Después de cenar, Lan Enyu se sintió aburrida y decidió invitar a Lan Jiawen para despegarlo de la computadora a dar un paseo. No recordaba cuándo fue la última vez que habían salido juntos de esa manera. Cuando eran pequeños, Lan Jiawen siempre la acompañaba a caminar y le enseñaba a estudiar.
Mientras caminaban, Lan Enyu se sintió como si estuviera en una relación amorosa con un hombre mayor. Recordó que Lan Jiawenle había dicho que Shangri-La era un lugar hermoso y que nevaba allí. Siempre había querido visitar ese lugar con él, caminar de la mano y sentir la nieve en su rostro, ella se sintió como en uno de sus sueños fallidos cuando esperaba por él, y su corazón se destrozaba sin recibir ningún tipo de respuesta.
"Ha pasado mucho tiempo desde que salimos a caminar juntos", dijo Lan Enyu mientras caminaban de la mano.
"Sí, ya han pasado más de seis meses desde que llegué a esta ciudad", respondió Lan Jiawen. "Al principio, me sentía incómodo, pero ahora me he acostumbrado. Y parece que mi pequeña compañera de juegos ha regresado". él también recordaba sus juegos y también espero por ella, pero no era el tipo de hombre que demuestra su interés de una manera continua, era demasiado reservado y silencioso.
Lan Enyu sonrió y se acercó más a Lan Jiawen. " Lan Jiawen, te extrañé mucho", dijo. "En M, siempre estabas a mi lado, era como si fueras mi mundo. Me acostumbré a tenerte cerca, a que me ayudaras con mis problemas. Pero cuando te fuiste, me sentí perdida".
Lan Jiawen la miró con ternura y la abrazó. "No te preocupes, siempre estaré contigo", dijo. "Aunque no te lo diga, siempre te he cuidado".
Lan Enyu se sintió aliviada y se apretó contra Lan Jiawen. "Gracias", dijo. "Te amo".
Mientras continuaban caminando, Lan Enyu se detuvo en un supermercado y comenzó a comprar golosinas. Lan Jiawen la siguió, sonriendo al ver su entusiasmo.
"¿Qué estás haciendo?", preguntó Lan Jiawen mientras Lan Enyu llenaba el carrito de compras.
"Compro golosinas", respondió Lan Enyu. "¿No te gustan las golosinas?"
Lan Jiawen sonrió. "No, no me gustan las golosinas. Pero me gusta verte feliz".
Mientras continuaban comprando, se encontraron con Han Zijun, quien estaba en la sección de productos para la higiene femenina. Lan Enyu se sorprendió al verlo allí y sonrió.
"¿Qué haces aquí, Han Zijun?", preguntó Lan Enyu. "¿Necesitas ayuda para elegir productos para la higiene femenina?"
Han Zijun se sonrojó y se defendió. "No, no necesito ayuda. Solo estoy... uh... comprando regalos para una amiga".
Lan Jiawen sonrió. "¿Una amiga que necesita productos para la higiene femenina? Eso es muy considerado de tu parte, Han Zijun".
Han Zijun se enfureció. "¡Cállate, Lan Jiawen! No es asunto tuyo".
Lan Enyu sonrió y se despidió de Han Zijun. "Bueno, nos vamos. Que tengas suerte con tus compras, Han Zijun".