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Chapter 17 - DÉCIMO SÉPTIMA NOCHE.

- Chicos, esta fase crítica dura entre tres a cuatro días, dependiendo de las heridas pero de igual manera hay que tener cuidado, la mente se vuelve muy inestable.

- Yo puedo venir después de clases en la moto todos los días a ver a Luz, además, tengo que terminar de esconderla

- Está bien Jorge, pero si ves algo que ha cambiado, me avisas de inmediato, yo trataré de venir en algún momento, de todas maneras, mañana tráete unos guantes, que vas a terminar con las manos destrozadas y una pala o algo así

- ¡Pero mamá!, ¿piensas venir sola por acá?

- No me va a pasar nada, pero si vengo una tarde, puedes acompañarme. Paula, la idea es monitorizar los signos vitales de Luz.

- ¡Voy a faltar a clases!

- ¡No hagas locuras!, vámonos mejor que ya está oscureciendo

Ya en casa, Lina medita sobre su situación con su marido.

- Esta situación se está saliendo de control, Luz está allá botada sola, en cualquier momento la pueden descubrir, también los aimos pueden llegar acá en cualquier momento, Paula está mal... ya no puedo contar con nadie, creo que llegó la hora de volver a Madiere, siempre tuve la impresión que en cualquier momento tendría que volver allá por alguna razón, no quise pensar en eso pero ya ves, no sé qué situación hay ahora pero si me quedo y me hago la tonta, ellos vendrán hasta acá... qué diablos, por ahora voy a tener que salir a defenderme yo sola, no soy una guerrera ni soldado, sólo soy una científica con formación de monja, ojalá mis años de vida sirvan para salir de esta situación, Dieter... así están las cosas.

Paula, quien escucha a escondidas la conversación, llora en silencio.

- Mi hermana Nelda era sorprendente, a diferencia de mí ella tenía un dominio del poder de concentración muy fuerte, antes de instalarme definitivamente en La Tierra, hacía frecuentes viajes de investigación al espacio desde Madiere para hacer trabajos de biología espacial, los primeros viajes fueron en el espacio cercano, pero cada vez hice viajes más largos y distantes, me di cuenta que así me mantenía al margen de la política madeliana y sobretodo, lejos de Rishmondie. Te digo que mi hermana Nelda era sorprendente porque en esos viajes ella podía comunicarse conmigo de manera telepática a pesar de las enormes distancias que nos separaban, pero cuando alcancé la Tierra, ya me encontraba demasiado lejos de Madiere y perdí el contacto con ella y con cualquier otra hermana del monasterio.

Es tarde en la noche, la neblina baja sobre la ciudad mientras en el lejano escondite el capullo sumido en la oscuridad permanece a resguardo, dentro de él, la mente de Luz hace un viaje al pasado, un pasado de escenas tristes y dolorosas que ella selló y borró de sus recuerdos y que ahora vuelven a surgir.

- Hasta llegar a La Tierra no conocía el concepto de parentesco, ni menos el de madre, para mí hasta ahora Nelda era mi progenitora pero aún así ella tenía un trato especial hacia mí, tan cálido y dulce a pesar de ser una mujer severa, seguramente ahora que con los humanos entiendo muchas cosas, podría decir que tal vez Nelda tenía lo que llaman acá, instinto maternal. Pero a la vista de todo lo que he observado desde que llegué, es evidente que desde que mi mamita cerró sus ojos, todo se ha vuelto una sarta de engaños y mentiras. En ese momento lo ignoraba pero ella ya estaba muerta… ¿valdrá la pena vivir una vida así?

Luz recuerda las primeras lecciones de control de la concentración de Nelda, quien era la mejor en el control del aura en el monasterio, aún cuando Luz era muy pequeña cuando empezaron.

- Querida hija Nélide, me temo que nuestro tiempo juntas será poco por lo que cada minuto que podamos compartir las dos es muy valioso, entre mis obligaciones en el monasterio y mi nuevo cargo en el gobierno, pero necesito dejarte todo lo que sé, por lo que como sea me haré el tiempo para estar contigo.

