Una semana después de cazar a la arpía fantasma, todos se reunieron en la casa de Samuel, sin embargo, esta vez los Reapers fueron un poco más que de costumbre.
— Ok. Todos tomen asiento, vamos a empezar esta reunión con algo que tiene para decirnos, mi buen amigo Croy Whitehouse – presentó Samuel al invitado.
— Gracias Samuel. Es bueno verlos a todos de nuevo… Antoinette sigues viéndote tan hermosa como siempre, aunque te guste andar con medias y chancletas. Declan el único irlandés con el que puedo tomarme unas copitas, un gusto volver a verte también y es bueno conocerte Iza - Saludó Croy Whitehouse – Bueno, suficiente charla para romper el hielo. Tengo la confirmación de un dato que podrían usar a su favor en el asalto.
Croy activó el berilo de cristal y entabló una conexión con Starn Deadwind en su oficina.
— Buenas tardes estimados. Un placer saludarlos a todos, sobre todo a ti Croy que no te veía hace tanto – saludó Starn.
— Gracias amigo, ya nos veremos pronto… Está bien empecemos. El motivo de esta reunión es para ver algunos detalles de planificación. Como dije antes, tengo nueva información… Hace una semana y media, ocurrió un altercado entre los escandinavos y los Illuminous en el puerto de conexión, tengo entendido que los escandinavos usaron de manera ilegal el puerto para transportar algo que no se supo a ciencia cierta que era, pero por su reacción parecía algo peligroso y cuando intentaron imponer el tratado marítimo de la post-guerra secreta fue cuando se desató el conflicto – contó
— ¿Se declararán la guerra? - se apuró a preguntar Samuel.
— Lo dudo y a eso quería llegar, no tengo la certeza de que querían los Escandinavos, ese tema supongo que me mandarán a averiguar, pero no creo que ellos quieran guerra ya que son muy reducidos en número y prácticamente sería un suicidio confrontarse con Illuminus… de eso se trata esta reunión. Quiero orquestar la mejor manera de aprovechar eso a nuestro favor.
— ¿Cuándo se enfrentaron y quiénes estaban a cargo de los bandos? – preguntó Declan con curiosidad.
— Esa es una buena pregunta. Mm, que recuerde, de los escandinavos una chica con nombre de anciana… Creo que se llamaba Hilda, si, si, Hilda Skarmaräth y por parte de los Illuminous la joven Lisa Myers – respondió Croy.
— ¿Lisa Myers? - se apuró a preguntar Iza con duda.
— Si, hasta ese momento solo hacía, papeleos, documentación, revisaba tratados y hacía informes, pero esta vez que la dejaron a cargo de los escandinavos y aunque no le fue tan bien en esa misión, usó muy bien su entrenamiento de soldado y se destacó como líder… todos quedamos admirados.
En ese instante Iza sintió como sus órganos en el interior se revolvían todos al escuchar aquel nombre, no podía ser real. Su amiga tenía el mismo nombre y apellido que aquella de la que estaban hablando.
Iza levantó su mano algo temblorosa, solo quería que solo fuese casualidad.
— Disculpe... Esa chica Lisa Myers de la que hablan ¿no es por si acaso, de cabello rubio teñido, alta, de mi edad más o menos que siempre usa un collar pegado a su garganta con la forma de un ojo?
— No es relevante, pero sí… la vi un par de veces y creo que el ojo del que hablas podría ser el logo de Illuminous, la mayoría son muy fieles a la organización e incluso se tatúan ese bendito ojo y bueno también la veo como de tu edad– afirmó.
No había duda, era ella, era Lisa, la misma que junto con Gabriel se habían conocido de tantos años… la cara de Iza no era de los misma que ponía al enterarse o ver cosas que lo impresionaban, esta vez era diferente y no lo podía ocultar, su rostro denotaba una fracción perturbada.
— La conoces ¿Iza? – preguntó Antoinette con curiosidad.
— E-Es mi amiga.
— Vaya ¡hasta que aporta algo interesante! – vaciló Declan.
— Entonces ¿la chica es de cuidado? - dudó Samuel.
— Lo es, pero a Lisa la enviarán a gestionar todo aquello con seguridad, así que no van a tener que lidiar con ella ni con ningún Illuminous de élite más que con el principal. Ahora con todo esto, el plan será más efectivo, confió en eso – dijo Croy motivado.
— Perfecto… Entonces, podemos hacerles creer que hay una batalla campal en dos flancos, una confrontación entre Reapers y Dragon's Fury y como dices Croy podemos aprovechar el tema de los Escandinavos una vez que lo averigües y nos lo confirmes bien y cuando ya sepamos donde, pondremos las trampas. Sabemos que Illuminus mandara a todos sus subordinados, dispersándolos por ambos frentes, de modo que aprovechando esa distracción en esas horas cruciales ¡nosotros vamos por él! – exclamó Samuel.
— Así es, o de lo contrario, digo en el peor de los casos un cuarto del batallón se quedaría en el edificio.
— Y ¿por dónde ingresamos llegada la hora? – preguntó Antoinette.
— Bien… primero hay un muro de concreto que cerca los negocios de Illuminus y hay como unos veinte de ellos rodeando el cuartel, cinco de los cuales tienen entradas ocultas. En realidad, esos negocios son fachada, un simple cascarón, yo usualmente entro en un banco por mi rango. Una vez ingresando, se recorre uno de los cinco pasillos largos hasta llegar a la puerta principal que es la única que se ve, ya que, en sí, el establecimiento es un gran edificio hecho todo con espejos, por eso pareciera que es invisible.
— ¿Como los rascacielos? - preguntó Samuel.
— En la infraestructura sí, pero es más pequeño. Yo apagaré las cámaras, y desactivaré las alarmas del muro y las del interior del edificio, pero tendrán que bardear por uno de los negocios para poder ingresar… no pude conseguir las contraseñas de esas justamente – contestó Croy.
— Okey, pero cuando ya estemos dentro ¿Por dónde empezamos? – preguntó Samuel.
— Aquí tengo los planos para que me entiendan mejor – mostró Croy chasqueando sus dedos.
El berilio en ese instante puso a Starn como en un segundo plano y mostró los planos azules del edificio en Tercera Dimensión.
— Los siete pisos hacia arriba, son de oficinas, comedor, áreas sociales y alta gerencia, en estos últimos dos pisos es donde Illuminus se encontrará, exactamente aquí (señaló), hay un salón grande donde él seguramente estará esperando recibir informes- indicaba Croy- Eso por un lado, por el otro todos los documentos y pruebas de dispositivo están abajo, en el primer piso del subsuelo… Tienen que destruir todo al respecto, hasta podrían hacer explotar todo si quisieran, porque igual el edificio está diseñado para aguantar catástrofes de buena magnitud, no creo que se caiga. Lo importante es que no quede nada – explicó.
— Ya escucharon… El plan ya es sólido, sé que podremos aguantar y retener a los Illuminous que se presenten o al menos lo suficiente como para que se realice el trabajo – aumentó Starn.
Mientras los demás Reapers estaban confiados, Iza sintió nuevamente presión y empezó a respirar más agitado. Antoinette fue la primera que lo percibió y para que no llamara más la atención, agarró su mano, se le acercó a su oído.
— Despreocúpate Iza… todo saldrá bien – le susurró delicadamente.
En ese segundo Iza se sonrojó un poco y con esa nueva sensación, la tensión se le fue.
— No olvides Starn que esa gente estará preparada para el combate, habrá soldados de buen nivel y equipados para defenderse. Ten eso en mente y avísale a tus hombres – aconsejó Croy - igual mantente atento que, si te necesito por alguna eventualidad, te llamaré directamente.
— Lo tomaré en cuenta… lo que sea que necesites te brindaré apoyo – aceptó Starn.
— Yo también por mi parte puedo cobrar ese favor que me deben los mercenarios para que se unan a nosotros, me encontré con ellos hace poco de hecho - aportó Declan.
— Muy bien. Avísanos en cuanto lo confirmes - dijo Croy.
— En este momento les enviare un mensaje… Igual pasando a otro asunto, al final ¿ya tienen idea del punto exacto dónde pondremos las trampas? – preguntó Declan.
— Yo estaba pensando en puertos - mencionó Croy.
— Pero tienen que estar alejados de su base para ganar tiempo ¿no? – comentó Samuel pensativo.
— Que tal el puerto fantasma – sugirió Antoinette.
— No, no creo que sea apto – negó Declan.
— ¿Por qué no? Está lejos y tiene un galpón enorme donde podríamos tender una trampa, además que, si todo empieza a salir mal, los demás podrían esconderse justamente donde estamos ya que más bien, este punto sería el más próximo al puerto - argumentó Antoinette.
