Capítulo 2: Asteria
Ante la voz insistente del hombre, el joven despertó de golpe sin la menor idea de donde se encontraba en ese momento, mirando a su alrededor en busca de alguna señal que le indicará en qué lugar estaba.
Hombre- Joven, tiene que bajarse, la capital es mi última parada, hasta el siguiente día.
Nino- ¿eh, ya llegamos a la capital? eso fue…rápido.
El joven buscó de entre sus bolsillos una moneda de 50 meteos plata para pagarle al hombre para después bajarse de la carreta y finalmente apreciar la grandeza de la capital de Astra. Sus grandes edificios, los caballeros custodiando las áreas más influyentes del reino y lo diferentes que eran las personas ahí lo tenían anonado, al menos hasta que una conversación ajena lo sacó de sus pensamientos.
Nino su mochila voltea y mira a dos chicos uno bastante alto de un pelo oscuro corto con una voz seria y otro de una estatura pequeña de pelo castaño y voz chillona
Castaño- ¿en serio? Esa aldea…¿fue atacada sin avisar?.
Pelo oscuro- Lamentablemente si, al parecer no quedó ni un sobreviviente… una pena.
La curiosidad en Nino se avivaba como las llamas en una hoguera, sin poder resistirlo más, se acercó a indagar sobre el accidente del que estaban conversando.
Nino: ¿Disculpen mi intromisión, pero a que se refieren? ¿cuál accidente?
Pelo oscuro- Eh… (Lo entrometido que resultaba Nino en su conversación le mantenía descontento, sin embargo, algo en él quería saber más de él). ¿Quién eres tú? (Preguntó reservado ante el contrario).
Nino- Perdón! (Exclamó apenado por su falta de modales). Me presento, me llamo Nino Lourdes, un gusto.
Pelo oscuro- Me llamo Izan, un gusto y este enano de acá, es Angelo.
Angelo- ¡¿A QUIÉN LE DICES ENANO!? ¡TU ERES EL ENANO AQUÍ! (Gritó con furia poniéndose en puntillas para "establecer dominio" entre ambos, si había algo que le enfadara más que cuando lo confunden como alguien de la raza de los enanos, eran las burlas hacia su altura, no se iba a quedar de brazos cruzados, por lo que arremango las mangas de su camisa e intentó lanzar un puñetazo al mayor, cosa inútil, pues sus golpes eran muy débiles. Izan reía a carcajadas por su intento de lastimarlo, cuando sintió que se había burlado lo suficiente de él, tomó una bocanada de aire, trató de calmarlo y retomar la conversación.
Izan- Relájate, ya no te enojes Angelo, déjame continuar…bueno, el ataque sucedió hace dos años. Un pueblo alejado de la capital fue dejado en cenizas, al parecer no quedó ningún sobreviviente y no quedó nada en el lugar era un hoyo enorme Aún no se sabe que sucedió, pero dicen que quedaron rastros de magia, pero no como la tuya y la mía Magia de llamas oscuras y magia sagrada.
Nino- impresionante… ¿Quién pudo haber hecho algo tan atroz? no puedo imaginar quién pudo ser tan despiadado para asesinar a tantos inocentes…pero en otros temas, ¿saben dónde queda la academia de caballería?
Izan- ¿Irás a la academia de caballería? (Preguntó ciertamente impresionado, no cualquiera entraba a un lugar así como así)
Nino- Claro que sí, tengo una promesa por cumplirle a alguien.
Izan- Si, aja, muy lindo y todo, pero no te pregunté eso. (Recalcó cortante). En fin, pon atención que no te lo repetiré eh, de aquí, queda un poco más al centro de la capital. Si te apresuras, llegarás hoy.
Nino- Gracias Izan, espero verte de nuevo.
Izan- Si, si, lo que digas, ¡Adiós!
Nino sin pensarlo mucho más, emprendería su camino hacia la capital a paso rápido, pero un fuerte grito lo frenó en seco.
Angelo- ¡Y YO QUÉ? ¿¡ESTOY PINTADO O QUE!?
Nino: ¡PERDÓN, NO TE VI, ¡HASTA PRONTO ENANO! (Nunca fue bueno recordando los nombres de los demás, por lo que solo le grito lo primero que recordó de él).