En ese momento no entendía lo que ella quiso decir, pero ahora comprendo que quiso dejarme todo su legado a mí, como hija y discípula, lo máximo que podía dar por que sabía que la vida se vendría difícil... ese tiempo con mi madre fue maravilloso, desde muy pequeña me adiestró en el manejo del poder de concentración, eso me hizo una alumna aventajada dentro del monasterio, pero esos días de alegría se terminaron cuando mi madre enfermó, a partir de ahí las cosas cambiaron para siempre. La madre Amethys fue muy gentil conmigo en ese momento:

- Nélide, a partir de ahora yo estaré a cargo de ti, lamento mucho lo que le sucedió a la superiora Nelda pero a partir de ahora haré todo lo posible para que sea trasladada a un hospital particular, ya que no está muy a nuestro alcance, sólo espero que se recupere pronto. Ella me alcanzó a platicar de su empeño por que aprendas rápidamente el poder de la concentración por lo que mantendré la promesa que le hice, hija mía, de continuar con las lecciones, es cierto que ella tenía un poder incomparable, pero las bases del dominio de la concentración son las mismas y a partir de ahí todo va en el esfuerzo y talento del aprendiz.

De esta manera la superiora Amethys se hizo cargo de los cuidados de Luz, es en ésta época que incorpora a una ayudante a sus lecciones, la monja Dabriánide, quien solo es algo mayor que Luz pero que ya tiene talento para manejar el poder de la concentración. Pero a pesar de los rezos y las esperanzas de las chicas, no llegaban buenas noticias desde la clínica, tampoco Amethys conseguía tener éxito en trasladar a Nelda desde el hospital del cuerpo de defensa. Al pasar de un año las esperanzas de Luz se iban convirtiendo en angustia, sus hermanas monjas tuvieron que redoblar esfuerzos para distraerla con las lecciones, en eso Luz comprendió que no podía distraerse de su empeño que un día le prometió a su madre. Al recordar en retrospectiva todos estos sucesos Luz no pudo evitar llorar...

- ¡Claro, en esos días ignoraba la realidad de mi mamá Nelda y me aferraba como una tonta a la posibilidad de volverla a ver sana!

Así la mente de Luz iba viajando por sus momentos más penosos, es así que saltamos al día en que fue sacada del monasterio como reclutamiento forzoso por soldados del cuerpo de defensa por orden de la general Rishmondie, nadie entendía nada, pero el argumento fue la alarma de guerra por las tensiones con la raza de los aimos. Todas las monjas se opusieron pero las soldados amenazaron con clausurar el monasterio y llevar detenidas a todas, en el momento en que Luz era esposada y llevada una monja trató con vehemencia evitar el hecho pero fue detenida por desobediencia hacia la autoridad, era Dabriánide.

Al salir del monasterio, Luz y Dabriánide fueron separadas. Luz fue llevada a un recinto militar, un lugar completamente desconocido para ella, con mucho miedo sin saber qué esperar ya que nadie le dió ninguna explicación del rapto, el viaje fue muy áspero, todas las soldados en silencio, cuando Luz intentó preguntar algo sólo fué ignorada y cuando insistió en preguntar fue apuntada con un arma lo que casi le provoca pánico. Finalmente al llegar habían unas oficiales discutiendo.

- ¡Eso que acaban de hacer roza la ilegalidad, no pueden actuar así ya que prácticamente cometieron un secuestro, quién es el responsable!

- Mi capitana Haynes, son órdenes directas de la general Rishmondie

- ¿Es que acaso no entiende la general la irresponsabilidad de lo que acaba de hacer?... ¡A partir de ahora yo me haré cargo de ella!

- ¡Pero capitana!

- ¡Esto ya no es problema de ustedes, yo conversaré con la general!

- ¡Si señora!

En eso la que discutía con las soldados se acerca a Luz y ordena que le quiten las esposas.