— No es mala idea – analizó Starn pensativo.
— Pero, si todo sale mal, ellos podrían encontrar este lugar…justamente lo que tanto buscan – expresó Declan con preocupación.
— No hay problema, pondré defensas por si acaso llegaran a encontrar mi casa – comentó Samuel.
— ¿Y dónde será la otra trampa? - dudó Antoinette.
— En el puerto de conexión donde hubo el primer enfrentamiento, sería lógico, de igual forma, yo iré viendo ya mismo el tema de los escandinavos. En eso me concentraré primeramente- respondió Croy.
— Me parece bien - acordó Starn.
— Entonces ¿todos de acuerdo con lo hablado el día de hoy en esta mesa? Los que estén de acuerdo digan yo – exclamó Croy.
— ¡Yo! - dijeron todos simultáneamente. Incluso Iza que solo seguía la corriente.
— Decisión unánime, perfecto… dejaré todo listo cuando el asalto comience – anunció Croy.
— Atacaremos de aquí a un mes como máximo – indicó Samuel.
— ¡Debemos aprovechar esta oportunidad! y ¡Que la muerte sea el balance para la vida! – declamó Croy.
— Somos los únicos indicados para el fin – repitieron todos.
Iza solo escuchaba.
— Aguardaré más indicaciones ¡nos vemos! - se desconectó Starn del berilo de cristal.
— Nos mantendremos en contacto (organizó sus cosas) …Yo me tengo que ir a mis labores, Adiós amigos - se despidió Croy chasqueando los dedos.
— Te cuidas – respondió Antoinette.
— Adiós camarada. - se despidieron Samuel y Declan simultáneamente y finalmente Croy se desvaneció.
Samuel se levantó de su asiento y vio al muchacho.
— Iza, quiero decirte un par de cosas. En este mes, nosotros tres te vamos a entrenar en habilidades específicas para este asalto, si uno trabaja el otro tomara su lugar y así sucesivamente. Esta vez no será como los otros entrenamientos, eso debes entender… será mucho más fuerte, la situación lo requiere. Por otro lado, entiendo tu nerviosismo y ansiedad, sin embargo, te necesitaremos también – lo miró fijamente.
Antoinette notó que Iza había quedado afectado.
— Cuando te sientas muy agobiado avísanos y vamos a hacer todo lo posible para que sea más llevadero para ti – agregó.
Declan se acercó a los tres.
— Acabo de recibir un mensaje de nuestros amigos mercenarios, estarán disponibles en dos semanas.
— Perfecto. El apoyo tendrá apoyo. Mantente al tanto de ellos Declan - se alegró Samuel.
— Estaré al pendiente, al final fue buena idea.
— Bien ¡empecemos con el entrenamiento! – exclamó Samuel.
— Samuel ¿puedo usar tu baño? – preguntó Iza.
— Claro… ya sabes dónde queda – respondió Samuel.
Iza se dirigió hacia el baño a paso acelerado, una vez allí se mojó la cara repetidamente… la noticia de que su mejor amiga estaba en bando oponente lo estaba empezando a carcomer desde el interior y la incertidumbre de volverla a ver de frente lo complicaba más y más.
Antoinette por su lado no lo perdió de vista. En ese punto Samuel necesitaba a todos sus cercanos más seguros que nunca y ella quería evitar a toda costa otra confrontación entre ellos de manera que fue tras él.
— Iza ábreme la puerta.
— Ya saldré aguarda – dijo Iza.
— Sé que no tenías que usar el baño ¡ábreme!
Quedándose callado unos segundos después abrió la puerta con un semblante inerte.
— ¿Cómo lo supiste?
— Ya te estoy conociendo mejor, te pusiste así ni bien te enteraste de la noticia de tu amiga – respondió Antoinette.
— ¡Entra de una vez o alguien nos verá!... Samuel se disculpó conmigo por haber exagerado la vez pasada, pero aun así no quiero perjudicar a nadie con mis altibajos.
— Está bien, solo dime que te pasa – insistió Antoinette entrando y cerrando la puerta.
Sintiendo una profunda tristeza Iza se sentó en el piso totalmente afectado.
— Conozco a Lisa desde la infancia, y con mi otro amigo Gabriel, entramos a la misma universidad y a la misma carrera porque no quisimos separarnos al salir de la secundaria, sé que suena algo estúpido cuando lo digo, pero hicimos una promesa. Nadie entenderá que la noticia de que mi mejor amiga estuvo ocultando una doble identidad, es un balde de agua fría para mí y bueno a pesar de eso yo no quiero tener que enfrentarme a ella al punto de que uno tenga que matar al otro, una cosa es discutir con palabras, insultos y esas cosas normales entre amigos… pero esto… esto es totalmente diferente.
— Entiendo Iza, enserio te entiendo y quiero que sepas que haré lo que esté en mis manos, para que eso no suceda (le agarró la barbilla) Sé que es difícil para ti, que te llegó todo de golpe, pero la vida, el mundo en sí, tú mismo viste que no es lo que pensabas, hace unos meses eras un chico normal, y hoy estas apunto de tal vez convertirte en Reaper … Mira algo así yo asumo que debió sucederle a tu amiga y así como tú no les pudiste contar nada para no involucrarlos, piensa que ella estuvo en la misma situación – dijo Antoinette.
— ¿Hay alguna manera que siga siendo su amigo como antes de enterarme de esto?
— Todo será como tú quieras, dependiendo de cómo manejes y las situaciones y las decisiones que tomes.
Iza, se recompuso con un suspiro de alivio.
— Eso espero … Un momento… Gabriel… Gabriel Schmidt… ¡¿él está metido en ese grupo también?! – se exaltó nuevamente con preocupación.
— Mm, hay hombres con ese nombre, en nuestra base de datos, pero ninguno con ese apellido que yo sepa, si él estuviera quizá estaría mano a mano con Lisa ¿no lo crees?
— Si… sí tienes razón… ya que lo pienso bien, no creo que él esté implicado.
— Al menos podrás elegir continuar con su amistad, oportunidades así son muy escasas y muchos te envidiarían por eso.
Antoinette se acercó al tocador y se salpico un poco de agua en la cara y se vio en el espejo.
— Ellos me enojan, pero no quiero dejar de hablarles, eso es seguro – afirmó Iza.
— No sabes cuantas veces vi entre nosotros tomar la decisión de matar a un amigo, familia o amante o ser asesinados por ellos… jamás es fácil…
— ¿Te tocó pasar por eso alguna vez? - preguntó Iza olvidando la sutilidad.
Los recuerdos invadieron su cabeza y volvieron a ella imágenes como si fuera una película de la década de los 20 's, se vio una isla resguardada por grandes murallas. Dentro de ellas había un gran castillo con algunas casas en los alrededores. Antoinette se vio a sí misma corriendo en aquella playa… estaba feliz, de repente alguien la alcanzó y ambos cayeron al agua… sus risas resonaban sin importarles que se acababan de mojar.
Ese recuerdo lo llevo a otro donde había una caballería de varios hombres, todos ellos estaban esperando que el puente bajara para poder ingresar al reino, ella lo veía todo a través de una ventana y al voltear el rostro vio a su acompañante con una gran sonrisa y dándole un beso apasionado recordó aquellas palabras:
— Te amo brujita.
Antoinette volvió en sí y viendo una lágrima caer. Iza fue testigo por primera vez del dolor que desprendía la Reaper.
— Discúlpame Antto, yo no quería…
— No te preocupes… Seré Reaper, pero todavía tengo sentimientos humanos – interrumpió Antoinette limpiándose la lágrima.
Iza le puso su mano sobre el hombro.
— De todos modos, lo siento.
Antoinette se lavó la cara.
— Bueno. Cambiando de tema, al final, cómo te sientes al respecto a todo esto ¿sabes si esto es lo que quieres realmente?... Preguntarte eso ya suena redundante, pero por lago no te fuiste antes.
— Pues, nada es fácil de entender, es como tu dijiste, un día tienes una vida normal y al otro estás visitando otro mundo… Alguna vez vi en internet sobre la tierra hueca donde existe esa ciudad Agartha, es chistoso, pero siento que hasta algo así podría ser real y bueno otras veces todavía creo que lo estoy imaginando todo – contó Iza.
La Reaper suspiró.
— Nada nunca fue tan simple, eso es lo sorprendente del mundo real, pero ese día que el cuervo te eligió, cambió tu vida sin que lo supieras Iza.
— ¿El cuervo? (pensó uno segundos)… ¡EL CUERVO! Tienes razón, todo empezó ese día – respondió Iza recordando todo con gran asombro - Momento ¿Un cuervo me eligió? pensé que había sido Samuel - dudó.
