Las luces de las ambulancias y los coches de policía iluminaron toda la calle antes
inmersa en la oscuridad de la noche. El ruido estridente de estas despertó a los vecinos que vivían en la no muy bien cuidada avenida. La luz iluminó la vía mal pavimentada y las desecoloridas paredes de las casas, alrededor de estas luces los agentes impedian que todas las personas de alrededor, vesitdas con ropas suicas y mal lavadas, se aglomeraban en lo que parecia ser la escena de un crimen. La policía y los paramédicos sacaron 2 cuerpos de uno de los edificios sucios, ambos cuerpos estaban cubiertos con lonas negras por las cuales se podian ver cortes profundos en los cadaveres.
En medio de este desastre, un niño de unos 6 años, magullado con moratones en los brazos y la cara, delgado como un fideo crudo, y un rostro que mostraba la vaga alimentación que el niño había recibido, salió del edificio escoltado por algunos policias que poco después lo subieron al coche como si de un criminal se tratara. El niño obedecia sin mostrar sentimiento alguno. Algunos empezarón a murmurar cosas sobre el incidente:
- ¿Es él el causante de esto?
- ¿No es él su hijo?
- Sí, ¿cómo se llamaba?
...
Poco a poco estos murmullos se convirtieron en palabras de odio y desperció hacia el joven niño que, al aprecer, mató a sus padres de aquella horrible manera...
--- 6 AÑOS MÁS TARDE ---
PUNTO DE VISTA DE KAI:
La escasa luz solar que entraba por las separaciones de las astilladas tablas de madera fue suficiente para despertarme del casi nulo sueño que había tenido. Me estiré un poco, bostecé, y admiré la cutre cabaña hecha con tablones humedos y podridos de madera que había construido hace un par de años con orgullo y pensé: "Deberia cambiar las tablas... quizá otro día". Me senté sobre el colchón al que llamaba cama y, encendiendo el fuego de la cocinita de gas, cojí una sarten, pille un par de huevos de la neverita que tenia al lado y me hice unos humildes huevos revueltos que me comí juesto después de acabar de cocinarlos. Nada más acabar de recoger lo poco que había por en medio, me puse unos zapatos negros que a duras penas eran de mi talla y salí por la puerta, que consistia basicamente en unos trapos cosidos torpemente. Al salir admiré por un segundo la cabaña construida con tablones y techo de chapa alrededor de un olivo, era de aproximadamente 4 metros cuadrados y 1.80 metros de alto. Me giré y visibilicé todo mi barrio natal, que consistia basicamente en edificios mal cuidados de no más de 15 metros de altura, y parte de la gran ciudad en la que vivia. Después de admirar por unos segundos el repetitivo paisaje que veia cada mañana, me puse mi gabardina gris que estaba colgada en uno de los pocos arboles que había cerca de mi cabaña, me puse la capucha para que nada más que mi boca y mi barbilla fueran visibles y comencé a bajar la arida colina donde estaba ubicado para acercarme más a mi barrio y comenzar mi "trabajo".
Al bajar la colina a saltos llegué a la calle principal del barrio, una amplia calle mal asfaltada y sin nada que se pareciera a una acera. Estaba completamente desolada, algo bastante común en el barrio y más a estas horas de la mañana, apenas eran las 8 y los pequeños negocios empezaban a abrir, "Con un poco de suerte hoy no habrá ningun robo" pensé para mis adentros mientras soltaba una risilla. Al llegar a uno de los muchos callejones que habían a lo largo de la calle, me quité la capucha y entré.
Caminé a traves del sucio callejón, pisando varias bolsas de basura y apartando tablones de madera hasta que llegué a lo que parecia una chatarreria que encima de su puerta tenía un cartel de leds mal colgado en el que se podia leer "Chatarreria Volga". Entré por la puerta con una sonrisa y al ver a un hombre de unos 2 metros con un brazo del tamaño de mi cabeza y un corte militar sentado en el mostrador con estanterias y cajas llenas de chatarra alrededor grité:
- ¡Buenos días señor Milena!
