amigos con interés.
Uryu, aunque más reservado, también se presentó.
—Uryu Ishida, un placer conocerlos. Espero que estén listos para las sorpresas que este mundo puede ofrecer.
—¡Definitivamente! —exclamó Rimuru—. Estamos aquí para explorar y aprender sobre todo lo que podamos.
Orihime, emocionada, empezó a hablar sobre los lugares que podrían visitar, mientras Ichigo trataba de mantener la conversación enfocada en lo que realmente importaba: cómo podrían enfrentar las amenazas que acechaban en el mundo de los Shinigami.
—La verdad es que, aunque a veces es peligroso, siempre estamos listos para luchar por nuestros amigos —dijo Ichigo, mirando a Kaguya y Rimuru—. Y con ustedes en nuestro equipo, sé que podremos enfrentar cualquier cosa.
Rimuru asintió, sintiendo una conexión instantánea con ellos. Con un grupo tan diverso y talentoso, las aventuras que les esperaban serían épicas. Y así, con nuevas amistades y un futuro lleno de posibilidades, comenzaron su viaje juntos en el emocionante mundo de "Bleach".
Rimuru, con su naturaleza juguetona y traviesa, estaba siempre en busca de nuevas aventuras y, por qué no, de nuevas formas de divertirse. Un día, mientras exploraba un nuevo mundo, se encontró con Yoruichi Shihouin, la famosa ex capitana de la Sociedad de Almas.
Al verla, Rimuru no pudo evitar sonreír. "Vaya, parece que he encontrado a alguien interesante", pensó. Se acercó a ella con su habitual desparpajo.
"Hola, Yoruichi-san. ¿Te gustaría hacer una carrera? Dicen que eres muy rápida, pero creo que podría sorprenderte", dijo Rimuru con un guiño, sabiendo que su habilidad para transformar su cuerpo le daría una ventaja considerable.
Yoruichi, sorprendida por la audacia del pequeño slime, solo pudo reír. "¿De verdad crees que puedes ganarme? Tendrás que esforzarte más que eso", respondió con una sonrisa divertida, aunque sintió que su rostro se sonrojaba un poco ante la atención.
Rimuru, viendo el ligero rubor en sus mejillas, decidió aprovechar la situación. "Oh, ¿te sonrojas? No sabía que eras tan fácil de molestar", dijo con una risa juguetona. "Quizás debería hacer esto más a menudo."
Yoruichi, intentando mantener su compostura, se cruzó de brazos y lo miró con una mezcla de desafío y diversión. "No pienses que voy a dejar que me molesten tan fácilmente. ¡Prepárate para una lección!", exclamó mientras se preparaba para demostrar su velocidad.
Así comenzó una serie de divertidas interacciones entre Rimuru y Yoruichi, donde él la molestaba con bromas suaves y ella respondía con una mezcla de risas y desafíos, disfrutando de la compañía del otro. Aunque Rimuru estaba decidido a seguir molestándola, también había un respeto mutuo que hacía que su relación fuera aún más divertida.
Al final del día, ambos se dieron cuenta de que habían encontrado un nuevo amigo, y aunque Rimuru continuaría buscando la manera de sacarle una sonrisa a Yoruichi, había algo especial en los momentos que compartían, llenos de risas y complicidad.