— No exactamente, es el cuervo que elige a los mortales que podrían ser Reapers y eso paso con todos los que conociste. Él sabe quién es y quien no es digno de cumplir tan delicado papel en el balance del mundo.
— Todavía recuerdo ese día (se rascó la cabeza y sonrió un poco) en fin, supongo que de no ser así mi vida hubiera seguido igual, no había nada interesante a parte de mis juegos y amigos.
— Volvamos abajo Iza, sé que todo saldrá bien soy bruja después de todo – dijo Antoinette con orgullo y suspicacia.
— ¡Vamos! – respondió Iza sonriendo.
Ambos bajaron nuevamente a la sala.
— Antoinette, Iza, necesito su atención unos segundos, Declan se acaba de ir, pero ya sabe de todo esto – dijo Samuel viéndolos nuevamente,
Todos tomaron asiento.
— Como quedamos, mañana iniciarás con tu entrenamiento, a la vez que de ese modo entrenaremos nosotros también (mostró un pequeño cuaderno), yo tendré que salir a buscar indumentaria para el asalto en estos días, pero aquí dividí las obligaciones en tres: Defensa personal, control de energía y por último tácticas de discreción y sigilo… Iza desde que empezamos con esto, vienes entrenando un poco de los dos primeros, pero vamos a especializar, de modo que será bueno que uno de nosotros se enfoque en enseñarte una de esas habilidades particularmente – indicó Samuel.
— ¿Entrenando un poco?... claro por qué botar un litro de sudor al día es poco para el señor ¿no? - pensó Iza con ironía.
— Antoinette esta vez tú encárgate del control de energía, creo que solo tú podrás detener a Iza en caso se salga de control eres la más apta, por su parte Declan se encargará de la defensa personal y yo seré más práctico en cuanto a tácticas de discreción y sigilo.
— ¿Es buena idea que Declan esté a cargo de defensa personal? - preguntó Iza con una profunda preocupación.
— Declan tendrá su carácter, pero es un peleador increíble, así que sí, él será el encargado de esa habilidad.
— Una pregunta más ¿De qué hora a qué hora será todo esto? - dudó Iza.
— Eso lo decidirá el Reaper que te entrene, por ahora solo te pido que te marches, descanses y conmigo nos veremos en dos días - dijo Samuel.
— Bueno ni modo - agregó Iza con un tono juguetón - nos vemos - se despidió.
–
Durante aquella mañana después de la primera hora y media de clases, Yleria, Lisa y Gabriel se juntaron en el balcón del cuarto piso de la Universidad para conversar a gusto hasta su próxima materia.
— Ya solo queda ese último examen para el viejo de Sean y nos liberamos – se alegró Gabriel.
— Estás loco, está la investigación final sobre el mercantilismo y hacer un informe de eso para luego defender el trabajo… Sean de seguro hará muchas preguntas, hay que estar preparados – recalcó Lisa – Luego de todo eso es el examen final.
— Odio que tengas razón. Ugh (se estiró la cara) como quisiera que ya sean vacaciones.
— Pues falta poco – aumentó Lisa algo agobiada también.
Yleria no decía nada solo miraba el paisaje sintiendo la brisa fresca sobre su rostro, estaba como en un trance y pensando en silencio.
— ¿Yleria? – la agarró Lisa por el hombro.
— Ay, me asustaste… ¿Qué-Que decías? – sobresaltó Yleria sonriendo.
— Estás muy pensativa ¿sucede algo?
— No, no pasa nada, solamente me gusta observar el paisaje desde aquí arriba – respondió Yleria.
Gabriel y Lisa se miraron simultáneamente y poniendo sus ojos en blanco, sabían que ella solo estaba pensando en alguien.
— Yleria deberías dejar de pensar en él, no nos llama, no nos busca, es mejor enfocarnos en nuestras cosas y dejar que él vea cómo se las arregla para poder pasar – aconsejó Lisa.
— Es verdad, yo ya estoy empezando a reemplazarlo con Rick y Silamba… aunque no hago pijamada con ellos - añadió Gabriel bajando un poco la voz en lo último y cuando se dio cuenta sacudió la cabeza al darse cuenta que sonaba raro.
— Si lo extrañamos, pero…. no, no, no, es un tarado - continuó Lisa con sentimientos cruzados.
Gabriel vio su reloj y suspiró con algo de pena.
— Es mejor que vayamos con los demás para la siguiente clase.
— Tiene razón - resopló Yleria yendo tras Gabriel, mientras que el celular de Lisa comenzaba a sonar.
— Ahora los alcanzó.
Viendo en la llamada un número privado, Lisa se alejó para que nadie la oyera.
— Señor. En qué puedo servir – contestó reapidamente.
— Lisa. Tengo un problema, tenía que reunirme con uno de los ejecutivos de los Cóndores del Sur, pero se me presentó una emergencia y tengo que volar a la costa oeste ¿podrías cubrirme con las negociaciones iniciales? – habló Illuminus como susurrando.
— ¿Puedo? Claro que lo haré, no lo voy a decepcionar, por algo tome esta carrera también – respondió Lisa con entusiasmo.
Si bien le preocupaba un poco el tono de voz de Illuminus, por otro lado, también quería probarse a sí misma que era apta para este tipo de situaciones.
— Gracias Lisa, si puedes quédate en la casa a acompañar a tu hermana. Yo voy a llegar tal vez mañana en la noche. Gracias por la ayuda – colgó la llamada.
-
Como lo había sugerido Illuminus, esa noche Lisa se quedó con Yleria, vieron algunas películas de romance la mayoría y al dar las 10:00 pm, Lisa se adelantó a preparar un aperitivo para las dos.
— Yleria ¿quieres jugo de naranja? – gritó Lisa desde la cocina.
— Está bien, ya que estás ahí ¿me traes por favor esa torta de chocolate que está en el refrigerador?
— Claro – respondió Lisa apresurándose a sacar una botellita de su bolsillo.
Esa botella tenía un gotero que con tan solo cinco gotitas funcionaría como relajante muscular, por lo que puso la cantidad exacta en la bebida de Yleria. El plan estaba claro, Lisa tenía que cubrir a Illuminus, pero obviamente no tenía que comentárselo a nadie, así que dejaría a Yleria dormida para llegar a tiempo.
En el momento que tenía las bandejas listas su celular comenzó a sonar repetitivamente siendo el primer obstáculo en la planificación.
— ¿Quién es? – se apresuró a contestar Lisa, dejando las bandejas en la mesa de la cocina.
— Lisa déjame ir a su pijamada por favor.
— Ugh, Gabriel, ya te dije que es noche de chicas, además que es raro – argumentó Lisa.
— Y como no era raro cuando hacíamos pijamada con Iza, éramos dos chicos y tú que eres una chica… fea, pero chica.
— Es diferente, créeme Gabriel no te gustaría venir, estamos viendo películas roman…
Este colgó la llamada antes de que terminara la frase.
— HA, sabía que funcionaria – pensó Lisa sabiendo que Gabriel detestaba los dramas románticos.
Llevó nuevamente los aperitivos.
— ¿Con quién hablabas? – preguntó Yleria con curiosidad.
— Era Gabriel que quería venir, pero ni bien le dije que estábamos viendo una película romántica me colgó.
— Típico de los chicos – suspiró Yleria.
— No te engañes, si Iza y Gabriel son los más llorones con los dramas románticos por eso huyen de eso – se rio Lisa.
— Qué más da – se rio también tomando todo el vaso de jugo en un seco.
Con el plan avanzando, Lisa tapó a su amiga totalmente dormida en el sofá, se puso su uniforme en el baño y condujo hacia el hotel "Los Olmos" donde se llevaría a cabo la reunión.
Llegó quince minutos antes… dos de sus compañeros estaban junto con ella y esperarían en el recibidor hasta que acabara la reunión, ambos tenían conectados audífonos, por lo cual sabrían el resultado y en caso Lisa necesitara refuerzos también estarían ahí para ella.
Pasado ese tiempo, tres hombres elegantes ingresaron y saludando con la cabeza, todos procedieron a entrar a una parte alejada del restaurante de aquel hotel y los dos colegas de Lisa se sentaron en otra mesa más alejada aún, por lo cual solo quedó una mesa con dos sillas, donde en un lado se sentaría Lisa y en su frente otro sujeto que todavía no había llegado.
— Ya no debería tardar en llegar, nosotros estaremos observando. Esperamos sus instrucciones – mencionó uno de ellos.
Dejándose esperar un poco más, un hombre alto, corpulento y elegante se apersonó, este dejaba ver un tatuaje de un sol en su cien, además algo que resaltaba de su presencia también era este arete con forma de una cara gritando.