- Disculpa, esas soldados son unas brutas que no saben tratar a la gente, soy la capitana Haynes Obershdie y me encargaré que tengas un mejor trato, dime niña, cómo es tu nombre

- D... Dhorkoneshdie Nélide...

- ¡Un gusto recluta Nélide!, creo que según la norma de reclutamiento no podré devolverte pronto al lugar donde perteneces, además hay órdenes superiores para que permanezcas acá, lo siento, pero al menos me encargaré de que te traten bien... ¡Soldado Miriyade, lleve a la recluta Nélide al cuartel 5!

- ¡A la orden!

- No te preocupes, Nélide, yo en unos minutos iré allá también para mostrarte las instalaciones

- gra... gracias..., capitana, quiero pedirle un favor, cuando fui traída detuvieron también a una monja por oponerse a mi reclutamiento, se llama Dabriánide, si pudiera informarme de la situación de ella.

- No te preocupes, estaré al tanto de eso y te avisaré lo que suceda.

Luego ya a solas, la soldado Miriyade se presenta a Luz y hace un comentario

- Hola recluta, soy Miriyade, ven conmigo...

- Hola...

- Esa capitana Haynes es una impertinente, insiste en cuestionar la jerarquía, pero lo peor es que se pone en contra de la facción de las amigas de las armas, hasta ahora ha corrido con suerte por que tiene su favor una parte de las oficiales y la tropa, hay que reconocer que es una persona agradable y cercana a la tropa y sobre todo confiable para las superiores pero en cualquier momento se va a meter en un problema gordo. Debería entender que el Clan de las amigas de las armas sólo buscan el bienestar de toda la comunidad, no sólo de nuestro cuerpo. Piensa que actualmente tenemos una situación de crisis con los aimos, que podría desembocar en una guerra.

- No entiendo de qué hablas...

- ¡Jaja, no te preocupes, es sólo política!

- Una... una vez oí que en el cuerpo de defensa no se habla de política...

- Seh, pero las cosas no son tan simples...

- ¿Te gusta el clan de las amigas de las armas?

- Si, soy afín a su ideología y aspiro a integrarme a sus filas, pero por ahora no he podido, igual son elitistas las bastardas

- A veces la vida da señales para guiarnos en nuestras decisiones

- ¿Crees en el destino?

- El destino no tanto, al final las decisiones son nuestras, es sólo que hay que prestar oído a nuestra intuición

- ¿Eres monja?

- Exacto

- Entonces no te costará acostumbrarte a la disciplina de acá, aunque trata de no meterte con gente que sea del clan, es sabido que su relación con el clero es conflictiva

- ...

Al otro día la capitana Haynes le comunica a Luz que la monja Dabriánide fue suelta de inmediato, sólo fue notificada por desobediencia a la autoridad, eso fue un alivio para Luz.

La acción de la capitana Haynes provocó molestia en el clan de las amigas de las armas, pero la General Rishmondie le restó importancia y la dejó proceder. El entrenamiento militar no estuvo exento de problemas dado los votos de monja de Nélide, evitaba tocar un arma por lo que al final casi por obligación Miriyade hizo que Nélide aceptara su arma de servicio, le enseñó a usarla y practicaron tiro. A las dos semanas sin embargo, oficiales del clan llevaron a Nélide al hospital institucional donde está su madre Nelda.

- ¡Madre!... snif... mamá, recupérate pronto - Luz pensaba que estaba viva ya que podía ver el aura de Nelda aún en su cuerpo, en un momento trata de bajar a la sala para verla de cerca y acariciarla, pero las soldados se lo impidieron.

- ¡No puedes moverte de acá, está prohibido acercarse!

- ¡Pero quiero verla de cerca y que me sienta... tal vez...!

- ¡Alto, recluta!- Otra soldado le da un golpe con el arma en la nuca, Luz cae inconsciente.

