Manuel: Ya no soy bueno en estas cosas... pero algo que entendi del abuelo es que nunca hacia nada sin una buena razon. Si decidio involucrarse contigo y pelear hasta el final, es porque creyó que valias la pena. No lo dudes nunca.
Sebastian: Pero... ¿Y si no logro estar a la altura...?¿Si decepciono a Benjamin?
Manuel: Ya estas a la altura, Sebastian. Si no lo estuvieras, el abuelo no te hubiera confiado lo más importante para él... Benjamin.
Sebastian: Lo escuchaste...
Manuel: Claro...
Sebastian se quedó en silencio, mirando al suelo mientras las palabras de Manuel se abrian paso en lo más profundo. Manuel al verlo sumido en sus pensamientos, le dio unas palmadas en el hombro antes de levantarse.
Manuel: Ahora, se que esto es dificil, pero lo mejor que puedes hacer es estar ahí para Benjamin... es lo que el querria, ¿No?
Sebastian asintió lentamente y tras un momento de pausa, levanto la mirada hacia Manuel con una expresión de gratitud mezclada con determinación.
Sebastian: Gracias... Manuel, lo cuidare... lo hare.
Manuel: Lo se.
El rubio le dio una ultima mirada de apoyo antes de alejarse para ir con su Hermana que habia salido a hablar por telefono al patio del Hospital.
El castaño se levanto y entro lentamente a la habitación, donde Benjamin se encontraba sentado junto al Cuerpo de Julio, aun con lagrimas cayendo silenciosamente por sus mejillas. Sebastian se acercó despacio, agachando levemente el cuerpo para estas a la altura del rubio.
Sebastian: Estoy aqui, Benja...
Benjamin no dijo nada, simplemente se inclinó hacia Sebastian, apoyando su cabeza en el pecho de este mientras su llanto y lamentos se intensificaban. El castaño lo rodeo con sus brazos, sosteniendolo con firmeza, como si quisiera protegerlo del dolor que lo consumía.
De repente la puerta se abrio de par a par y entraron 4 enfermeros que comenzaron a llevarse la camilla, bajo la mirada desganada de Benjamin.
Benjamin: Me duele la cabeza...
Sebastian: Tal vez sea porque estuviste llorando hasta ahora, ¿Quieres ir a comer algo?
Le pregunto limpiando sus lagrimas libres y este asintio, ya no tenia nada que hacer sin su abuelo en esa sala. Ambos fueron a la cafeteria, ya eran la 1 de la mañana y estaba cerrado, solo estaba abierto el pequeño negocio de dulces y bebidas.
Benjamin: Esta cerrado...
Sebastian: Vayamos a casa, debes descansar... cuando lleguemos veo que te hago de comer.
Dijo tomandolo de su mano y este comenzo a negar con su cabeza.
Benjamin: Pero tengo que quedarme para cuando...
Sebastian: Tus Hermanos dijeron que se harian cargo... vamos asi descansas y mañana por la mañana volvemos...
Benjamin: P-Pero...
Manuel: Ve a descansar, nosotros nos quedamos para arreglar todo... en dos días sera el velorio...
Benjamin: ¿Entonces no podre verlo mañana...?
Manuel: No, Benja... ve a descansar y trata de calmarte para el sabado... el abuelo me dijo que busque esto para ti, pero no lo abras ahora, ve a casa.
Dijo dandole la bolsa negra con la caja marcada con un 0, confundido y curioso asintio, abrazando a su Hermano antes de irse, Sebastian le dio la mano sin saber como saludarlo y el rubio sonrio tomandola.
Manuel: Cuidalo y alimentalo bien, por favor.
Sebastian: Claro.
Sonrio y se fue con Benjamin de la mano siendo observados por las personas que caminaban y que se encontraban sentadas.
Amos fueron a tomar un autobus que los dejaba cerca de la plaza donde se conocierón y en silencio entraron a la casa, Sebastian sin poder evitar volvear a ver su antigua casa antes de entrar.
Sebastian: ¿Quieres que te haga una hamburguesa?
Benjamin: Por favor...
Dijo sin ganas, observando la caja ya fuera de la bolsa, al abrirla se sorprendio de sobre manera, al tiempo que la alejo de su cuerpo.
Sebastian: ¿Que hay dentro?
Benjamin: Hay un arma...
Dijo confundido, ¿Por que su Julio le daria un arma? Se preguntaba y Sebastian se acerco a la caja para observarla, era una Bersa 61 blanca con detalles pintados en froma de rosas espinosas en su mango.
Benjamin: ¿Sera de verdad...?
Sebastian tomo la pistola y la levanto con cuidado, asustando a Benjamin, ambos notando que debajo habian balas, muchas balas empaquetadas.
Sebastian: Parece que si...
Benjamin: Guardala, hay que esconderla...
Sebastian: Claro, no podemos dejarla aqui... ¿Que tal en el baño...?
Benjamin: ¿En que parte?
Sebastian: No se... puede ser entre las toallas con algunas de las balas... Julio queria que te protegiera... pero esto es...
Benjamin: Muy drastico.
Sebastian: La guardare.
Se llevo la caja al baño y luego dejo una parte de las balas en el cajon del mueble debajo del televisor que se encuentra en el comedor.