— Bienvenido Señor, por favor tome asiento – invitó Lisa.
— Por sus propias normas protocolares, sería Illuminus el que tendría que recibirme – mencionó el hombre algo prepotente.
Lisa mantuvo su compostura.
— Una disculpa, el señor Illuminus tuvo que atender una emergencia, pero me dejo a mi cargo para recibirlo.
— Lo siento, pero no hablaré con una niña… esta reunión se terminó e Illuminus sabrá pronto nuestra respuesta – respondió el caballero a punto de marcharse.
— Será depende de usted. Sin embargo, le recuerdo que está en presencia de una dama que viene en representación del jefe de los Illuminous de la costa este, no creo que no esté capacitado para lidiar con nosotros. A mí personalmente no me interesan los discursos, así que le pido educadamente que deje esa actitud y sus prejuicios de lado, de lo contrario seré yo quien abandone esta reunión – respondió Lisa con altura.
El sujeto levantó una ceja y puso una sonrisa al costado.
— Me llamo Diego Florabrazante y soy la mano derecha y primer representante del gran bosque del sur – estrechó la mano de Lisa.
— Mucho gusto, mi nombre es Lisa Myers y vengo de parte de Illuminus. Tengo entendido que vienen con una propuesta comercial.
— Así es estimada… Quisiera que escuche nuestra propuesta que sé que beneficiará a ambas partes.
Diego sacó de su maletín unos informes y le pasó para que los analizara. Lisa examinó los documentos con cautela en cuanto los meseros iban dejando la comida.
— Veo que quieren exportar esta planta llamada Flos Lunae, pero ¿qué es lo que hace exactamente? – preguntó Lisa con curiosidad.
— Hace lo que es justo.
— ¿Lo justo? – replicó Lisa – Lo que vendría a ser… - aumentó.
— Es una planta que tiene esporas luminosas, cuando estas son lanzadas pueden revelar lo que nosotros los humanos no podemos ver o sentir – completó Diego comenzando a comer.
— ¿Significa que puede mostrar seres invisibles? – indagó Lisa algo más interesada.
— Así es. Esta planta tiene la capacidad de revelar no solo brujas invisibles, sino también fantasmas o espectros. No obstante, también tenemos la teoría que puede revelar muchas cosas más.
— Cómo ser…
— Pues, el otro lado… - añadió Diego con un tono más serio.
— Entiendo, pero tengo una duda, si todo esto es cierto, me imagino que es un gran secreto… ¿Por qué revelarnos a nosotros?
— Tenemos buena voluntad … Está todo en los informes, eres algo lenta querida - rio un tanto y Lisa empezaba a molestarse.
Antes de responder Lisa comenzó a sospechar algo y saco su daga poniéndola en la mesa.
— No encuentro la gracia señor, estoy segura que su intención no es sacarnos información con un descubrimiento falso. Si fuera así, me daría derecho de poder tomarlos como prisioneros e interrogarlos hasta quedar satisfecha.
— Diego guardó sus informes.
— ¿Crees que me asustas, niña? No lograrás nada amenazando de esa manera y una guerra con nosotros no les resultaría bien. Además, véanlo de este modo, esta sería una ayuda mutua ya que ustedes también tienen un arma que junto con esta planta podrían fusionarse y complementarse bastante bien.
En ese momento todo se aclaró, Lisa recordó lo que le había contado Illuminus aquella noche, pero a sus palabras muy pocos sabían de ello y se quedó simplemente pasmada.
— ¿De qué arma hablas?
— Por favor, no insultes mi inteligencia… por algo vinimos directo a ustedes y no a otro grupo – Diego tomó otro sorbo de su vaso con tranquilidad.
— ¡Hable! ¿qué es lo que quieren?
— Solo queremos tener acceso a la documentación sobre su arma para poder estudiarla y a cambio les daremos tres plantas – propuso sin más rodeos.
Hubo una pausa.
— No hay trato, ustedes sigan por su lado y nosotros haremos lo mismo – negó firmemente Lisa.
— Perfecto…gracias por la reunión e infórmale a Illuminus que esta es una propuesta de una sola vez – respondió levantándose de la mesa.
— Podría, pero ustedes pueden contactarlo directamente – afirmó Lisa teniendo la última palabra.
El representante del bosque del sur se retiró junto con los otros tres hombres que al parecer eran sus guardaespaldas y Lisa salió por detrás de todos.
— Era un buen trato Lisa ¡Debiste aceptar! – reclamó uno de sus camaradas.
Lisa hizo notar una profunda zozobra.
— Pocos sabemos en lo que se está trabajando, la negociación denegada es el menor de nuestros problemas… tenemos a un soplón en los altos mandos.
— Cómo es posible que …– quiso comentar el otro.
— Ustedes no hablarán de esto con nadie. Si llego a enterarme que algo de aquí se filtró, yo personalmente me encargaré de ustedes – interrumpió.
— ¡Entendido! – respondieron a coro.
— Nos volveremos a ver cuando regrese el señor Illuminus. Hasta entonces –concluyó Lisa dándoles una señal para que se retiren.
Con la ansiedad a tope, Lisa volvió a la casa de Illuminus, se cambió y se reclinó en el sofá al lado de Yleria tapada también.
A la mañana siguiente Yleria vio a lado a su amiga todavía durmiendo y solo concluyó que ambas habían cedido ante el cansancio por la universidad… El resto del día, también la pasaron juntas, almorzaron y finalmente Lisa se fue a su casa, enviando un único mensaje a Illuminus.
— Señor, solicito una reunión para informarle debidamente el resultado de la negociación con los Cóndores del Sur.
— Permiso concedido. Nos vemos en el gran salón del "Nuevo Orden" – respondió Illuminus.
Aquel elegante gran salón habría sus puertas solo para reuniones de prestigio, su fachada tenía un estilo renacentista con una mesa enorme en medio, donde entraban un total de treinta y dos personas quince a derecha, quince a la izquierda y uno en cada punta y solo los altos ejecutivos del grupo tenían acceso a ella.
Lisa creía que quizá la había reunido allá solo para que estén seguros, pero se llevó una sorpresa al ver que comenzaron a llegar miembros del círculo ejecutivo más cercano a Illuminus.
— Las conversaciones en el lado oeste mejoraron… pero nada sucederá, ese negocio no nos beneficia aún – le contó Illuminus a Lisa, mientras veía de reojo a todos mientras llegaban y se acomodaban en sus respectivas sillas.
Todos en el salón solo observaban, se podía sentir el nerviosismo hasta que minutos más tarde Illuminus decidió romper la tensión comenzando la conversación.
— Y bien a lo que vinimos ¿Cómo fueron las negociaciones con los cóndores del sur? - su voz entonaba para que todos la oyeran.
Lisa se puso sumamente nerviosa, pero mantuvo la compostura, ella no esperaba que la conversación fuera delante de muchos más.
— Yo también quiero saber que paso… ¿Nos podrías explicar, por favor? – mencionó uno de ellos con amabilidad, haciendo una señal para que Lisa pasara al frente.
Ella se levantó yendo más para el lado de Illuminus y miró a todos de frente. Algunos en la mesa estaban sorprendidos, puesto que la negociación del día anterior estaba dirigida para los cabecillas de la organización y no hacia un soldado todavía sin un rango superior.
— Un momento… Mi señor Illuminus pensé que usted había ido a la negociación de los Cóndores primero y luego a la costa oeste – exclamó sorpresivamente otro de los miembros con la misma lógica en los ojos de los que estaban presentes.
Otro que estaba ahí también se levantó.
— Mi señor Illuminus disculpe, pero esto es algo inaudito que permita que una niña hable por usted, al menos nos hubiera llamado a alguno de nosotros que claramente estamos más capacitados. Quedaremos mal ante las demás organizaciones.
Lisa se sintió menospreciada, pero tenía bien presente que la negociación había resultado con la nueva información de que había alguien quien había filtrado la noticia del artefacto y con aquello en mente, respiró profundamente y se calmó. Debía informar el hecho.
— Damas y caballeros, me alegra que estén tan preocupados por la negociación (los miró detenidamente a todos, ganando seguridad en sus palabras) Efectivamente yo fui por órdenes de nuestro jefe ¿Acaso piensan que pudo equivocarse? – juzgó sutilmente – Debo informar a cada uno presente en este salón que nos propusieron un intercambio y déjenme decirles que quedé quieta con esa proposición.
Todos se callaron.
— Al parecer el grupo en cuestión encontró una planta peculiar. Según comenta su representante, las esporas de esta, pueden revelar todo aquello que es invisible al ojo humano – continuó, en tanto todos cambiaron sus semblantes de seriedad a sorpresa.