Al escuchar mi alegré grito el hombre miró al frente y suspiró, al alzar la vista se podia apreciar los tatuajes que tenia por el cuello y los brazos, su camisa blanca de tirantes también resaltaba sus musculos.
- ¿Vienes de nuevo a por trabajo chavalin? - dijo con una sonrisa amable.
- ¿Para que otra cosa vendria aquí? - dije con una sonriendo amigablemente mientras me acercaba al mostrador. - Dicho esto, espero que tengas un buen encargo para mi.
El señor Milena, más conocido como Volga Milena, a parte de ser un chatarrero también tenia contactos con el mercado negro y gracias a ello podía obtener bastante información, como lugares donde hay buen material y tal. Y bueno, yo era basicamente el chico de los recados, el me asignaba todo tipo de encargos, ya sea de recolectar chatarra hasta robar, y a cambio el me daba suministros, dinero, y piezas para expandir y mejorar mi cabaña.
- Bien. - asintió el señor Milena, cojiendo varios papeles y cambiendo su expresión amable a una más seria. - El encargo de hoy és sencillo, lo has hecho mil veces, tienes que robar varias piezas de la casa de un ingeniero, són bastante caras y útiles para muchas cosas asi que ten cuidado, hay bastante información que te he de comentar asi qu..-
- ¿Solo eso? - le interrumpí con entusiasmo. - Perfecto.
- Tu la de escuchar como que no... como siempre, yo si es que no se ni porque me sorprende... - dijo suspirando con una voz algo despesperada, como si sintiera que habla con una pared.
- blah blah blah... - Respondí de forma burlona, imitando una boca con mi mano, riéndome de la excesiva cantidad de información con la que me estaba bombardeando.
El señor Milena frunció el ceño en señal de enfado y gritó:
- ¡Pues muy bien!... Aquí tienes tu gps, tu tarjeta del bus y hoy por niñato te quedas sin ningun tipo de arma, espabilate como puedas. - Dijo enfadado, una venilla de su frente se marcó bastante debido a lo molesto que él estaba.
Al ver esa venilla, no pude evitar soltar una risilla mientras me tapaba la boca, como si eso fuera a evitar que el se diera cuenta. Al ver y escuchar mi risa, el señor Milena se enfado aún más y se lanzó hacia mi, yo al verlo corrí instintivamente hacia la puerta y sali corriendo por el callejón, al girar mi cabeza pude ver al hombre correr detras de mi. Cuando llegué a la calle principal, volví a girar mi cabeaza solo para ver al señor milena suspirando mientras un extremo de su boca se curvaba torpemente en una sonrisa molesta.
- ¡Ten cuidado de que no te maten! - Gritó el señor Milena.
Respondí con una amplia sonrisa y haciendo una señal de aprobación con el pulgar hacia arriba. Después de esta rara pero a la vez común despedida entre nostros dos, me volví a colocar la capucha de la gabardina y continué corriendo hasta que llegué a la parada de bus más cercana.
Allí miré el gps, que era basicamente un móvil con la apliación de gps abierta, este marcaba la ruta que tenia que seguir hasta el objetivo y, poniendo una cara de desagrado, me di cuenta de que estaba en la otra punta de la ciudad, justamente en la zona más pija posible toma ya. Después de de maldecir un rato, acepté la realidad y esperé al único bus que me llevava directamente hasta ese barrio, barrio cuyo nombre no conocia, asi que simplemente le llamaba barrio pijo. Apenas 10 minutos tuve que esperar hasta que pasará el bus, completamente vacio debido a la zona en la que acababa de parar, "Que bien vivir en un barrio de mierda" pensé mientras pasaba la tarjeta de plastico por el lector. Me senté en el asiento más lejano al conductor posible y, bajandome la capucha, miré cuanto tiempo tardaria en llegar.
2... 2... 2 horas... Nada más arrancar el bus, maldecí en silencio y esperé paciente... muy pacientemente...
