Chereads / re zero en naegi / Chapter 97 - cap 97 un comienzo distinto de atras hacia delante

Chapter 97 - cap 97 un comienzo distinto de atras hacia delante

un comienzo distinto naegi sabia que podria ocurrir algo asi aunque se sintio ofendido que fuera aldebaran su mejor amigo quien lo hiciera naegi hizo una señal sutil y cuando los absorbio el hechizo en parte se completo y ambos dejaron una parte de sus almas aqui y reaparecieron en un lugar que naegi no planeo ver junto a beatriz ambos estaban en su casa

Naegi miró a su alrededor, sintiendo una mezcla de confusión y sorpresa al ver su hogar. Las paredes estaban adornadas con fotos de momentos felices, risas compartidas y sueños construidos. Sin embargo, la atmósfera era tensa, como si el tiempo se hubiera detenido en un instante crucial.

—¿Esto es real? —murmuró Beatriz, rompiendo el silencio que se había instalado entre ellos.

Naegi asintió lentamente, todavía procesando lo que había sucedido. Sabía que el hechizo había tenido un efecto inesperado y que, aunque había logrado salvar a su amigo, había abierto una puerta a un lugar que jamás había pensado visitar en medio de toda esta confusión.

—Aldebarán... —dijo Naegi, recordando la traición de su mejor amigo. Se sentía herido, pero también consciente de que la situación era mucho más complicada de lo que parecía. Había algo más en juego, algo que iba más allá de la amistad y la lealtad.

Beatriz se acercó a él, su mirada reflejando preocupación. —¿Qué significa esto? ¿Por qué estamos aquí?

—No lo sé —respondió Naegi, su voz temblorosa—. Tal vez nuestra conexión con este lugar sea más fuerte de lo que pensamos. O quizás el hechizo nos llevó a donde más necesitábamos estar.

A medida que hablaban, una sensación de calidez y nostalgia los envolvía. Aunque había una sombra de tristeza, también había un refugio en la familiaridad de su hogar. Era un lugar donde habían compartido risas y sueños, pero también donde habían enfrentado sus miedos y dudas.

—Debemos encontrar una manera de regresar —dijo Beatriz con determinación—. No podemos quedarnos aquí, sin saber qué ha pasado con Aldebarán y los demás.

Naegi asintió, sintiendo que la urgencia de la situación lo empujaba a actuar. —Tienes razón. Pero primero, debemos entender lo que realmente sucedió. ¿Qué parte de nuestras almas dejamos atrás? ¿Qué significa eso para nosotros?

Naegi sabía que el tiempo era un recurso escaso en Lugunica, donde un año equivalía a un segundo en el mundo exterior. Con esa premisa en mente, se dedicó a recordar cada detalle sobre los Ultimates y sus habilidades. Sabía que para enfrentar los desafíos que se avecinaban, necesitaría reunir a los más talentosos y estratégicos.

Primero, se sentó con Beatriz, quien siempre había sido un pilar fundamental en sus planes. "Beatriz, necesitamos un enfoque claro", le dijo, "si vamos a aprender de los Ultimates, debemos organizarnos y asegurar su apoyo".

Beatriz asintió, sus ojos brillando con determinación. "Entiendo. Pero para avanzar, también debemos hablar con el director. Su aprobación es crucial. Sin su respaldo, nuestras acciones podrían ser en vano".

Naegi tomó una profunda respiración. Sabía que el director era una figura poderosa y, a menudo, impredecible. "Entonces, primero haremos un esbozo de nuestro plan. Necesitamos presentar una propuesta sólida, algo que no pueda rechazar".

Juntos, comenzaron a trazar un plan. Naegi se centró en recopilar información sobre cada Ultimate que podrían necesitar, mientras Beatriz se encargaba de estructurar la presentación que harían al director. "Debemos resaltar no solo los beneficios de unir fuerzas, sino también los peligros que enfrentamos si permanecemos divididos", sugirió Beatriz.

Con cada detalle que añadían al plan, la urgencia de su situación se hacía más evidente. Cada segundo contaba, y el peso de su misión se hacía cada vez más pesado. Naegi sabía que el éxito de su estrategia dependería de la colaboración de todos, pero primero debían ganarse la confianza del director y demostrar que estaban listos para enfrentar lo que se avecinaba.

Finalmente, después de horas de trabajo, tenían un plan listo. "Ahora, vamos a hablar con el director", dijo Naegi, sintiendo una mezcla de nervios y determinación. Con Beatriz a su lado, se dirigieron hacia la oficina del director, listos para presentar su propuesta y cambiar el rumbo de su destino en Lugunica.

Era un día soleado en Hope's Peak Academy, y la atmósfera estaba llena de emoción y expectativas. Naegi Makoto, un chico común con un corazón noble, se encontraba en la oficina del director, Kirigiri Jin, junto a Beatriz, la misteriosa y poderosa Ultimate Maga.

"Así que, Beatriz, ¿estás diciendo que deseas ser parte de nuestra academia?", preguntó el director, mirando con curiosidad a la chica de cabello largo y ojos intensos.

"Sí", respondió Beatriz con confianza, aunque su tono era sereno. "He oído hablar de los talentos excepcionales que aquí se cultivan. Quiero aprender de ellos y, a su vez, compartir mis habilidades."

Naegi, que estaba a su lado, sintió la presión de la situación. Había sido un desafío ganar la confianza de Beatriz, pero sabía que esto era una oportunidad que no podían dejar pasar.

"Beatriz es una maga increíble", intervino Naegi, con una sonrisa nerviosa. "He visto lo que puede hacer. Su talento podría inspirar a todos aquí. Además, podríamos ayudarla a integrarse."

Kirigiri Jin lo observó con interés. "¿Tú también crees que puede ser un activo para la academia, Naegi?"

"Sí, creo que sí", afirmó Naegi, sintiéndose cada vez más seguro. "Podría aprender mucho de los otros estudiantes. Y, honestamente, creo que todos podrían beneficiarse de su perspectiva única."

Después de una pausa, el director sonrió levemente. "Está bien, Beatriz. Te acepto como estudiante en Hope's Peak Academy. Pero habrá condiciones. Deberás seguir las reglas y demostrar que eres digna de estar aquí."

Beatriz asintió, satisfecha con la decisión. "No tengo problema con eso."

Naegi sintió una mezcla de alivio y felicidad al escuchar esto. Había logrado que su amiga fuera aceptada en la academia, y sabía que esto era solo el comienzo.