Cuando apenas tenía 5 años de edad, recuerdo cómo mis padres admiraban al cielo y las estrellas… un universo interminable, lleno de misterios. Parecía que ellos creían de manera encarecida en la posibilidad de vida en otros mundos, sin embargo, ellos no eran los únicos que creían en eso.
En el año 2450, se creó una iniciativa a la que el gobierno mundial llamó: "Iluminando el bosque oscuro."
Esta iniciativa constaba en enviar una señal por medio de hiper satélites en diferentes direcciones para tratar de comunicarnos con alguna civilización fuera de nuestro planeta e intentar tener relaciones diplomáticas con ellos.
Las potentes señales se enviaron en repetidas ocasiones durante un año entero sin ninguna respuesta. A pesar de que nuestra tecnología podía hacer que la señal viaje a miles de años luz en un corto periodo de tiempo, no recibimos nada.
Nuestra gente se desilusionó mucho, por lo menos a algunos cientos de miles de años luz de nuestro planeta no había ninguna civilización a nuestro nivel. O eso era lo que pensaba todo el mundo hasta que eso ocurrió.
En el año 2452, los medios avisaron al mundo del avistamiento de un pequeño meteorito que cayó cerca de la bahía de ciudad Onion.
Las autoridades locales tomaron la iniciativa de investigar el lugar junto a un grupo de científicos con el fin de identificar el objeto que había atravesado las defensas del planeta y tal vez, solo tal vez, esta fuera la señal de otra civilización que nos avisaba de su existencia. Lo que sucedió después, fue un evento al que el gobierno de los Cirar conoció como "El día Y."
Tras un par de horas de investigación, de manera repentina del meteorito salieron garras, dientes y extremidades que acabaron con la vida de todas las personas que fueron al lugar con la intención de investigar.
Han pasado 25 años desde aquel día en que el primer monstruo apareció en la ciudad Onion. Era un monstruo pequeño, de unos 20 metros de altura, robusto, con duras placas cubriendo la mayoria de su cuerpo como una armadura, era una criatura con una apariencia similar a la de un armadillo o un pangolin.
Nadie esperaba que en ese día tan hermoso miles de personas inocentes fallecieran a causa del repentino ataque de una bestia sedienta de sangre y destrucción. Atravesaba con facilidad y sin ningún daño los edificios, partía el acero como mantequilla con sus poderosas embestidas. Aplastaba y trituraba a las personas sin ningún tipo de resentimiento para luego comerlas.
Para cuando la guardia nacional mató al monstruo algunas horas más tarde, la mitad de la ciudad estaba hecha trizas y casi cien mil vidas se habían perdido.
Fue en ese momento en el que el gobierno mundial de dio cuenta de que tal vez la iniciativa "Iluminar el bosque oscuro." No era del todo viable, sin embargo, a pesar de que el proyecto se canceló, el daño ya estaba hecho.
Un año después del día Y, cuando todos pensábamos que el anterior había sido un ataque aislado, otro meteorito cayó en la ciudad Grape. Esta vez había emergido un monstruo con la forma de un pez, contando con un torso alargado y muchas patas alargadas, pero más similares a las de un ciempiés que las de una araña, su boca se parecía la de un gusano, pero llena de dientes.
Ese día, el monstruo atacó sin cuartel y masacró a cientos de miles de habitantes. A pesar de que la guardia nacional trató de mantenerlo a raya con las armas de energía convencionales como en el anterior caso, este monstruo que superaba los 30 metros de altura, aguantó dando batalla a la guardia por más de 6 horas seguidas, dejando un saldo de casi medio millón de bajas a su favor.
La gran ciudad Grape, que solía ser de gran valor turístico, ahora se encontraba en un estado deplorable y los sobrevivientes estaban traumatizados en el mejor de los casos.