— ¿Cómo? ¿Puede esa planta mostrar a los fantasmas o seres que se camuflan? – dudó una ejecutiva cerca de Illuminus.
— Tengo entendido que sí… ellos están completamente seguros de que si se estudia la planta en su totalidad podrían incluso revelar aún más "el otro lado".
— ¿Qué quieren a cambio? – cuestionó con voz elevada alguien con curiosidad.
— Los del sur buscan nuestro artefacto a cambio de su planta – finalizó.
Todos en la sala quedaron helados y nadie habló por unos segundos, era un secreto que solo pocos sabían y por primera vez Illuminus dejó ver su asombro, no se esperaba tal información.
— ¡¿Ellos saben del artefacto?! – preguntó.
— Sí mi Señor. Piden a cambió los documentos actualizados y aseguraron que su planta puede complementarlo, nos ofrecieron tres de ellas por ese cambio.
Todos comenzaron a hablar al mismo tiempo y se empezaron a escuchar algo exaltados.
— Tanto ustedes como yo saben que algo pasa aquí ¡Hay un delator entre nosotros! – exclamó Lisa.
Los demás se comenzaron a exaltar aún más.
— No puedo apuntar a nadie, pero esa persona está aquí en nuestra organización ¡¡Estamos en alerta señores!
— Pero si los del sur lo saben, tal vez lo sepan las demás organizaciones. Estamos en código rojo – gritaron algunos.
Illuminus se levantó y comenzó a caminar alrededor de todos.
— Lisa concuerdo contigo. Es esencial ahora saber quién está trabajando para el enemigo. Tarde o temprano sabré quién fue o quiénes fueron… no voy a tolerar chismes, traición o encubrimientos y cuando sepa, les juro por esta organización que lo matare con mis propias manos enfrente de todos – amenazó alzando finalmente su potente voz.
En ese momento todo quedó en silencio, los ejecutivos se mantuvieron callados y con miedo en sus miradas mientras lo observaban.
Illuminus se retiró del salón de repente rompiendo las puertas y partiéndolas a la vez de una sola patada por la ira contenida. Lisa por su lado, también con una mirada fría se retiró tras él.
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Horas más tarde en su despacho Illuminus se sirvió un whisky añejo en su escritorio.
— Mi señor, le juro que encontraré al culpable – aseguró Lisa.
— Sé que lo harás, pero recuerda que tienes que tener mucha cautela. Por el momento nadie se moverá ya que tenemos todo bajo nuestra lupa - tomó un gran sorbo.
— Empezaré mi investigación y realizaré mis informes por los primeros pisos y así sucesivamente – se comprometió Lisa.
— Creo que ambos sabemos, que el traidor está en los últimos pisos de este edificio, pero no me sorprende – suspiró Illuminus pensativo.
— ¿No le sorprende?
— La organización tiene muchos enemigos, tampoco es sorpresa, que yo también los tenga… haz tu investigación Lisa y cuando tengas algo sólido me lo comunicas y más tarde hay otros asuntos que también necesitamos tratar.
— Entendido mi Señor, si me disculpa volveré a mis actividades - se despidió Lisa.
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Después de presentar los últimos trabajos asignados por los docentes en la universidad y ya casi haber vencido todos los exámenes finales, Lisa se encontraba tremendamente estresada, ya que tenía que partir su tiempo para poder realizar todos y cada uno de sus pendientes.
— Lisa, vamos a almorzar comida tailandesa está vez – sugirió Gabriel.
— No podré, lo siento, tengo que ayudar a mi mamá desde ahora hasta nuestras vacaciones – inventó Lisa.
— Ugh primero Iza nos abandona a los dos y ahora tú me abandonas a mi ¿Qué te sucede? – reclamó.
— Nada. Solo que en serio estaré ocupada en estos días, pero no te preocupes que en cuanto pueda me conectaré, aunque sea un rato para jugar - respondió Lisa queriendo apaciguar la inquietud de su amigo.
— Qué ¿Ahora me dirás que soy el único que no tiene nada que hacer? O será más bien que soy el único de los tres que no se pasa la vida estresado.
— No, no es eso, solo que me asignaron mucho trabajo que hacer y si estoy estresada - dejó escapar Lisa mordiéndose la lengua para no decir más.
— ¿En qué trabaja tu mamá? ¿Qué exactamente haces tú para ayudarla? porque no creas que no me doy cuenta que te escabulles para hablar por teléfono de una manera bastante rara.
Lisa se sonrojó nerviosa.
— ¿Qué? Yo solo… solo.
— Tu solo ¿qué? No entendí – levantó la ceja Gabriel.
— Ugh, ya Gabriel, que ¿ahora eres detective? Mi mamá es exigente, eso es todo.
— Como quieras, luego de pasar estos malditos exámenes, yo tomaré mis merecidas vacaciones en Londres y quizá invite a Rick y Claudia Nicol.
El semblante de Lisa cambió con una mezcla de celos y tristeza a la vez.
— Estas en todo tu derecho – respondió.
— Así es, pero antes de matarlos de envidia con mi viaje y con mis nuevos mejores amigos, si gustas podría ayudarte en tu trabajo con tu mamá - se ofreció Gabriel.
— ¿Es enserio? – preguntó Lisa sorprendida por el ofrecimiento.
— Claro, soy alto, fuerte y podría serles útil para algo – comentó Gabriel con orgullo.
— Es cierto Gabriel podría serme u…ut… no, que estoy pensando Gabriel está bien con esta vida – pensó Lisa viendo a Gabriel de reojo y justo en ese momento comenzó a vibrar su celular.
— ¿Por qué no contestas? es tu celular ¿no? – preguntó volviendo a sus sospechas iniciales.
— No es importante – se apresuró a responder.
Gabriel entrecerró sus ojos con algo de dudas por la actitud de su amiga
— Como sea, ya me voy… considéralo, nos vemos - se despidió.
— Está bien. Adiós – se despidió Lisa con algo de prisa para ver su celular sin ser acechada.
Estando totalmente sola, vio el mensaje.
— Lisa en 4 días esperaré tu informe en mi oficina – mensajeó Illuminus.
— Entendido mi señor – respondió
Con esa prórroga de 4 días, saliendo de la universidad, se dirigió a las instalaciones de los Illuminous inclusive sin almorzar, lo que ella no sabía era que Gabriel comenzó a observarla con más detenimiento.
Al llegar a oficinas, Lisa revisó uno por uno los archivos y antecedentes de cada uno de los miembros de la organización, pero sin éxito aparente… de continuar así también tenía planeado seguir los pasos de cada uno, en un operativo encubierto, sin embargo, hasta el momento no tenía nada sólido y algo desalentada se dirigió a la oficina de Illuminus a entregarle su informe de avance, pero al llegar vio que su jefe estaba con alguien.
— Pasa Lisa, te presentó a Croy Whitehouse, él es uno de mis espías más prestigiosos de este lado de los Illuminous.
— Es un placer señor, escuche sobre usted – saludó Lisa estrechando la mano de Croy.
Croy en ese momento recordó que ella era amiga de la que Iza hablaba.
— Lo mismo digo señorita.
— Sé que te dije que me dieras tu informe, pero eso lo pasaremos para otro día, por ahora Croy tiene algo importante para comunicarnos.
El alivió de Lisa era evidente y Croy comenzó su relato.
— Muchas gracias mi señor. Hace unos días atrás, vi como un grupo de personas en estado de ebriedad fueron arrestados por causar revuelos de la nada en plena avenida. Hasta ahí no había nada fuera de lo normal, era simplemente un arresto y ya, pero escuche algo curioso… cuando los estaban interrogando del por qué hicieron lo que hicieron, a palabras de ellos habían sido provocados por unos fantasmas de negro, quienes los atacaron solo por escuchar al parecer algo que no debían escuchar, obviamente los policías no creyeron nada ya que estaban borrachos, pero yo si me guarde esa información.
— Que extraño, las personas normalmente no pueden ver Reapers ni criaturas mágicas - comentó Illuminus.
— En muchas ocasiones es cierto, pero lo que yo creo, es que ellos pudieron ver lo "Irreal" por el estado en el que se encontraban.
— Y ¿Dijeron que fue lo que escucharon?
— Así es… escucharon que uno de esos fantasmas planeaba junto con otros dos, enfrentarse a estas "malditas viejas mágicas" y matarlas – contó.
Lisa fruncía su ceño con un poco de desconfianza a pesar de no comprender bien los seudónimos utilizados.
— Es claro que ni bien los Reapers vieron a estas personas los atacaron desde su invisibilidad y por eso, ellos armaron el revuelo.
— ¿Esta información es sólida? ¿dada la manera en la que fue obtenida? -Preguntó Illuminus.
