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Chapter 3 - CAPÍTULO 1.

Capítulo 1: La nueva chica

—¿ESTAS SEGURO ACERCA DE ESTO PRINCESA?— pregunta mi madre.

—Si señora.—Respondo con un saludo militar.

Mamá me lanza una mirada preocupada.

—No es demasiado tarde para cambiar de opinión,—agrega.

volteo los ojos.

—No voy a cambiar de opinión mamá.

Me agarra de los hombros mientras me abraza.

—Sí, estoy bien. Solo necesito acostumbrarme a este lugar eso es todo. Ya no soy una bebe.

Ella suspira en voz alta y me besa en la mejilla.

—Si pasa algo, llamame,— reitera mamá.— Inmediatamente.

Me señala con el dedo.

Asiento mientras mi hermano Paul la arrastra físicamente para el auto y cierra la puerta.

—¡Buena suerte, val!,— grita.—¿Sabes que estoy a solo una llamada hermanita?.

Coloco los ojos en blanco.

—Lo se, gracias.

Nunca pensé que un día podría cambiar mi vida de esa manera. Cuando recibí la carta de aceptación del Instituto Crestwood, sentí que el mundo se me venía encima. Era un sueño hecho realidad, pero también un desafío aterrador. Con una beca en un lugar donde los estudiantes llegaban en coches de lujo y vestían ropa de marca, sabía que tendría que esforzarme el doble para encajar.

El primer día, el aire estaba cargado de nerviosismo y emoción. Al entrar por las puertas del instituto, el eco de mis pasos resonaba en el pasillo de mármol. Las paredes estaban adornadas con cuadros de antiguos alumnos, todos ellos sonriendo con una confianza que yo aún no poseía. Me ajusté la mochila sobre el hombro y respiré hondo, intentando calmar el torbellino de emociones que me invadía.

Las miradas comenzaron a dirigirse hacia mí. Susurros, risitas, y algunas expresiones de sorpresa se cruzaron entre los estudiantes. Me sentí como un pez fuera del agua, un bicho raro en un acuario de peces de colores. Pero no podía dejar que eso me detuviera. Tenía que demostrar que era digna de estar aquí.

—¿Quién se cree, viniendo aquí con esa ropa?,— dijo una chica rubia, con un tono despectivo que resonó en el aire.

𝑸𝒊𝒊𝒊𝒏 𝒔𝒊 𝒄𝒓𝒊𝒊 𝒗𝒊𝒏𝒊𝒊𝒏𝒅𝒐 𝒊𝒒𝒖𝒊 𝒄𝒊𝒏 𝒊𝒔𝒊 𝒓𝒊𝒑𝒊.

Apuesto que ese color de cabello es falso, sentia la ira comenzaba burbujear dentro de mi, no le voy a demostrar a esa estupida que sus palabras me afectan, en lugar de responder continue con mi camino buscando el aula donde tendría mi primera clase.

No puedo dejar que los comentarios me afecten, llegue hasta aqui por mi esfuerzo y no voy a permitir que nadie me haga sentir inferior.

𝑸𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒋𝒐𝒅𝒂𝒏 𝒕𝒐𝒅𝒐𝑠.

Cuando finalmente entre al aula, el murmullo se detuvo. Los estudiantes me miraron, algunos con curiosidad, otros con rabia. Me sente con la cabeza alta, intentando mostrar confianza. Sin embargo, el silencio es realmente incomodo.

La profesora entró al aula, comenzó a presentar a los nuevos estudiantes y para mi mala suerte, era la unica nueva.

Sentí que el corazón me latía con fuerza.

—Soy Valeria Nightshade, dije, tratando de mantener la voz firme. —Vengo de un barrio humilde y estoy aquí gracias a una beca.

Las palabras salieron de mis labios como un mantra, un recordatorio de que tenía derecho a estar allí, a soñar en grande.