El gobierno mundial se dió cuenta de que esto no iba a detenerse hasta que uno de los dos bandos fuera exterminado y no mucho tiempo después de esto, se les empezó a dar un nombre en común a esos monstruos. Se les denominó con el nombre de "Yukai" que en la lengua antigua Cirar significa: "Destructor"
11 meses después se dio otro ataque, luego 10 meses, luego otro año más tarde. Los monstruos seguían llegando y cada vez parecía que se adaptaban a nuestras armas, se volvían más grandes e incluso había veces que parecían demostrar mayor inteligencia al pensar mejor en sus ataques.
El gobierno mundial mejoró las armas y construyó armaduras para fortalecer a las guardias nacionales del mundo, sin embargo, con cada ataque, parecía que nos estábamos quedando un paso atrás, estábamos perdiendo la guerra.
Pasaron 4 años desde el primer ataque Yukai y el gobierno mundial, junto con sus científicos, no tenían idea de cómo bestias con cuerpos tan grandes podían mantenerse en pie y no rompían sus huesos por la presión de su titánico peso, ni sabían el cómo conseguían la energía para mover sus cuerpos o incluso cómo era que regulaban su temperatura o cómo conseguían mantener su flujo sanguíneo.
Era biológicamente imposible que esas criaturas existieran, pero las bestias estaban ahí, No había duda de que esas cosas podían mantenerse en pie y ser rápidos a pesar de tener un cuerpo tan grande, eran una aberración total para todos los avances en el campo de la biologia en nuestro planeta.
Habiendo tomado muestras de los monstruos y estudiando su fisionomía, se dieron cuenta de algunas cosas curiosas:
Lo primero que notaron fue que sus huesos eran bastante anchos y no eran de cartílago como en nuestro caso. Estaban hechos de un material más duro que el acero. Lo más sorprendente fue que en el interior de los huesos residía un líquido no newtoniano.
Cuando a los huesos se le ejercían distintos tipos de presión, el interior del hueso podría volverse blando, gelatinoso o duro, lo cual hacía que dicha presión se propague y genere energía que posteriormente sería distribuida y usada por los tendones y ligamentos del Yukai.
Esto explicaba como criaturas tan grandes lograban mantenerse en pie, caminar, esprintar, escalar e incluso saltar sin destruir sus huesos en el proceso; también explica el cómo a pesar de ser tan grandes no necesitan tanta energía para moverse, ya que el mismo movimiento les genera energía que es usada para moverse de manera constante sin agotarse tan pronto.
Se descubrió que tienen más de un corazón en diferentes puntos de su cuerpo, lo que les permitía mover su sangre por su cuerpo sin preocupaciones. Al mismo tiempo, también se descubrió que su sistema digestivo posee ácidos sumamente corrosivos a los que su cuerpo no le afecta, pero eso les permitía comer cualquier cosa, incluyendo cosas como la piedra, el concreto, el metal, la carne, los árboles, lo que sea. De tal manera que conseguir energía a través del alimento no era un problema tampoco para estas criaturas que constantemente se tragaban cada cosa que se les cruzaba.
Sus músculos eran distintos, sus tendones, sus huesos, su sangre, su estómago. Todo lo que sabíamos o, más bien, todas las leyes que creíamos saber estaban siendo desafiadas por estas cosas.
El primer paso para avanzar en ese momento era aceptar que no sabíamos todo y debíamos estar dispuestos a aprender aún si eso destruía años y años de conocimientos previos.
Debido a la nueva guerra que estábamos luchando, se empezó a utilizar el dermis, un mineral que fue considerado el más resistente del planeta, el cual había sido prohibido para el uso bélico hasta ese momento. Haciendo uso de la avanzada tecnología y la ingeniería del momento, tomamos los recursos del planeta para crear nuevas armas para defendernos de los Yukai que evolucionaban de manera constante. Pero no cualquier arma.
Necesitábamos máquinas que fueran capaces de contener varios tipos de armamento para luchar, pero que al mismo tiempo sean versátiles y que fueran capaces de rivalizar con el gran tamaño de los yukai.
Usando el dermis como la primera capa de defensa de los componentes internos y las partes rescatadas de los monstruos como corazas externas, creamos a los pilares de la raza Cirar. Nuestros protectores: el proyecto "Goliath".