Sebastian saco del refrigerador cuatro hamburguesas y las cocino, saco los panes y ambos comieron tranquilamente, ya eran eso de las 2:40 AM y ambos se encontraban en el sillon de la sala, Benjamin sentado y Sebastian acostado apoyando su cabeza en los muslos del rubio.
Durmiendo en esa pocisión mientras veian una pelicula de acción, pasando todo el día del sabado dentro de la casa, hasta que llego el fatidico Domingo y día de la ultima despedida.
Ambos vistieron sus mejores prendas negras y fueron buscados por Sofia, quien iba con un vestido negro y un sombrero del mismo tono.
Sofia: Buenos días...
Benjamin: Hola...
Sebastian: Buenos días...
Fueron a un ritmo lento, viendo como comenzaban a caer pequeñas gotas del cielo gris. Al llegar a la Casa Funeraria, buscaron su nombre y subieron al tercer piso, viendo los pisos de marmol, puertas de madera negras con visagras y picaportes dorados.
Pasaron por una de esas puertas y al entrar vieron a Angel con traje frente al cajon de Julio con el dentro, Antonela en una silla con su celular y a Manuel mirando por una ventana.
Benjamin: Hola Manu...
Se acerco a su Hermano que lo saludo con un abrazo y Sebastian lo saludo tras de el, los tres vieron a Angel desde lejos, quien sintio las miradas y con un rostro molesto se fue a la sala de al lado del salon, una pequeña cocina para preparar té y café.
Benjamin tomo la muñeca de Sebastian y lo miro a los ojos, pidiendo que lo acompañe sin tener que decirlo, el castaño asintio para comenzar a caminar, ambos sintiendo la mirada asqueada de Antonela al pasar a su lado.
Ambos se apoyaron en el sarcófago y vieron que estaba maquillado sobre un extraño balsamo del que les advirtieron no tocar, Benjamin solo comenzo a llorar en silencio y Sebastian al verlo le rodeo los hombros con su brazo para abrazarlo de lado.
Angel: ¿Das la cara en un momento como este y traes a otro maricon como tú?
Benjamin abrio los ojos ahora rojos y levanto la mirada, viendo a su Padre tomando un té mientras los mira apoyado en su pared.
Benjamin: No hables asi frente al abuelo... respetalo...
Angel: ¿Respetar un cadaver? Ya no esta aqui y no me escucha, responde mi pregunta.
Sebastian: Señor... no es el momento para una discución...
Angel: Callate, estoy hablando con la puta que te llevas a la cama, y mi desgraciado hijo.
Sofia: ¡Papá!
Angel: No te metas Sofia.
Sofia: ¡No te metas y una mierda, respeta el funeral de abuelo y de tu Padre!¡¿Como podes hablarle asi a Benjamin... y en este momento?!
Antonela: No le levantes la voz a tu Padre, Sofia.
Sofia: Mejor no te interpongas, Loreto.
Antonela: No vuelvas a nombrar ese apellido.
Dijo muy seria, provocando una mirada de provocación por parte de la rubio, quien iba a comenzar a gritarle de todo a su Madre.
Benjamin: El fue la unica persona que me acepto, siendo un discapacitado sin Alas... y siendo Gay... estoy aqui solo para despedirlo... por favor no discutan...
Todos lo miraron en silencio, viendo como sus lagrimas caian sobre el ataud, ya no era el dolor de la ida de su abuelo, sino las palabras tan crueles que le dijo su Padre a Sebastian para describirlo.
Angel: Nadie esta discutiendo, solo te hice una pregunta a ti y se entrometio ese mocoso.
Sebastian se quedo en silencio, viendo que de esos ojos rojos e hinchados del rubio, salia un aura oscura mientras miraba a Angel.
Angel: No me mires asi, no me asustas para nada.
Dijo rompiendo su ajustado traje para liberar sus enormes Alas Celestes, que resplandecian bajo las luces artificiales.
Manuel: Papá, guarda tus Alas de nuevo.
Dijo serio, mirando con cansancio al viejo estupido de su Padre, guardando sus manos en sus bolsillos buscando algo, tomando un pequeño escarbadientes.
Sebastian libero sus Alas, para probarle a ese Hombre que no podria hacerle nada a el o a Benjamin con sus antiguas Alas.
Las Alas del castaño eran igual a las de Angel, pero aun más grandes, mas brillantes y de un celeste más verdoso, sorprendiendo a todos, incluso a Benjamin que nunca lo habia visto liberar sus Alas.
Sebastian: Liberar tus Alas es un acto de superioridad, peor en lo unico que puedes superarme es en dinero, señor.
Dijo seriamente, sorprendiendo a Manuel que sonrio al verlo cubrir a Benjamin con sus enormes plumas, se acerco y tomo su hombro para relajarlo.
Manuel: El guardara sus alas, no te preocupes.
Dijo colocando el escarbadiente que tenia guardado entre sus dedos y lo lanzo con fuerza, dando justo en la union de las Alas y el Cuerpo de su Padre, sorprendiendo a todos al ver como este hizo una mueca de dolor.
Angel: ¿Que mierda hiciste...?
Sofia: El punto debil de las Alas Nivel 7, la vejez.
Manuel: Sebastian no tiene gris aun en sus plumas, pero tu tienes mucha zona debil Padre, es algo que todos los Categoria 7 deben saber.
Angel: ¿Se pondran de su lado...?