Angelo- ¡JODETE! (Le gritó a todo pulmón, no podía correr a golpearlo por lo cortas que eran sus piernas, por lo que solo le quedó sacarle el dedo medio). Izan no podía reírse más de la situación, al menos hasta que recordó algo muy importante sobre la academia de la caballería y preocupado le preguntó a su amigo:
Izan- ¿Deberíamos detenerlo y decirle que las pruebas para caballeros son mañana? (preguntó con cierta preocupación ante las posibles consecuencias)
Angelo- Nah… que se joda, nadie puede llamarme enano y salir limpio de eso. (Afirmó con determinación)
Nino corrió a toda prisa al centro de la capital hasta que sus piernas no pudieron más, cuando creyó que había llegado a su destino terminó más lejos de donde estaba y entre tanto correr olvidó las indicaciones que Izan le dio, ya había anochecido y no tenía en dónde hospedarse. Temiendo lo que la noche traía consigo, preguntó sobre algún lugar barato donde pasar la noche, sin embargo, no solo supo que los hostales cercanos estaban a tope, si no que, para peor, se enteró para su mala suerte que las pruebas de la academia eran mañana.
Sin un lugar donde refugiarse, no tuvo de otra más que dormir en una banca cercana en el pueblo. A la mañana siguiente luego de una mala noche de sueño y dolor creciente en su espalda por la dureza del concreto en la banca, al revisar sus bolsillos para comprar algo de comida para desayunar, notó que el poco dinero que le quedaba le había sido robado cuando dormía, frustrado y hambriento decidió ir a buscar comida a como diera lugar para llegar a las pruebas al menos con algo de energía. No estaba orgulloso, pero al hurgar entre la basura de una taberna pudo escuchar a los lugareños hablar entre voces sobre un nuevo rumor, se reportaron varios avistamientos de una chica de un cabello tan blanco como la nieve saltando de un techo como si se teletransportara y acechando a un par de sujetos que lograron escapar afortunadamente de la tan misteriosa mujer. Nino se mostraba curioso como siempre, ¿Qué clase de maniática va saltando por los techos persiguiendo a la gente? era alguien a quien no querría toparse ni en pintura; al nuevamente estar tan metido en conversaciones ajenas, no fue hasta que el dueño de la taberna le gritó al ver que estaba robándole comida de su basura, causando así un desastre en el lugar, el joven sin saber exactamente qué hacer, tomó rápidamente la comida buena que pudo y salió corriendo de ahí tan rápido que aún conservaba una pieza de pan en su boca sosteniéndose por nada más que sus dientes fuertemente, había peleado con una rata por ese pan, no lo dejaría desperdiciarse tan fácilmente como para que se le callera.
Hasta que se alejó lo suficiente de la vista del hombre pudo comer, sin embargo, su paz no duró demasiado, La torre del reloj marcó las 8:00 Am, era muy tarde, por lo que sin más opción tuvo que volver a correr hasta Aspre, la academia de caballería y magia de la capital de Astra. Era uno de los mejores lugares para aquellos que deseaban ser caballeros, magos reales o enriquecer sus conocimientos en magia y combate. Muy exhausto llegó a la entrada de la academia menos aire en los pulmones que dinero en sus bolsillos, pues ahí se les avisó que para el derecho a admisión de necesitaban pagar diez de meteo de plata. Jadeó agotado, al ser su turno en la fila para pagar, tuvo que explicar lo que le sucedió:
Nino- Perdoné señor, pero como ya le expliqué me robaron el dinero esta mañana. -Explicó apenado al administrador mostrándole sus bolsillos vacíos, confesando incluso lo que tuvo que hacer para comer.
Portero-Tu historia es muy conmovedora niño, pero no vivimos de dar caridad, sin dinero no puedes pasar para la prueba de ingreso. -Respondió minimizando la situación del muchacho, como a él no le sucedió, poco o nada le importaba que hizo para comer. - Si no tienes dinero sal de la fila, estas atrasando los registros de la gente que SI puede pagar el derecho a admisión.