— No lo puedo asegurar, sin embargo, la actividad Reaper en la zona aumentó en lo que va del año, lo del centro comercial es un claro ejemplo y que estas personas lo vieran y escuchen tan acertadamente, no creo que sea coincidencia. Por eso señor, le pido un escuadrón de cinco soldados listos para el combate… Que los Reapers estén en duelo con ellas es una oportunidad grande para nosotros y creo debemos aprovechar - añadió Croy.
— Señor si gusta, yo lideraré el grupo – se ofreció Lisa.
Hubo un silencio.
— Señor con todo respeto, sugiero que otro tome el puesto, alguien un poco más capacitado sin ofender – se apresuró a pedir Croy sorprendido por el ofrecimiento repentino.
— Lo consideraré (miró a Lisa) Si bien físicamente estás apta, además del incidente con los escandinavos no trataste con otros grupos. En fin, si iras, pero no como Líder sino como apoyo…Croy dejo a tu criterio quien más formará parte de tu escuadrón y tú serás el líder.
— Entendido - acordó Lisa desilusionada en el interior.
— Aprovecha Lisa… Aprende todo lo que puedas - le aconsejó Illuminus.
— Ya tengo un espía vigilando la zona, si bien no sabemos una fecha exacta, yo me imagino que será dentro de poco, eso nos confirmará él y más si hay actividad Reaper por los bosques aledaños, de modo que cuando aparezcan iremos inmediatamente - aumentó Croy.
— Señor Whitehouse, discúlpeme, pero esa información es bastante elocuente, quiero decir es demasiado buena como para ser cierto ¿no lo cree?
Croy solo la observó por un momento.
— ¿Estás insinuando que lo estoy inventando? y sin formalismos, solo llámame por mi nombre por favor.
— Está bien. Mire no vine a insultar y disculpé mi intromisión, simplemente esta noticia en bandeja de plata me hace pensar que hay algo más.
— No voy a permitir que mi credibilidad sea puesta en duda delante de mi señor por una niña sin experiencia… Mi Señor, estaré en mi oficina – se retiró Croy inclinando la cabeza un tanto en señal de respeto.
— Él tiene razón – habló Illuminus a los segundos de que se fue.
— Lo siento, no quise sonar mal educada, pero ¿No le parece demasiado extraño?… Después de todo lo que nos enteramos en estos días, debemos desconfiar de todos - respondió Lisa.
— Croy lleva conmigo mucho tiempo, siempre que me busca es por un motivo, y ese motivo siempre se trata sobre Reapers. Se ganó mi confianza y la de todos en la organización – regañó Illuminus
Poco segundos después de un silencio sintió algo de culpa.
— Pido disculpas mi señor.
— Tienes buen instinto Lisa, no pienses que no confió en tus intuiciones… mira te propongo algo, si gustas deja tu lista de sospechosos de lado por un momento e investiga a Croy.
Illuminus saco el expediente de Croy y se lo entregó.
— Muchas gracias mi señor – Lisa lo guardó y se marchó.
En la tarde siguiente Lisa decidió tomar su receso en un sofá del lobby de la central mientras pensaba observando los elementos de la decoración; los cuatro pilares y el piso con el logo enorme de la organización, todos hechos de un mármol tan reluciente que la gente se reflejaba en ellos y más arriba los tres candelabros enaltecidos que adornaban el techo, de alguna forma hacían que tomar descansos allí fueran agradables y eso a pesar de que el lugar jamás se encontrara vacío. El lobby además de estar lleno de personas que entraban y salían, tenía al personal trabajando (cinco recepcionistas atendiendo y guardias de seguridad resguardando la entrada principal y las escaleras que daban hacia los pisos superiores).
Poco más tarde, casi interrumpiendo una inhóspita siesta, Lisa de pronto escuchó a alguien acercándose hacia ella.
— Buenos días Lisa. Quisiera hablar contigo por favor – pidió Croy saludándola con amabilidad.
Lisa se sobresaltó.
— Señor Croy, Buenas tardes… está bien.
— Lo siento si la asuste, quería comentarte sobre la misión que discutimos con mi señor Illuminus y creo que hay algo que te podría interesar – planteó una encrucijada para captar la atención de la chica.
— ¿Algo más aparte de Reapers y ancianas mágicas?
— Ya hubo movimiento en el lugar y nuestro espía a cargo pidió apoyo y como nos indicó el señor, irás con nosotros como parte de ese refuerzo… Esta noche iremos para allá – sacó una credencial para ella.
Lisa agarró su credencial, la cual ya tenía su nombre, más las palabras de título "escuadrón de apoyo" junto con el logo illuminous.
— ¿Cuál será mi labor? – preguntó.
— Mi señor Illuminus me comentó que tienes buen ojo e intuición y eso justamente necesitaremos para asegurar el éxito de la misión, ya que estaremos a cierta distancia del objetivo, y solo si se puede atacaremos. Qué dices… tú estarás en uno de los campamentos con nuestro espía más antiguo y yo estaré al pendiente - respondió.
— Y ¿Por qué no atacar y ya?
— Primero debemos analizar la situación, acuérdate que tiene que haber el desenlace de un conflicto que no nos involucra y justamente aprovecharemos eso… cuando el enemigo esté débil por esa pelea, recién iremos tras ellos - explicó.
A pesar de todavía tener cierto grado de desconfianza, Lisa finalmente aceptó y se fue a prepararse.
Horas más tarde, Croy, Lisa y los demás soldados salieron con sus uniformes casi a la media noche. El lugar donde sucedería el hecho, era uno de los cuatro bosques que rodeaban la isla, en la parte suroeste donde la base ya había armado pequeños campamentos improvisados resguardando las entradas, no obstante, Lisa y el espía se adentrarían un poco más, de modo que caminaron hacia otra parte escondida del bosque tras unas cuevas ocultas que pasaban desapercibidas.
Lisa sintió ese viaje emocionante y no dejaba de contemplar el paisaje nocturno, el clima de ese momento provocaba algunos estremecimientos en la piel y aunque el viento estaba sereno si lograba alterar uno que otro vello en el cuerpo, el cielo por su parte estaba limpio y estrellado.
En un punto específico del lugar, ambos Illuminous asentaron su campamento sirviéndose un poco de café caliente.
— A qué hora empezamos… - preguntó Lisa.
— Iremos en el momento que termine mi café, ah y después de recibir las órdenes – respondió el espía quien era directo en su forma de hablar.
Media hora más tarde, tras haber recibido el visto bueno de Croy, ambos se acercaron al objetivo entre medio de la vegetación. Tenían cuadernos, lapiceros, para tomar nota de algún movimiento específico y binoculares especiales que podían activar luz infrarroja, de modo que se posicionaron como un equipo de francotirador uno al lado del otro. Todo se encontraba enmudecido, si se hablaban era susurrando, con palabras cortas y al grano.
— Árbol de abeto, a tu derecha, 60 metros en esa dirección – indicó el espía.
Lisa rápidamente ubicó sus binoculares en esa dirección y percibió un movimiento en el árbol, pero lejos de ser este el blanco, al poner la luz infrarroja solo se vio a un zorro cazando. Sin nada nuevo, anotó la situación en su cuaderno:
— 01:00 am – sin novedad…no se detectan movimientos.
En lo que iban pasando las horas, de pronto un destello a lo lejos alertó a toda la base, Croy ordenó mediante radio que se acercaran más y en un lado del bosque se vio una luz a lo lejos, eran las ancianas mágicas quienes habían prendido un gran fogón cerca de una cascada que había ahí.
— ¿Eso es una fogata? – preguntó pasmada Lisa
— Afirmativo, son las brujas de siempre.
— Brujas… ¡dijiste brujas! – se exaltó un tanto Lisa.
— Cállate, nos expondrás a todos – le tapó la boca.
— Lo siento…Qué sigue ahora ¿debemos acercarnos? – dudó con voz más baja.
— De nada sirve, los Reapers aparecerán por esta zona y cuando terminen ellos aparecemos nosotros.
La curiosidad de Lisa estaba a tope… cuando escuchó hablar de "ancianas mágicas" no se pudo imaginar en su totalidad que se referían a brujas, ella solo leía sobre estas, pero jamás había visto a ninguna y tal como las describían en los libros a pesar de la distancia que estaban guardando, se las podía escuchar reír fuertemente.
— Voy a acercarme – no se aguantó Lisa.
— Ugh, qué más da – renegó el espía al verla decidida – Sígueme conozco un lugar más cerca – indicó.
Ambos, se dirigieron al lado opuesto de la cascada entre medio de una espesa maleza, llena de árboles que los tapaba de pies a cabeza y desde ahí, si se podía observar todo aún mejor.