Las clase de Geografia que por cierto. ¿Quien carajos ve Geografia a primera hora?. La profesora parece como si tuviese efectos acuaticos, cada vez que habla le sale como 2 litros de saliva.

Que asco. ¿Se supone que estos son los profesores elites?

— Hola — saludo a una chica guapa que estaba al lado mio.—¿Es normal que vote tanta saliva por la boca?-— pregunte muerta de risa.

La chica se volteo y ni me miro.𝑂𝑑𝑖𝑜𝑠𝑎 𝑦𝑜 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑎𝑏𝑙𝑒.

Senti como si alguien me estuviese observando, al voltear veo un chico moreno sumamente guapo debo admitir que me miraba fijamente como si estuviese evaluando cada uno de mis movimientos.

𝑆𝑖 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑡𝑎𝑟𝑎𝑛 𝑦𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑟𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑚𝑖𝑙 𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎.

Despues de 2 horas de tortura con la profesora acuaman de Geografia se termino la clase, vi como el de la mirada matadora se levantaba de su asiento y se dirige en mi direccion con otros chicos.

¿De donde salieron estos?

Intente huir tenia un presentimiento de que voy a terminar muerta antes de perder mi virginidad, cuando intente esquivarlo ya los tenia en frente.

—Hola, nueva.¿Cómo te sientes siendo la única pobre en esta escuela?—Pregunto el moreno con su tono lleno de sarcasmo y con una sonrisita en la cara.

Levanto una ceja mientras me cruzo de brazos.

— Hola principito pijo. ¿Que se siente ser el niño mas idiota del instituto?.

Una chica se sobresalta mientras se lleva la mano al pecho.

—¿Dejaras que te hable asi Dario?-—le pregunto la misma chica que juzgo mi ropa.

𝐶𝑜𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎 𝐷𝑎𝑟𝑖𝑜...

—Creo que le vendria bien enseñarle como funcionan las cosas aqui, —Gruño uno de los guapetones mientras me alejaba poco a poco de ellos.

Lo mire con ira.

—No tengo tiempo para sus tonterias, dejame pasar.

Darío se rió.

—¿Tan rápido quieres irte? Pero si apenas acabas de llegar.

—No necesito tu permiso para estar aquí.—respondo con firmeza mientras aprieto los puños.

Antes de salir corriendo, senti que me agarraron por el brazo y me estrellaron contra la pared.

—Pide disculpas rizos, ¡nadie me habla asi!—Dijo Dario mientras me asesinaba con la mirada.

—¡Jodete! —gruñi con mis puños apretados tratando de soltarme pero era inutil.—sueltame carajo.

Me sonrió con toda la satisfacción presumida de un imbécil convencional.

—Tienes agallas, lo admito. Pero eso no cambiará el hecho de que nunca serás uno de nosotros.

Me senti herida lo admito y no se lo voy a demostrar, ninguno de estos pendejos me va a joder.

—Tal vez no quiera ser uno de ustedes. Tal vez yo quiera ser mejor que todos ustedes.

—Ya veremos cuánto tiempo puede resistir esa actitud. No soy el único que te está observando, Rizos.— Dijo dario como su arrogancia.

Mire alrededor y todos nos estaban mirando eramos el centro de atencion, mi plan de pasar desapercibida fracaso ahora sere la burla de todos estos imbeciles.

lo mire de forma desafiante acercando mi cara poco a poco a la de el, rozando casi nuestros labios y le susurre:

—Se quedaran esperando 𝑁𝑖𝑛̃𝑜 𝑅𝑖𝑐𝑜 por que no van a lograr derrumbarme.

—Esperaba que mencionaras eso.—Mientras su boca se dirige a mi cuello dando un pequeño roce con sus labios.

Con una sonrisa arrogante en la cara antes de salir por la puerta, da la vuelta y Grita:

—Nos vemos pronto 𝐑𝐈𝐙𝐎𝐒. La

próxima vez, te haré rogar.