Preocupado miraba a todos lados intentando buscar una solución, una idea descabellada llegó a su cabeza, recordó algo que le dio cierta persona meses atrás, era arriesgado, pero de una u otra forma iba a entrar a esa academia.
Nino-Espere…El reglamento dice que aun puedo entrar si tengo una recomendación ¿cierto? -Exclamó firmemente, tenía una promesa que cumplir y él tenía palabra.
Portero- Eh…¿ sí? pero dudo que alguien en tu…posición pueda si quiera tener una…-Las palabras del hombre fueron calladas, Nino no se dejaba de nadie y fue por eso que rápidamente de su mochila sacó una carta con el sello de una bruja de alto rango, el administrador miro la carta detenidamente para verificar la autenticidad del sello y tras un par de vistazos fue que incrédulo exclamó.
Portero- ¿Tu…fuiste recomendado por Naore? Pero si ella es…¡Ella es la bruja de maldiciones más conocida y temida en todo el reino! como ella pudo recomendar a alguien como tu?!- Nino temiendo por la credibilidad de su coartada, dijo lo primero que se le vino a la mente.
Nino- Ah…bueno este… fui… mal- ¡DIGO! entrenado por ella un tiempo…¡si! y me consideró lo suficientemente capaz como para recomendarme.- La actitud del administrador cambió de alguien despectivo a alguien más amable y sospechosamente amigable
Portero- Bien niño, Té dejaré pasar pero tendrás que pagar…- Nino como una pequeña venganza por la actitud pasada del hombre, tocó suavemente el sello de la carta como una sutil amenaza hacia él con una aparente serena sonrisa ladina.- O-oh… pensándolo bien, no, no, no te preocupes! que son.. que? diez meteos de plata? yo lo pagaré, no hay necesidad de…de molestar a quien no lo merece ¿c-cierto?. -Los nervios en la voz del hombre podían notarse a simple vista por las posibles consecuencias que imaginaba, pues pensaba que si ahora dejaba pasar al discípulo de una bruja tan poderosa, no le contaría a la misma lo que pasó antes y se salvaría de ser maldecido por Naore.
Nino- Muchas gracias, señor.
Con una sonrisa triunfante le entregó los formularios y papeles necesarios al administrador y salió de la fila, de ahí fue guiado junto con los otros aspirantes ya inscritos a una sala enorme, siendo un mar de rostros desconocidos, una cara familiar resaltó de entre todas como luz en la oscuridad.
Nino- ¡IZAN! -Gritó con suma emoción levantando su mano saludándolo desde lo lejos, abriéndose paso entre la gente para ir con el contrario, tantos gritos estaban avergonzando a Izan, tanto que ladeó su cabeza intentando no mirar a la gente que lo observaba por culpa de Nino, pero no fue suficiente pues Nino llegó a él. Izan sentía una mezcla de fastidio y vergüenza que no pudo más que saludarlo amargamente.
Izan- Vaya…que… ¡sorpresa! eres tú… de nuevo….
Nino- ¡Si! ¿Qué loco verdad? ¡Quién diría que nos encontraríamos de nuevo!
Para Nino lo que sería una conversación agradable, para Izan era algo molesto, pues incluso aunque ya lo había conocido, descubrió que podía ser aún más molesto e impertinente, pero poco le duró el sentimiento pues inesperadamente el ambiente se sentía más pesado, estaban exponiéndolos a una presión tan enorme que la mayoría quedaron de rodillas, exceptuando a algunos que les costaba mantenerse de pie, pero con Nino era un caso distinto, él no estaba ni de pie ni de rodillas, él estaba inclinado, como pudo volteó a ver Izan y por el rabillo de su ojo pudo observar como el chico estaba en el piso tratando de levantarse; su propia búsqueda visual fue interrumpida abruptamente cuando una voz poderosa y autoritaria hizo acto de presencia en la sala.
Voz femenina- Eso que sintieron fue mi magia de gravedad, la misma afecta a aquellos con miedo o con poca fuerza de voluntad y por lo que veo la mayoría tiene miedo, pero veo algunos que siguen de pie, pero con dificultad, ¡Tu! el muchacho de pelo verde ¿Que tipo de magia usas? -podía escucharse el tacón de los zapatos de la mujer aproximándose al pobre muchacho cosa que junto con la presión, estaba haciendo que hablara difícilmente mientras trataba de no quedar completamente en el suelo.