— Shhhhh… Los Reapers aparecerán en cualquier momento – anunció el espía nervioso.
Con una mayor libertad de movimiento, Lisa vio más de cerca a las brujas y para nada era cuento que eran grotescas, no era un invento que tenían las narices puntiagudas y no era para nada un mito que cada una tenía al menos un enorme grano lleno de pus en cierta parte de su cara. Algunas estaban vestidas de cuerpo completo con una sábana sucia y destruida y otras estaban solo con lo justo que las cubrían en las partes importantes, eran escuálidas, arrugadas con los ojos hundidos y casi enteramente negros. También a esa distancia en los alrededores se podía ver diferentes restos de seres vivos esparcidos entre animales y hasta fémures humanos (obviamente las pobres criaturas fueron utilizadas para hacer magia negra).
La fascinación y aversión fueron sensaciones bien presentes.
Casi interrumpiendo su concentración, de la nada Lisa recibió un codazo de su compañero y con el susto en la garganta lo vio haciendo una seña para que mirara a donde él estaba viendo.
Ajustó sus binoculares y vio a dos figuras paradas cerca de la cascada, una era más alta que la otra.
— Ayer vi a otros en ese mismo lugar… No hay duda… llegaron los Reapers – susurró el espía nervioso.
Lisa al verlos con más interés, de repente recordó la vez que habían avanzado en clase, el tema de la peste bubónica y cayó en cuenta que eran Reapers iguales a los que estaban allí o por lo menos el más alto.
De esos dos, el más bajo tenía todavía puesta su capucha, pero no vestía exactamente una túnica, sino que era más bien como una chaqueta con la capucha puntiaguda, mientras que el otro si tenía una túnica larga y al contrario de su compañero, este ya se había sacado su capucha, pero aun así no se les podía distinguir un rostro.
— Así que esos son Reapers… interesante.
Por unos minutos todo estaba tranquilo hasta que unas explosiones se comenzaron a escuchar precisamente en el lugar de las brujas.
Todavía guardando la distancia se podía distinguir un caldero flotando por encima de su fogata, donde se cocinaba "algo", este era el que provocaba esas chispas hacia arriba desenfrenadamente. Ambos Illuminous se exaltaron y al parecer las brujas también ya que comenzaron a correr para todos lados agitadas. De pronto su líder hizo una señal y todas se detuvieron de forma repentina para recitar algún cántico tratando de frenar lo que estaba pasando.
A lo que parecía, todo se les había salido de control.
Con las explosiones más fuertes se iluminaba más la zona, los Reapers continuaron solo observando todo, pero de cierto modo las fuertes ráfagas de luz también dejaban ver algunas facciones. Poco después hubo una última gran explosión que terminó por iluminar por completo todo el bosque por unos segundos, la misma dejó algo ciego al espía, quien había dejado caer sus binoculares para frotarse los ojos, Lisa en cambio tenía bien sujetado los suyos y vio que el Reaper que tenía puesta su capucha se la bajo por un momento dejando expuesto un cabello frondoso.
— Lisa alcánzame mis binoculares por favor – pidió el espía, recuperando su visión.
— Si, lo siento… aquí están.
Cuando Lisa y el espía quisieron enfocarse nuevamente, ambos Reapers habían desaparecido del lugar. En su mente Lisa quedó perpleja por la figura de aquel, no sabía quién era, pero la dejó intrigada.
— Quien tiene el cabello así de feo, en esta época… al parecer los Reapers pueden ser igual de particulares que las brujas – pensó ya que aquel cabello se asemejaba a la moda de los 70s, donde los hombres de cabello ondulado le daban forma como una bola tupida en sus cabezas – qué extraño se parecía a… – frunció su seño.
— El comandante Whitehouse anunció la retirada… debemos irnos - anunció el espía.
— Entendido - aceptó sin dejar de mirar a los lados con inquietud.
-
Al día siguiente, Croy ya enterado de todo, preparó sus informes y se dirigió a la oficina de Illuminus para discutir el hecho.
— Hay movimiento… Mi señor - indicó Croy - solicitó a alguien de mi confianza para el nuevo posible asalto.
— ¿A quién tienes en mente? – Illuminus se levantó de su silla viendo el paisaje.
— A Lisa, señor.
Illuminus se volteó al escucharlo.
— Me sorprende ¿estás seguro? – preguntó con una sonrisa disimulada.
— Afirmativo, según nuestro espía, la joven demostró tener agallas - respondió Croy.
— ¡Tienes mi permiso!
Ese día Lisa decidió presentar un justificativo para faltar a sus clases en la universidad, porque sentía también la necesidad de hablar con Croy sobre lo que había presenciado de modo que se apersonó a su oficina.
— ¿Podría anunciar al comandante Croy Whitehouse que solicitó una reunión por favor? - pidió Lisa a la secretaria que estaba en un escritorio al lado de la oficina de Croy.
— El señor Whitehouse fue a presentar sus informes a nuestro señor - afirmó la secretaria.
— Eso no será necesario ¿para qué me buscas Lisa? - se anunció Croy regresando justamente a su oficina - pasa por favor.
Se acomodaron en la oficina de Croy.
— Tenemos que atacar hoy mismo señor.
— Viste cosas interesantes… ¿no?
— No tengo certeza, pero vimos dos Reapers observando de cerca a las brujas, me parece que si no actuamos ahora, perderemos nuestra oportunidad - comentó con más seguridad que desconfianza.
Croy en ese momento se dio cuenta que era el momento de actuar para que Lisa se convenciera por completo de que él estaba en su bando y acorde a lo que también había hablado con Illuminus le pasó la una lista de ocho soldados, entre espías y soldados de élite.
— ¿Qué es esto?
— Estuve al tanto de todo lo que paso antes de que me lo cuentes y nuestro espía me comentó que eres de las que no titubea, creo que te lo ganaste.
— ¿Entonces tengo permiso de atacar? - se sorprendió gratamente Lisa.
— Así es, ya se lo comuniqué a nuestro señor, pero como te dije ayer, primero tienes que analizar la situación y si piensas que tienen que atacar… atacaran, yo les proporcionaré toda la indumentaria necesaria - anunció.
— ¿No irá con nosotros esta vez?
— Hoy tengo muchos pendientes, te dejo enteramente a cargo, serás la Líder.
— Muchas Gracias, no fallaremos - contestó Lisa sintiéndose halagada de cierta manera.
— Si te molesta debo continuar - Croy dio una señal a Lisa de que se retirara.
— Entendido, no lo molesto más señor - se despidió más confiada.
Poco después Croy salió sin levantar sospechas y comenzó a caminar sin rumbo fijo para pensar un poco cómo proceder con sus amigos. Llegó hasta una esquina donde había un supermercado y en modo automático agarró un carrito. Ya adentro, ponía cualquier cosa en su canasta, hasta que vio la puerta de un baño, sin importarle dejó el carrito de lado y entró.
Una vez cerciorándose de que no había nadie llamó a Starn Deadwind de un celular antiguo.
— ¿Novedades Croy? - respondió Starn Deadwind al instante.
— Starn… manda al sabueso y si es necesario junto a tus Reapers de confianza ahora mismo y elimina a las brujas del bosque Camargo del noroeste, según me informaron, ellas están cerca de una cascada en estos momentos – susurró Croy cortando la llamada.
Teniendo el celular en manos lo apretó con tal fuerza que este finalmente se hizo trizas.
-
Con el equipo necesario para el asaltó Lisa se retiró junto a los ocho soldados Illuminous de vuelta hacia el bosque para comenzar el asalto. Una vez allá, todos se escondieron con cierta distancia tras un árbol cada uno, casi en el punto donde Lisa se encontraba el día anterior junto al espía.
El tiempo pasó, pero al contrario de aquella noche, esta vez todo estaba en calma y mucho más oscuro, el viento oscilaba moderadamente pero más allá de eso no se escuchaba nada. Lisa entonces agarró sus binoculares y observando todo vio que no había ni brujas ni Reapers por ningún lado.
— ¿Se habrán adelantado? Estoy en el lugar correcto, ahí está la cascada - pensó con sosiego.
— Nos acercaremos todos con cuidado… ¿Me copian? - informó mediante un intercomunicador especial, que tenían en sus oídos y en donde todos podían escucharse unos a otros y hablar a la vez.
— Si jefa - susurraron a la vez.
— Acérquense y cúbranme las espaldas.
El grupo comenzó a juntarse, esta vez con linternas de luz algo tenue para no llamar la atención. Lisa no dejaba de ver a los lados, tratando de encontrar a los Reapers al menos, pero nada de eso pasaba y cuando por fin llegaron hacia el lado donde se suponía que debían estar las brujas, solo vieron huesos de animales y humanos regados por todo el suelo, avanzaron aún más y algo escondida estaba una cabaña.