Verla en estado de coma fue impactante para Nélide, sin embargo no se le permitió acercarse, ni mucho menos tocarla.

Luz despierta en el cuartel, a su lado está su compañera Miriyade.

- ¿Cómo te sientes, recluta?, Dijeron que sufriste una descompensación cuando viste a la ministra Nelda, pero ese chichón en la nuca no es muy de desmayo, ¿o te habrás golpeado al desfallecer?

- Aaaayyyy... creo que me golpearon, estaba muy consciente cuando sentí el golpe

- ¿Fue necesario hacer eso?

- Mi madre está viva, vi su aura, quería estar a su lado y que sintiera mi presencia, quería acariciarla pero no me dejaron...

- Es curioso que sientas tanto apego hacia esa mujer, ¿le llamas madre por que es tu progenitora o algo así?, esa es una palabra arcaica…

- Así es, yo no nací de una incubadora como la mayoría, Nelda me gestó en su vientre.

- De todas maneras es como raro, son escasas las tipas que optan por gestar a sus vástagos en su propio vientre, el resto de nosotras nos gestamos en incubadoras y ni siquiera conocemos nuestras progenitoras, además, ella es sólo tu progenitora... pero lo más chocante es que esas soldados te hayan aturdido, ¡y eran compañeras del clan!

- Bueno, ya pasó, al menos me queda la tranquilidad de que mi madre está viva, oraré para que se recupere pronto...

Desde ese momento Luz sólo de ocupó de entrenar su poder de concentración y su cuerpo en artes marciales, era tanto su empeño que contagió a su compañera Miriyade a practicar también artes marciales, Luz siempre tuvo habilidad física y eso lo explotó más en sus dos años en el cuerpo de defensa con la plena convicción de volver a ver a su madre. En las noches tenían largas charlas sobre la vida y sobre la filosofía que practicaba Luz, en una de esas charlas Miriyade le confiesa,

- Yo soy simpatizante del Clan de las Amigas de las Armas, tu lo sabes, pero aún así es complicado que me acepten como miembro de pleno derecho, sin embargo para ganar méritos me asignaron una tarea con respecto a tí, la cual consistía en vigilarte e informar cualquier actitud sospechosa tuya, al principio la cosa marchaba bien pero al tiempo que íbamos pasando más tiempo juntas también iba perdiendo confianza de mis contactos, ya que todo el mundo sabe que eres una monja

- Ya veo, las monjas tenemos muy mala imagen en el Clan...

- Pero no te preocupes, cada vez me importa menos ser parte del Clan, es verdad, no tengo a nadie en la vida y jamás he confiado, ellas me dieron la posibilidad de ingresar al cuerpo de defensa, y debido a eso me sentía identificada con el Clan, sentía que al fin podía confiar en gente como camaradas, pero veo que ella nunca han confiado en mi, en otras circunstancias hubiera sido triste, penoso, pero fíjate que no me siento mal, creo que es gracias a ti, a tu amistad genuina.

- Miriyade, desde el primer minuto en que te vi, siempre confié en ti, y aún ahora sigo confiando, eres mi primera amiga fuera del monasterio, gracias por tu honestidad.

- Jaja, ¿En qué momento nuestra conversación se volvió tan profunda? jajaja, ¡Qué vergüenza!... de todas formas, recluta... gracias... por tu confianza... nunca nadie... me lo ha dicho

A menudo en los tiempos libres Miriyade sorprendía a Luz meditando.

- Oye recluta, ¿Qué ganas haciendo eso?

- La meditación es la base del poder de concentración, que es el sustento para fortalecer mi aura

- ¿Y qué puedes hacer con tu aura?

Luz hace que un computador de pulsera flote en el aire

- ¡Fantástico!, ¿Y puedo yo aprender eso?

- Cualquiera puede hacerlo, es sólo que tienes que aprender a meditar primero

- ¡Dale, enséñame!

- Pero no lo tomes a la ligera, sino, no lo lograrás manejar

- ¿Acaso dudas de mis habilidades?, ¡no sabía nada de artes marciales y mírame, estoy casi en tu nivel!

