Capítulo 2: El Cazador de Sombras
El hambre nunca desapareció. Kael caminaba por los túneles de la mazmorra, con los músculos tensos y los sentidos afilados como una navaja. Los restos de las criaturas caídas estaban esparcidos a su alrededor: una mezcla de huesos, sangre oscura y núcleos incandescentes que latían como corazones artificiales. Era un paisaje infernal, pero uno que ahora Kael llamaba hogar.
Había aprendido algo valioso tras consumir su primer núcleo: cada uno no solo lo hacía más fuerte, sino que también le otorgaba fragmentos del poder de las criaturas que mataba. Sin embargo, no era un regalo sin precio. Cada vez que consumía un núcleo, sentía algo desgarrarse dentro de él, como si estuviera dejando atrás una parte de su humanidad.
"Si esto es lo que necesito para sobrevivir, entonces no dudaré." Esa era su nueva filosofía.
Primera presa: La Esfera Gélida
La siguiente criatura apareció después de varias horas de caminar. Era un ente flotante, un globo translúcido del tamaño de un carro pequeño, cubierto de una capa de hielo que reflejaba la tenue luz de la mazmorra. Flotaba silenciosamente, pero Kael podía sentir el frío emanando de ella desde la distancia. Cada exhalación dejaba una neblina visible en el aire.
Kael decidió probar su nueva fuerza. Sin vacilar, agarró una roca afilada y se lanzó hacia la criatura. La esfera reaccionó de inmediato, girando en el aire y liberando una ráfaga de agujas de hielo que casi lo atraviesan. Una de ellas rozó su brazo, dejando un corte profundo.
"Esto no será tan fácil como antes."
Kael rodó por el suelo, evitando una segunda ráfaga, y lanzó la roca directamente hacia el cuerpo del monstruo. La roca impactó, pero apenas hizo una mella en la superficie helada. "Su núcleo debe estar adentro, protegido por el hielo."
Cambiando de estrategia, Kael corrió hacia la criatura, esquivando sus ataques con movimientos rápidos y erráticos. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, saltó hacia ella y golpeó con todas sus fuerzas usando un pedazo de metal oxidado que había encontrado anteriormente. El impacto fue suficiente para romper parte del hielo, revelando un núcleo brillante y azul.
La criatura liberó un chillido agudo y se lanzó hacia él con una velocidad inesperada, golpeándolo en el pecho y arrojándolo contra una pared. Kael sintió que el aire escapaba de sus pulmones, pero se levantó tambaleante. Con un último esfuerzo, corrió hacia la esfera y hundió el pedazo de metal directamente en el núcleo.
El monstruo explotó en una ráfaga de cristales de hielo, dejando tras de sí un núcleo que brillaba con un frío inhumano. Kael lo recogió, sintiendo el frío quemar sus dedos. Sin dudar, lo consumió.
Un frío extremo recorrió su cuerpo, pero fue acompañado de una sensación de claridad. Cuando el dolor se disipó, notó algo nuevo: podía controlar el frío. Extendió su mano y una fina capa de escarcha cubrió sus dedos. Una sonrisa torcida apareció en su rostro.
Segunda presa: El Acechador de Sombras
Continuando por la mazmorra, Kael se encontró con su siguiente desafío: un Acechador de Sombras. Era una criatura humanoide, de piel negra como el carbón, con extremidades largas y garras afiladas. Sus ojos brillaban con un rojo intenso, y cada movimiento parecía más un deslizamiento que un paso.
Kael sabía que este enemigo sería diferente. Apenas había avanzado un paso hacia la criatura cuando esta desapareció en las sombras, dejando solo un susurro detrás de él. Kael giró rápidamente, pero fue demasiado tarde. Las garras del Acechador se hundieron en su espalda, haciéndolo gritar de dolor.
"No puedo luchar contra algo que no puedo ver."
Kael apretó los dientes, canalizando el frío recién obtenido de la Esfera Gélida. Una ráfaga helada se extendió desde sus pies, cubriendo el suelo y las paredes cercanas con escarcha. Eso lo ayudó. Ahora podía ver las huellas de la criatura moviéndose en el hielo.
Cuando el Acechador se lanzó de nuevo, Kael lo esquivó y contraatacó con un golpe directo al pecho. El monstruo gruñó, pero no cayó. Se desvaneció una vez más, pero Kael estaba listo. Esta vez, levantó una pared de hielo tras de sí, obligando a la criatura a atacar de frente.
Cuando el Acechador reapareció, Kael lo atrapó con ambas manos y dirigió una corriente de frío directamente a su núcleo. La criatura se estremeció, sus movimientos se ralentizaron, y finalmente, colapsó en el suelo.
El núcleo del Acechador era oscuro y pulsante, casi vivo. Kael lo devoró y sintió un nuevo poder en su interior. Ahora podía manipular las sombras, desvaneciéndose en la penumbra como lo hacía su enemigo.
Tercera presa: El Coloso de Piedra
El próximo encuentro fue completamente diferente. El Coloso de Piedra era una criatura enorme, de más de tres metros de altura, formada completamente por rocas y tierra. Cada paso hacía temblar el suelo, y sus ojos brillaban como brasas.
Kael sabía que no podría enfrentarlo de frente. Cada golpe que el Coloso lanzaba era lo suficientemente fuerte como para partirlo en dos. Pero el tamaño de la criatura también era su debilidad. Era lento, y Kael lo usó a su favor.
Corrió alrededor del monstruo, golpeándolo con ráfagas de frío para debilitar sus extremidades. Cada vez que el Coloso intentaba aplastarlo, Kael desaparecía en las sombras, reapareciendo detrás de él para atacar su núcleo, que estaba incrustado en su espalda.
Después de un arduo combate, Kael logró trepar por el brazo del Coloso y hundir una lanza improvisada directamente en el núcleo. El gigante se desplomó, dejando un núcleo que brillaba con un intenso color marrón.
Cuando lo consumió, Kael sintió cómo su cuerpo se volvía más resistente. Ahora podía endurecer su piel como piedra, convirtiéndose en una fortaleza viviente.
La transformación
Con cada núcleo consumido, Kael se volvía más fuerte, pero también más distante de lo que una vez fue. Su cuerpo ahora era una mezcla de frío, sombras y roca. Sus ojos tenían un brillo inhumano, y sus movimientos eran más rápidos, más calculados.
Sabía que esto era solo el comienzo. Los monstruos eran cada vez más poderosos, pero también lo eran las recompensas. Con cada victoria, Kael avanzaba más profundamente en la mazmorra, preparándose para lo que vendría después.
Notas finales del capítulo: me apoyan con un comentario y un me gusta, por fa ============================================