— Ellas estaban aquí jefa, todo está intacto - susurró un soldado.
En la cabaña había velas y frascos que contenían sustancias viscosas y para sorpresa de todos, más allá había también había una enorme cantidad de un extraño polvo aglomerado en una gran mesa de piedra apunto de desmoronarse por el peso que tenía que soportar
— Salgamos de aquí… no hay nadie - informó Lisa.
Todos salieron nuevamente.
— De acuerdo yo iré y ustedes esperan atentos ¿está bien?
— Yo iré contigo - se ofreció uno de ellos.
Junto a su compañero del día anterior, se dirigieron unos metros por la parte trasera de la cabaña, en ese momento vieron en el suelo huellas bastante frescas y no tardaron demasiado para encontrar un primer cadáver de una bruja y más allá a otro, por último, más lejos ya había solamente pedazos de ellas, a una le falta la cabeza y la otra le habían partido desde el pecho, luego encontraron a otras más apiladas de golpe.
— Creo que voy a vomitar - pensó Lisa totalmente asqueada.
— ¿Qué hacemos ahora Lisa?
— Anunciaremos la retirada… los objetivos fueron asesinados antes de que hayamos llegado a la escena.
El panorama era simplemente asqueroso.
— Llevemos algunos restos al laboratorio para que sean analizados - pidió Lisa - Maldición… Aquí hubo masacre.
En ese momento el grupo se había reunido por detrás y todos tenían sus linternas prendidas con luces más fuertes. Se podía ver que la corteza de algunos árboles alrededor que todavía desprecia humo negro y el suelo también estaba de ese color.
— ¿Qué es esto? ¿Hubo una explosión? – preguntó uno de los soldados.
— Debe ser magia negra… llegamos tarde - comentó Lisa decepcionada.
— Solo agarren algunas partes de los cuerpos y vámonos de aquí, el olor es nauseabundo – añadió el espía.
En el tope de la cascada, alguien veía claramente a los soldados tratando de llevarse los cuerpos, de modo que el sujeto apuntó con su dedo hacia la dirección donde se encontraban los cadáveres de las brujas y disparó una ráfaga de fuego verde causando que todas ellas explotaran hasta que sus cuerpos se convirtieron en cenizas levantadas de a poco por el viento. Todo el escuadrón retrocedió ese segundo quedando completamente atónitos y cuando Lisa miró hacia arriba vio a un Reaper desapareciendo en un humo espeso.
— ¡NOOOO!¡Nos arrebataron las pruebas! - exclamó un soldado.
— ¡MALDITA SEA! ¡VAMONOS! - gritó Lisa
Unas horas más tarde, todos regresaron a la central de Illuminous, Lisa quería dar su informe ese mismo momento, entonces ordenó que uno de ellos llamara a Croy y los otros soldados se quedarían para brindarle apoyo en el relato en caso de que lo requiriera. Illuminus por su lado todavía seguía en su oficina ordenando los asuntos de la organización por prioridad.
— Lisa esperaba tu reporte hasta mañana, ahora quería retirarme, ya había terminado mis asuntos por hoy - habló Croy.
— Disculpé señor, pero esto es urgente, pensé en aprovechar para contarles lo sucedido a mi señor y a usted a la vez - se apuró a contestar Lisa.
Croy se quedó pensativo.
— Entiendo… por lo que parece, no les fue como esperábamos - respondió con seriedad.
— Mi señor los atenderá - comunicó Toia.
Ambos se sentaron en las sillas al frente del escritorio de Illuminus y este al ser avisado que tendría esa reunión con Lisa y Croy en ese momento, no tuvo un buen presentimiento por lo que se vio serio.
— ¿A qué se debe esta reunión improvisada?
— Mi señor, disculpé la hora, quería aprovechar que está usted y el capitán para realizar mi informe… no sentí la necesidad de esperar hasta mañana - comenzó Lisa.
— Pues cuéntanos que pasó - dijo Croy.
— Fuimos con los 8 soldados a mi mando al lugar donde estábamos también el día de ayer con nuestro espía, solo que esta vez ordené que todos entremos relativamente cerca y al momento de querer atacar o a las brujas o a los Reapers o en el mejor del caso a ambos grupos, nos dimos cuenta que esos malditos se nos habían adelantado… solo quedaron pedazos de aquellas brujas.
— Lo del día de ayer ya se lo había comunicado mi Señor (Illuminus asintió con la cabeza), un ataque así cerca de la civilización, es un asunto para intervenir - aumentó Croy.
— Ni tan cerca, tuvimos que meternos más hacia el fondo para encontrar el lugar - dijo Lisa.
— ¿Cómo? Yo asumí que no habían ido más lejos de las cascadas ¿A qué lado del bosque fueron exactamente?
— Pensé que nuestro espía se lo había informado (se extrañó), nos metimos por unas cuevas escondidas entre maleza y al momento de atravesarlas nos encontramos en esa otra parte del bosque, caminamos más y había una cascada, ahí es que vimos a las brujas ayer y hace rato ya todas estaban muertas.
— Cuando el espía me informó, no mencionó algo al respecto de las cuevas - comentó Croy con el ceño fruncido.
— ¿Eso tiene relevancia? - preguntó Illuminus viendo a su subordinado algo preocupado.
— Mi señor, no lo estoy asegurando nada, pero creo que podría existir una posibilidad de que Lisa y nuestro equipo, sin planearlo, hayan atravesado hacia el otro lado.
— ¡Imposible!… pero no entiendo, cuando escuchaste a esas personas hablar de eso no dijeron exactamente donde sucedería el enfrentamiento ¿o sí? - preguntó Illuminus con asombro.
— No dijeron nada de eso, yo suponía que como son de sinvergüenzas las brujas lo harían cerca de la civilización donde se les hace más fácil conseguir a sus víctimas, y los Reapers por su lado, ellos atacan donde sea porque nadie los ve en muchas ocasiones, salvo esta - contestó Croy.
— Mi señor, mil disculpas si rompimos algún protocolo… no teníamos idea - se apuró a decir Lisa - Queríamos traer muestras de las brujas para analizarlas, pero el único Reaper que vimos a la distancia deshizo todas las posibles pruebas y se esfumó.
— No te disculpes, nadie tenía forma de saberlo, ni siquiera tú Croy, así que no se sientan mal, más bien… descubrieron algo mucho mejor… Si tenemos acceso hacia el otro lado por ese posible portal, podremos llevar a cabo todas las pruebas que nuestro dispositivo requiera - se alegró Illuminus - Lisa si no te molesta quisiera que nos lleves al punto exacto donde estuviste - ordenó.
En ese momento Croy sintió que había cometido un terrible error al mencionarlo, pero debía continuar con la fachada.
— Mi señor… como todo esto es muy reciente, le pido proceder con cautela, si otro grupo aparte de las brujas o los Reapers como los Cóndores del Sur o los Escandinavos se enteran que encontramos un posible pasaje al otro lado, podría ser perjudicial para la organización.
Illuminus se quedó pensativo.
— Me deje llevar, lo siento… tienes razón Croy, debemos ser sensatos, tenemos muchos asuntos que resolver, pero vamos a tener que priorizar y quiero aprovechar este momento para informarles lo siguiente:
— ¿Pasó algo mi señor? - interrumpió Lisa preocupada por su padre, aún más después de que este le contó sobre su presentimiento.
— Todo se nos vino de golpe como nunca, lo que tenemos son asuntos muy graves que de cierta manera nos impide continuar con las labores, estoy consciente de ello, pero aun así les diré esto que quiero que lo escuchen con sumo cuidado… El tema de las brujas y el pasaje al otro lado lo dejaremos en pausa y lo que nos enteramos del posible soplón de la organización gracias a los Cóndores del Sur, lo dejamos en pausa y por último también dejaremos en pausa el avance del nuestro dispositivo, todo hasta nuevo aviso (suspiró)... Miren por ahora seguiremos monitoreando los movimientos de los Reapers, pero hay algo que me recordaste Croy que merece nuestra principal atención y que es el tema de los escandinavos ¡Esa será nuestra prioridad!.
— Pero mi señor, más bien eso es lo que puede esperar - refutó Lisa.
— Entiendo lo que me dices, pero ese tema está más latente que los otros, el tratado de la post guerra secreta fue violado y es posible que tengamos que prepararnos para la guerra… no tenemos la certeza del asunto, de eso te encargas de averiguar tú Croy, pero de todos modos debemos preparar un batallón. Desde hoy esa será nuestra prioridad y ambos estarán a cargo, así que a organizarse ¿Entendido?
— Entendido mi señor - respondieron ambos a coro.