- Eso es verdad, entonces empezaremos ahora mismo con las lecciones.

Días después se anuncia el licenciamiento de todas las reclutas pero antes de eso se lleva a cabo un ejercicio militar de simulacro de combate, en el cual participarán las reclutas y soldados, junto algunas oficiales, en todos los ejercicios se usarían salvas no letales, Miriyade ya conocía las bases de la meditación y del poder de concentración, pero apenas y emitía aura, aún así estaba confiada que todo saldría bien ya que las oficiales a cargo pertenecían al clan de las amigas de las armas.

- Haremos simulación de combate, recluta

- ...

- ¿aún te aferras a tus creencias y a negarte a usar tu arma de servicio?

- Mis principios me prohíben a participar en actividades que promuevan la violencia

- Hmmm... me cuesta entender tu postura, ¿Qué harías si alguien te golpea, tampoco tienes derecho a defenderte?

- Al menos nunca tomaré la iniciativa, buscaría la forma de reducir al atacante y evitar que me haga daño y que él mismo se haga daño, para eso también practico las artes marciales, si respondo con violencia a su violencia, ésta escalará hasta que ocurra una desgracia

- Mmm... tiene lógica, de todas formas si no usas tu arma tendrás problemas, no te preocupes, usaremos salvas

Pero durante los ejercicios ocurrió un accidente en el cual Luz le salva la vida a Miriyade, en un ejercicio de ataque, el pelotón de ambas fue atacado con armas reales, varias reclutas resultan heridas y una muerta. Miriyade, quien estaba a cargo recibió disparos que no la alcanzaron pero Luz alcanza a saltar sobre ella y usando su poder desvía los disparos y cubre a Miriyade terminando ambas en el suelo.

- ¡Me salvaste!

- ¡Cuidado, no te muevas! - Luz grita, - ¡¡PAREN EL FUEGO!!

- ¡¡ALTOO ALTOOOO!!, ¡¡NO DISPAREN!!- grita otra soldado a la distancia, pero unos disparos más hieren a la soldado, en eso una oficial interviene. 

- ¡ALTO EL FUEGO!

Miriyade estaba conmocionada, lo que no debía suceder pasó, ella podría haber muerto de no ser por su compañera Luz y su poder de monja, este incidente terminó por desilusionarla completamente del clan, Miriyade creía en el clan, se sentía identificada ya que en sus palabras, si no existiera el clan ella estaría flotando en la nada. Luego del aseo aún en la zona de higiene Miriyade aún estaba conmocionada cuando Luz trató de animarla, Miriyade se la queda mirando y la abraza, ambas están desnudas y Miriyade le susurra al oído;

- Oye, Nélide, hagámoslo...

Luz la mira sorprendida y no dijo nada, era primera vez que Miriyade la nombraba por su nombre y le pareció tan indefensa, sólo cerró sus ojos, subió sus brazos y respondió su abrazo acariciando su espalda y con la otra mano acariciando su cabeza. Esa noche en el cuarto, las chicas tienen intimidad, el sentimiento de soledad y orfandad en ambas se hizo fuerte, Luz lejos del monasterio y con la sensación de que la rodean los enemigos y Miriyade desilusionada del clan y el afecto que se dieron las reconfortó de su soledad.

Debido a la baja en las tensiones todas las reclutas fueron licenciadas eso incluyó a Luz, quien fue promovida a soldado de reserva. Miriyade, que siendo soldado se quedó en el cuartel, el momento de la despedida fue triste pero sin dramas, para ese momento Miriyade ya había perdido su convicción en el clan y buscaría acercarse a la capitana Haynes. Luz pudo retornar al monasterio después de tres años, todas sus hermanas estaban felices y pudo volver a sus votos de monja y continuar su práctica junto a Dabriánide y Amethys. A menudo se comunicaba con su amiga Miriyade para saber si estaba bien, pero la paz sólo duró un año.

