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Chapter 6 - Lo que se esconde en el bosque

Los cuatro estaban descansando al pie de un árbol que no estaba quemado. Ya llevaban cerca de una hora caminando y, en ese transcurso, encontraron unos pequeños grupos de no muertos con los que pudieron practicar con sus armas. Circe se encontraba limpiando la sangre de sus espadas, mientras los demás se mantenían en silencio.

"¿y si lo hicimos enojar…? "-pensó Circe en voz alta- "tal vez por eso estamos aquí…" -continuó ella.

Sera clavó su mirada en Kyra, como esperando una respuesta, las miradas de ambas choraron, pero rápidamente Kyra desvió la cabeza con una expresión de molestia. 

"A mí no me parecía tan malo…" -siguió Circe-. "de hecho me parece que es muy amable- "

Hablando entre dientes, Kyra interrumpió con frustración "¿Puedes callarte?" 

Circe la miró molesta, pero acató su orden. Nuevamente, el silencio reinó.

"¿de verdad le temen a la vizconde…?" -dijo Sera.

Kyra la miró claramente molesta.

"Jean creó este lugar…" -respondió Sera, con un tono retador-. "Aparecía y desaparecía como quería, nos dio estas armas…"-continuó mientras materializaba su espada.

"¿Aún crees que no es lo suficientemente poderoso para derrocar a la vizconde?" -preguntó Sera, sarcásticamente.

Hizo aparecer su arco, soltó un suspiro rápido y corto, llena de frustración, ella se levantó, le lanzó una mirada asesina a Kyra y caminó dando pisotones molesta en dirección al monolito, que aún se veía muy distante, Circe, concordando con Sera, se levantó y corrió para alcanzarla. Kyra las miró alejarse, molesta, se encogió de hombros y dirigió su mirada a Hugh.

"¡¿Y ahora se van solas?!" -Se quejó ella.

Hugh, soltó un suspiro en señal de rendición, se levantó y respondió: "Vamos…", mientras caminaba y señalaba con la cabeza a la dirección en la que estaban Sera y Circe.

"¡AGG!" -gritó Kyra, claramente enojada, pero se apresuró a alcanzarlos. 

Conforme se adentraban al bosque los árboles se hacían cada vez más altos y gruesos, a la luz se le dificultaba atravesar el grueso follaje por lo que una suave capa de niebla llena de olores amaderados y agua estancada hacían difícil respirar, al estar tan profundo en el bosque tuvieron que hacer una antorcha con una rama que encontraron tirada en el suelo y un trozo de la ropa de Hugh, él iba al frente, la antorcha en su mano izquierda y en la derecha, su hacha. La zona era tan silenciosa… en el suelo había varios charcos de agua y de vez en cuando se escuchaba el crujido de las ramas y poco después caían con fuerza.

 Kyra, la cual se encontraba al final del grupo, aún algo fastidiada, de pronto avistó a la distancia una sombra moviéndose, pero no pudo identificar lo que era.

 "Alto" -dijo Kyra en voz baja.

 Hugh rápidamente se detuvo y la miró "¿qué pasa?" -preguntó.

 "Vi algo moverse por allá…" -respondió Kyra mientras señalaba a donde antes notó la sombra

 "Sera, dispara una flecha…" -pidió Circe

 Todos se mantuvieron en silencio, mientras esperaban la luz de las flechas de Sera, pero nunca apareció. Miraron alrededor, buscándola.

 "¿Dónde está…?" -preguntó Kyra "estaba delante de ti" -le recriminó a Circe.

 "Pero tú nos llamaste y ella se puso detrás de él…" -se defendió Circe, apuntando a Hugh

 "no puede estar lejos…" -respondió Kyra

 Ella levantó una rama caída y le ató un trozo de su camisa, rasgándola y dejando parte de su estómago al descubierto. Luego, acercó la antorcha de Hugh y prendió fuego a la tela.

 "hay que buscarla… tú y yo vamos juntas" -le dijo Kyra a Circe, "Hugh, tu sigue adelante, nosotras iremos atrás y veremos si está cerca…"-dijo Kyra, antes de darse la vuelta e irse.

 "bien…" -respondió él.

 Kyra y Circe se salieron del camino, alegándose de Hugh, los espacios eran más estrechos y difíciles de atravesar. Caminaron varios metros.

 "¿escuchaste eso?" -pregunto Circe, con un tono de angustia.

 "¿Qué cosa?" -respondió Kyra, extrañada.