Al cabo de 2 horas de sueño intermitente, llegué a mi destino. Mis ojos se iluminarón al esuchar en nombre de la parada y sali escopeteado del bus, después de estirarme un poco, miré el móvil para saber en cual de estas inmensas casas tenia que colarme a robar. Eran las 11 de la mañana de un Lunes así que lo más probable es que todo el mundo estubiera trabajando. "Este trabajo será muyyyyy fácil" pensé, mientras soñaba despierto con los paneles solares que podria sacarle al señor Milena como recompensa. Pensandolo bien, esos paneles solares me vendrian muy bien... hace poco que conseguí contruir un generador que funciona a duras penas con baterias robadas... unos cuantos paneles me irian bien.
Después de caminar por alrededor de 10 minutos por aquel asombroso barrio, maravillandome con las grandes casas y soñando despierto con las recompensas que conseguiria llegue a mi destino, una gran casa de 2 plantas con un terreno inmenso y, probablemente, con piscina, no lo había visto asi que no lo podia saber, pero era algo que me esperaba. Después de hacer el usual reconocimiento que hago siempre que voy a robar a una casa, el señor Milena me llamó.
- ¿Siiii? ¿Pasa algo señor Milena? - dije despreocupadamente mientras me apollaba en los muros de la blanca e inmensa casa.
- Claro que pasa algo... - dijo entre suspiros con un tono serio, se notaba que no estaba para bromas en ese momento. - ... Los de FACE te han seguido el rastro y saben a donde vas, ten cuidado. Solamente roba las 2 piezas que te dije y listo.
Sus indicaciones eran claras y rapidas, yo, que usualmente siempre bromeaba y actuaba de forma tonta en estos casos, atendí con una expresión algo preocupada, al fin y al cabo los de FACE podían liármela bastante. Después de escuchar sus indicaciones su tono se volvió algo más suave:
- Después de este encargo quiero hablar contigo sobre algo importante, no dejes que te pillen. - Dijo con un tono amable y calido, casi como el de un padre a un hijo.
Yo, sonriendo y un tono confiado dije:
- Claro que si, ¿Cuando he fallado yo?
Después de eso el señor Milena suspiró preocupado y colgó.
Pensé por un rato en lo que el señor Milena me había dicho y llegué a la conclusión de que probablemente ya habría algún agente de FACE por aquí. FACE basicamente son las Fuerzas Anti-Criminales Elementales.
Después de plantear una estrategia con sentido decidí meterme en la casa. Gracias a mi elemento, el viento, podía aplicar ciertas condiciones sobre mi mismo que me beneficiaban a la hora de entrar a sitios sin ser visto. Mi elemento era algo mierda, eso o que yo era simplemente malo usandolo, pero gracias a que desperté hace 6 años he podido más o menos adaptar mi elemento a mi falta de talento. Al fin y al cabo viviendo en un barrio donde la ayuda mutua es inexistente te las tienes que apañar como pudes.
Apliqué varias utilidades con mi elemento, como una capa de viento que eliminaba cualquier ruido que hiciera y varias cosas más para no ser detectado. Salté con ayuda del viento hasta el tejado de la gran casa sin hacer ningun tipo de ruido gracias a mi magia. Mi gabardina ondeaba con gracia mientras yo bajaba suavemente hasta posarme en lo alto del tejado. Posterior a eso, busqué una zona por donde podría colarme. En el otro emisferio de la casa pude comprobar que, como yo había supuesto, había una gran piscina rectangular con varias tumbonas cerca. Pero eso no era lo importante, justo debajo mio había una terraza por donde se podría entrar. Me deje caer lentamente hasta que pise el suelo de la terraza sin hacer ningún ruido y me aproxime a la puerta corredera de la terraza que, logicamente, estaba cerrada. Realmente que estubiera cerrada o no no era un gran problema, tenia una gran facilidad para abrir puertas, y más las puertas correderas de terraza. Lo unico que tenia que hacer era dejar entrar una densa corriente de aire que desbloqueara el seguro y abrir la puerta desde dentro. Una vez hecho pude abrir la gran puerta corredera de cristal y entrar dentro de la mansión.