Estalla la guerra con los aimos y nuevamente Luz es buscada en el monasterio, Miriyade le alcanza a advertir que no vuelva pero la comunicación se corta, Dabriánide se da cuenta de lo que sucede y ayuda a escapar a Luz sin embargo ambas son atrapadas y esta vez Dabriánide será encerrada por tiempo indefinido.

Rishmondie convocó a Luz para una misión especial, Luz solicita que antes de la misión pueda ir a ver a Dabriánide en el presidio, en eso aparece Miriyade, quien había sido enviada al frente pero por gestión de Haynes pudo retornar por breve tiempo al cuartel, es ahí que ella transporta a Nélide a la prisión.

En el lugar Dabriánide y Nélide tienen su reunión, la cual es interrumpida por el ataque del aimo mutante, que las obliga a luchar contra el monstruo, después de una ardua lucha en la cual Dabriánide le dio una justificación para luchar por la supervivencia, finalmente es Miriyade quien da el tiro de gracia al monstruo, es ahí que Dabriánide le dice que pronto será liberada.

Salimos de la mente de Luz y volvemos a la realidad, Jorge cumple con su promesa y todos los días después de clases va a ver a Luz, por su parte Lina ya conversó con su marido sobre su decisión. 

Miriyade se entera del escándalo fuera del presidio y oye las explosiones por lo que decide entrar a buscar a Luz.

- ¡Mierda, algo está pasando ahí adentro y para variar esa porfiada de Nélide no llevó su arma de servicio!

En su calidad de soldado no iba a tener problemas con las autorizaciones del personal de la cárcel, sin embargo el alboroto era tan grande que nadie siquiera le prestó atención, todos huían del lugar, esta corriente en contra de gente que pugnaba por escapar del recinto retrasó a Miriyade, más aún cuando no conocía el lugar.

- ¡Hey, necesito saber dónde tienen encerrada a una tal Dabriánide!

- ¡SAL DE MI CAMINO!

¡Esto es imposible, todo el mundo está en pánico! - De pronto Miriyade ve a una guardia muy joven, la agarra con fuerza y le habla con autoridad: -¡OYE GUARDIA, SOY LA CABO MIRIYADE, DEL CUERPO DE SEGURIDAD, LLÉVAME DONDE ESTÁ LA RECLUSA LLAMADA DABRIÁNIDE!, ¡ES UNA ORDEN!

- ¿Eh?, ¡pe pe pe... pero e... ella está en el pabellón ci ci ci… cinco!

- ¿CÓMO LLEGO HASTA AHÍ?, ¡VAMOS, RÁPIDO!

- Es... por el pasillo de la izquierda...

- ¡IMPOSIBLE, TÚ VIENES CONMIGO! - Miriyade agarra del cuello del uniforme a la pobre chica guardia y se la lleva arrastrando.

Más adelante ya estaba más vacío de gente pero no había iluminación artificial.

- ¡Oye guardia, dame tu linterna!

- S... si... m… mi mi mi cabo, y… ya a partir de acá es cerca, entrando por este pasillo es el módulo cinco…

- En unos minutos te suelto... - De pronto un estruendo sacude el lugar - ¡Mierda! - Miriyade saca su arma y observa a la guardia que está muerta de miedo - ¿Es derecho por acá?

- ¡S... Si señora!

- Entonces ya puedes largarte

La joven guardia sale despavorida en un segundo mientras Miriyade le sigue la pista al estruendo y los ruidos.

- ¡Esta mierda apesta! ¡ya me acordé, el truco más sencillo de la concentración es captar el aura de otra persona!, a ver, lo voy a intentar...

Mientras camina siguiendo los ruidos Miriyade hace una meditación sencilla.

- ¡Es verdad!, siento dos presencias por allá, ¡Genial, este poder es súper útil!

Pero casi al llegar al lugar el pasillo está obstruido por derrumbes de material, Miriyade tiene que abrirse paso entre los escombros.