 "era como… em… como un susurro…" -respondió Circe, casi tartamudeando

 "¿Un susurro?, ¿De dónde?" -preguntó Kyra, aún más extrañada.

 Circe apunto a una abertura en el suelo debajo de un árbol, Kyra entrecerró los ojos y dio algunos pasos lentos, de repente, desde arriba calló otra rama, asustándolas, al mirar la rama notaron una especie de seda pegajosa, también, la rama era demasiado gruesa y se veía muy resistente como para caer por su propio peso.

 Kyra miró arriba y levantó la antorcha, entrecerró los ojos para ver mejor y noto un pequeño reflejo naranja por la antorcha, después se volvieron dos, tres… ocho, segundos después aparecieron tres grupos más, tres creaturas con ocho ojos acercándose poco a poco.

 Kyra, por instinto tomó a Circe del brazo, que ya estaba en shock, ambas corrieron a la cueva bajo el árbol, una de las arañas gigantes saltó al suelo, cayendo a pocos metros entre Kyra, Circe y la cueva. Ambas se detuvieron en seco, las otras arañas cayeron con fuerza, bloqueando las salidas.

 Circe, estaba temblando, al bode de las lágrimas y apenas manteniéndose en pie, Kyra, aunque aterrada miró en todas las direcciones, buscando una salida. Una de las arañas levantó sus patas delanteras, preparándose para atacar. La araña dejó caer sus patas sobre Kyra como si fuese una guillotina. Kyra Levantó su espada por instinto, pero cerró los ojos resignándose, de pronto, la araña soltó un fuerte y agudo chillido de dolor, retrocedió unos pasos, Kyra abrió los ojos, frente a ella se encontró un gran trozo de la pata de la araña, un poco más lejos estaba la araña moviendo su extremidad cercenada.

Kyra miró a Circe, la cual aún estaba temblando "¡Mira!" -le dice, con clara sorpresa.

Circe observó a la extremidad cortada, después a Kyra, ella miró su espada, aún con algunas gotas de una sangre verde, proveniente de la araña, finalmente Kyra apuntó a las espadas de Circe, ella colocó sus manos en el suelo y se impulsó hacia arriba, aún le temblaban las piernas, ante la imponente figura de una de las arañas, Circe levantó su guardia y se preparó para pelear.

La araña frete a Circe lanzó un ataque, pero Circe logró bloquearlo, perdiendo el equilibrio un segundo, algo que la araña no desaprovechó atacando nuevamente. Circe logró evitar el ataque impulsándose con su pierna derecha hacía la izquierda, no obstante, el monstruo fue lo suficientemente rápido para prever esto y lanzar un estocada con una de sus patas, esta vez Circe no logra esquivarlo por completo, pero solo le causa una herida un poco profunda en su costado izquierdo, desgarrando parte de su ropa también. 

 Kyra observaba el enfrentamiento de Circe, pero las arañas soltaron un leve rugido insinuando molestia, Kyra tomó su espada con ambas manos, estaba algo pesada por el miedo que sentía en su corazón, ella, al notarlo se obligó a ignorar sus dudas, fijo su vista en las arañas y con determinación se lanzó contra ellas, elevó su espada y la dejó caer con toda su fuerza sobre la araña a la que le había cortado antes la pata, la espada le cortó uno de sus colmillos, cayendo y derramando un líquido verde muy oscuro, más que la sangre de esos monstruos, la creatura gritó de dolor y retrocedió, la otra araña lanzó un ataque bajo, tratando de cortar las piernas de Kyra, esta, clavó su espada en la tierra logrando bloquear ese ataque, la araña más herida; harta, le arrojó telarañas provocando que Kyra se quede atrapada, con su pata derecha le lanzó otro ataque haciéndole una herida en el brazo derecho y otra en la pierna, al mismo tiempo que cortaba las telarañas que retenían a Kyra.

 Ella, como pudo, tomó distancia, pero por su herida se tuvo que arrodillar, con su mano izquierda presiono la herida del brazo, después se levantó, apoyándose en su espada y en su pierna izquierda. Volvió a su postura de combate. La araña más herida corrió hacia Kyra, ella la esquivo tumbándose al suelo, al mismo tiempo tomo su espada con mucha fuerza y la apuntó hacia arriba cortándole todo el abdomen a la araña, la creatura se detuvo a unos pocos metros de Kyra, intentó darse la vuelta, pero simplemente callo y un charco de sangre verde se esparció debajo del monstruo.