Pelo verde- M-Magia de ilusión, s-señora.-jadeó.
Voz femenina: Interesante. Quiero ver de qué serás capaz. (Afirmó sin darle mucha importancia a la situación del joven), de un momento a otro todos dejaron de sentir esa abrumadora presión en sus cuerpos y fue ahí que con la misma autoridad pero con un tono más alto, la mujer exclamó.
Voz femenina- Mi nombre es Alya Adhara, soy la directora de esta academia, durante muchos años he instruido y entrenado a los magos y caballeros del más alto rango y prestigio, ustedes jóvenes tienen muchas expectativas que cumplir no solo para la academia, si no que para todo el reino. Inscribirse es fácil, pero ingresar no, así como contamos con el número más alto de egresados poderosos, también contamos con un gran número de ineptos que no dan la talla. No puedo hacer más que desearles suertes jóvenes y espero que sus resultados sean satisfactorios, ya que vi personas a las que despiertan mi interés y me encantaría que formaran parte de nuestra escuela.
Luego de un rato y que todos los aspirantes se recompongan y un encapuchado los guía a una zona abierta de la academia, administrador se posiciona el frente del grupo
Administrador- La prueba de ingreso consta de 4 secciones una prueba de control mágico, otra de resistencia y fuerza física, y por último una entrevista con la directora y los maestros, en la primera prueba un Administrador pondrá a prueba sus magias
Luego de decir eso el administrador, es guio a la zona de pruebas avía una zona para comprobar tu habilidad mágica era una zona con un escudo de magia de alto nivel luego de algunas pruebas y barios aspirantes llego el turno de Izan
Izan- en fin, terminemos con esto, magia de sellado, anulación de magia
Alrededor del escudo se generó una zona mágica que anulo la magia cercana y disminuyo la más lejana al rango de la habilidad
Administrador- valla muy interesante magia joven pase ala siguiente parte de la prueba
Luego de algunas personas más le toco a Nino
Nino- ok yo puedo Magia de…
Una bola de humo surgió de la nada, luego de unos segundos se vio una silueta algo diferente y se escuchó una voz femenina
Nino- ¡POR QUE AHORA DEBES ESTAR BROMEANDO!
Los aspirantes quedaron muy desorientados ya que del humo salió una mujer de pelo blanco hasta los hombros y la ropa algo rasgada
Nino- administrador tengo un problema
Administrador- ¿Qué sucedió porque te vez así acaso esa es tu magia?
Nino- ¡NO! Es que no sé cómo explicarlo… eh estoy maldecido
Administrador- ¿Cuánto dura este estado?
Nino- eh días hasta semanas… aun que aun puedo continuar la prueba
Administrador- ¿Cómo?
Nino se quita los guantes que llevaba y sebe unas almohadillas de gato en las palmas de sus manos
Nino-por favor señor…¿puedo continuar?
Al pensarlo mucho y gracias a la insistencia del menor, no tuvo de otra más que dejarlo continuar.
Administrador- Aun tienes tiempo en el reloj, aprovéchalo antes de que me arrepienta y anote este desastre como tu calificación.
Nunca se le había visto a Nino tan agradecido por algo en la vida como en ese momento, ahora más que nunca estaba decidido a hacer las cosas bien. Con concentración total y determinación a tope, exclamó:
Nino- Magia de Borrado… Acortamiento de distancia.
Ahora sin humo de por medio, un aura se hizo presente en Nino al activar su magia, misma que lo hizo desaparecer y aparecer a aproximadamente 5 metros de donde yacía el administrador, para la actitud del chico, el mayor esperaba algo más… poderoso, incluso dudó en dejarlo pasar, pero magia era magia, para eso estaba en la academia, para aprender y pulir sus habilidades.
Administrador- Ah... tienes que esforzarte más si quieres estar aquí, sin embargo, tú habilidad puede ser muy útil en el futuro, pasa a la siguiente zona y fuera de mi vista.