Una vez dentro, me acordé que estaba en una mansión de gente rica y no en un gran almacen de contrabando, que era donde solía robar. Por lo que, en general, este tipo de casas suelen tener alarmas. Mi cuerpo se quedó quieto durante menos de 2 segundos, con nerviosismo y sudor frio recorriendo mi frente. Pero, para mi grata sorpresa, nada ocurrio, no sonó ninguna alarma ni nada que indicara que la alarma de esta casa estuviera activada, lo cual en cierta manera era igual de inquietante, que no sonara la alarma significaba que, o había alguien en casa, o tenian otros medios para saber si robaban... Me decanto más por la primera, tendria más sentido, pero la pregunta era: ¿Quién está en esta casa?
Poco después la duda se me resolvio, justo delante mio se escuchó el sonido de agua fluyendo, probablemente de un vater... mi mente empezó a pensar en que hacer, pero la conclusión era la misma: No había nada que pudiera hacer... Sudor corria por mi cara mientras mi cuerpo seguia inmovil, la puerta del baño empezó a abrirse y de allí salio una bella chica, de más o menos mi edad, con un largo y precioso pelo blanco, vestida con un pijama holgado. Al verme, sus rojos ojos se clavarón en mi y, justo como yo, se mantuvo quieta duranto unos segunods, asumiendo lo que estaba ocurriendo.
- ¿Quién cojones eres? - dijo la chica con una mirada confusa y un tono borde.
- Eh uh... ah... uhmm... - yo, nervioso, sin saber que responder, simplemente me quedé callado.
- Responde... - La cara de la chica pasó de confundida y sorprendida a seria.
¿Quién se creia que era hablando así? Niña pija... Igual yo tampoco estaba en posición de decir nada, como a esta niña se le ocurriera avisar a la poli, los de FACE estarian instantaneamente en esta casa...
- ehhhh... buena pregunta... - Dije, con un tono entre sarcastico y nervioso.
La chica me miró incredula.
- ¿Me estas vacilando? - Preguntó la chica algo molesta.
- Ehmm... no... bueno... depende... me llamo Kai un placer. - Dije con una sonrisa nerviosa tratando de aparentar lo más amigable posible.
Antes de que pudiera darme cuenta mi cabeza estaba tocando el suelo y ella estaba encima mío, apuntándome con su dedo índice a la cabeza.
Al principio no le di mucha importancia, pero en el momento en el que en ese mismo dedo se formó una pequeña bola de fuego, mi mente empezó a pensar en cómo salir de esta situación de desventaja… pero la verdad es que estaba jodido… Ella solo tenía que pensarlo y su cara quedaría o chamuscada o vuelta cenizas.
Con un tono aún más nervioso que antes procedí a hablar:
- eyeyey… veamos… ¿que tal si mejor lo hablamos? ¿si? es mejor que volverse una asesina ¿no? - Puse las manos ligeramente hacia arriba, en señal de rendición. - Además… esta postura… creo que primero deberíamos conocernos antes de llegar a este punto ¿no?
Ella estaba básicamente montándome, pero quizá esa broma, justo en ese momento… no fue mi decisión más brillante.
1 segundo después de pronunciar esas palabras la bola de fuego salió disparada, en un acto reflejo moví mi cabeza hacia un lado, rezando porque fuera suficiente para esquivarlo. Y la verdad es que si lo fue, solo que parte de mi pelo se quemó… y mi capucha también… pero bueno mejor eso que morir. El disparo hizo un pequeño cráter en el marmol del suelo, lo suficientemente grande para que mi cabeza pudiera entrar… De la que me he salvado.
Ella se levantó lentamente, dejando de montarme. Yo, algo aturdido, intenté sentarme, solo para comerme el pie desnudo de la chica, lo cual no fue muy agradable. la patada me mandó unos metros hacia atrás y mi nariz sangró un poco.
- AHHHH… perdón perdón… me he pasado… no era el momento - respondí con una disculpa nerviosa.
Ella simplemente se quedó callada y, justo cuando iba a disculparme de nuevo, alguien picó a la puerta… Probablemente FACE…