 Circe se preparó para luchar contra la última araña, pero esta, la ignoró por completo cargando en furia contra Kyra, ella, corrió al cadáver de la araña que acababa de matar, la escaló para superar la altura de la que la seguía, Kyra saltó y ajustó el agarre de su espada haciendo que esta aumentara su peso, en un instante, la espada callo con tanta fuerza que agrietó el suelo, despedazando a la araña.

 Kyra se encontraba a un metro de su espada, llena de los líquidos de la creatura, Circe corrió para ayudarla, tomó la espada que estaba clavada en el suelo y ambas se ayudaron a caminar, alejándose de los cadáveres y sentándose en la base de uno de los árboles.

 Kyra jadeó "eso… estuvo cerca…" -dijo.

 "s-si…" -respondió Circe

 "¿Por qué Jean no nos advirtió que habría cosas como estas…?" -se quejó Kyra

 Ambas se quedaron en silencio, mirando a las arañas.

 "em…" -expresó Kyra- "me siento algo mareada…" -dijo.

 "tus heridas no son muy profundas… no has perdido mucha sangre…" -dijo Circe, revisando las heridas de Kyra.

"pero creo que tenían veneno…" respondió Kyra

Circe se mantuvo en silencio 1 o 2 segundos, sus manos temblaron ligeramente y su voz le dificultó el hablar

 "¡Hay que volver con Hugh…!" -dijo ella- "¡Tal vez si terminamos esto rápido, el señor Jean nos diga que hacer… o-… o tal vez solo sea anestésico!" -expresó, alterada.

 Circe levantó a Kyra y se apresuraron a volver por el sendero del que venían.

 "No olvides la antorcha…" -ordenó Kyra, sintiendo el efecto del veneno.

 "¡Si estas envenenada no tenemos tiempo que perder…!" -respondió Circe

 Ambas caminaban entre la oscuridad, los rayos de luz demostraban que era de noche, extrañamente aún se podía ver un poco el camino.

 "¡espera!" -dijo Kyra de repente- "mi pie… esta atorado con algo…" -dijo Kyra con fuerza.

 "¿Qué?, ¿y con qué?" -preguntó Circe

 "no lo sé, pero se siente… extraño-…" -Kyra se interrumpió.

 Ella empujó a Circe, haciéndola caer, De pronto, Kyra fue arrastrada con fuerza hacia lo profundo del bosque.

 "¡Kyra!" -gritó Circe.

 Ella se levantó y siguió los gritos de Kyra. Circe evadió varios obstáculos aun escuchando levemente la voz de Kyra, tras una corta persecución, Circe llegó al último lugar en el que escuchó a Kyra, miró alrededor buscándola, Circe se sorprendió, habían varias flechas brillando, clavadas en el suelo, en los árboles y otras marcas de batalla, de repente sintió un escalofrió en su espalda, miró hacia arriba encontrando al fin a Sera: parecía inconsciente, estaba atada de piernas y manos con telarañas, también estaba llena de heridas y su ropa totalmente desgarrada, apenas cubriéndola, a su derecha encontró a Kyra, retorciéndose, con una gran cantidad de telarañas cubriéndole la boca, Kyra también tenía bastantes raspones y heridas, retorciéndose levemente e intentando mantenerse consiente, las telarañas eran casi tan fuertes como el metal. Cuando los ojos de Circe se encontraron con los de Kyra, esta se echó a llorar e inmediatamente después se desmayó por el veneno.

 En un parpadeo cientos de ojos aparecieron, al segundo siguiente las arañas descendían de los árboles rodeando a Circe, se quedó congelada del terror y casi aceptando su destino soltó sus espadas, entonces, del fondo del bosque se escuchó el chirrido de una araña, todas las creaturas que rodeaban a Circe la ignoraron y miraron hacia la fuente del ruido como si esperasen algo, todo el bosque se mantuvo en silencio, pero una leve luz naranja apareció del camino que custodiaban las arañas, poco a poco se estaba acercando, desde la luz, una araña salió volando en pedazos, después otra… y otra… y otra más, hasta que ese camino estuvo despejado. A la distancia: Hugh, él estaba lleno de heridas, raspaduras y moretones. Aun así, se mantenía de pie cortando cada araña que se le cruzara. 

 Circe sintió sus qué piernas perdieron toda su fuerza, cayendo al suelo al borde de las lágrimas y con un rostro de alivio. Rápidamente se forzó a levantarse, sacó las cadenas de sus espadas y comenzó a incapacitar algunas arañas que después Hugh remataba.