Ante la interminable charla de Ji Xiang, Li Huowang no habló y simplemente siguió escuchando. Si esta persona solo hubiera hablado de registros históricos inventados, entonces no habría sido suficiente para asustar tanto a Ji Xiang. Debe haber otras razones.
"Esta persona es fácil de reconocer. Tiene un abanico con la frase 'Todos tenemos nuestros valores' escrita en él. Si te lo encuentras, recuerda mantenerte alejado. No es una buena persona".
Li Huowang pensó por un momento y preguntó: "Señor Ji Xiang, cuando salimos del Templo del Esqueleto de Buda ese día, ¿me hizo esa pregunta porque las habilidades de Zhuge Yuan son extrañas?"
—Sí —asintió Ji Xiang—. Esta persona puede cambiar el destino de alguna manera.
"¿Cambiar el destino?"
"No cambia el destino de una persona, sino el destino mismo. Tiene un viejo almanaque. Todo lo que dice que es auspicioso, sin duda sucederá. Si dice lo contrario, sin duda traerá mala suerte".
"¿Palabras que crean realidad?" Li Huowang estaba atónito. Aunque había visto mucho en su viaje hasta ahora, este tipo de habilidad sobrenatural todavía era una novedad para él.
Si esa persona tuviera buena voluntad hacia él, eso le brindaría un gran apoyo. Pero si albergara malas intenciones...
Después de reflexionar un poco, Li Huowang volvió a preguntar: "Señor Ji Xiang, ¿esta persona usa sus habilidades más para el bien o para el mal?"
—¿Cómo podría saberlo? Solo sé que siempre que aparece, algo malo está destinado a suceder. Es como un maleficio —respondió Ji Xiang mientras tomaba una taza de té y bebía un sorbo. Luego, continuó—: Está bien, ya te he dicho suficiente. Ya es una rara excepción. Haz bien tu trabajo y, si tienes éxito esta vez, entonces hablaré bien de ti cuando regrese a la Oficina.
—Gracias, señor Ji Xiang. —Li Huowang se dio la vuelta para irse.
Su expresión permaneció seria mientras miraba el huso envuelto. Aunque había obtenido algo de información sobre Zhuge Yuan de Ji Xiang, todavía no sabía si la buena voluntad de Zhuge Yuan hacia él era genuina o no.
Si así fuera, no tendría sentido. Pero si fuera falso... ¡menos sentido todavía! ¿Cuál era su objetivo?
Preguntar directamente de esta manera no funcionará. Debo pensar en una manera de salir de este huso y primero necesito averiguar qué es esta cosa.
Pero por ahora, debería dejar este asunto de lado y ayudar a Ji Xiang a encontrar a un Confuso. Es el paso más crucial para obtener información sobre Bei Feng.
Poco después de que Li Huowang abandonara el sencillo estudio, una mujer mayor de cabello canoso salió de detrás de un biombo. Aunque su rostro estaba cubierto de arrugas, se notaba que era bastante hermosa en su juventud.
La anciana le preguntó a Ji Xiang con expresión preocupada: "Señor, ¿es confiable esta persona?"
"Ah, yo tampoco estoy seguro. Vino de un lugar lejano a Gran Liang, así que quién sabe de dónde es originario. En cualquier caso, sea o no confiable, tenemos que usarlo. No podemos dejar que los de la capital lo sepan, o arruinaremos todo", dijo Ji Xiang.
La mujer, que seguía luciendo la misma expresión preocupada, se acercó a Ji Xiang y le tomó la mano adornada con joyas. "Ah, Señor, si no funciona, ¿no podemos simplemente renunciar? Vivimos con miedo constante todos los días. ¿Qué sentido tiene vivir unas décadas más así?"
—Es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Cómo podría ser tan simple? —Ji Xiang tenía una expresión agonizante en su rostro. Sacó un pañuelo rojo de su manga izquierda y se secó el sudor de la frente—. Este asunto involucra a muchas figuras de alto rango. Es una tarea del Preceptor Imperial, y podría incluso tener las intenciones del emperador detrás. Si nosotros, los pequeños, nos enredamos en un asunto tan importante, lo mejor que podemos esperar es escapar con vida.
La anciana abrazó suavemente a Ji Xiang, su voz estaba llena de súplica mientras decía: "Hermano, cuando terminemos con esto, volvamos a Liu Pan y envejezcamos bajo la morera donde solíamos jugar cuando éramos jóvenes. Cuando dejamos el pueblo, dijiste que querías que disfrutara de la vida. Pero no importa dónde estemos, soy más feliz mientras esté contigo".
Ji Xiang le dio unas palmaditas a la anciana con su pañuelo rojo, pero no dijo nada.
Sintiéndose ansioso, les notificó a todos que se reunieran en las puertas de la ciudad de Yinling al día siguiente en la quinta sección de la noche.
Todavía estaba demasiado oscuro, pero Li Huowang ya se había levantado. Primero fue al establo y descorrió las cortinas. Después de eso, cortó un trozo de carne de los tentáculos de la bestia que se retorcía en el interior y luego lo envolvió para el viaje que lo esperaba. Luego, arrojó un poco de carne seca al carruaje antes de comenzar a clavar una tabla de madera.
No sabía cuánto tiempo estaría fuera esta vez, por lo que era mejor asegurarlo todo para evitar cualquier contratiempo.
En poco tiempo, bajo el martilleo de Li Huowang, este carruaje se había convertido en un gran ataúd.
Después de terminar todo esto, colocó sus pertenencias en el caballo, lo montó y cabalgó hacia las puertas de la ciudad.
—¡Guau, guau! —Inesperadamente, Bun lo siguió.
—Ve a vigilar el carruaje. Cuando regrese, si me entero de que has estado peleando con otros perros, te voy a guisar en una olla —dijo Li Huowang antes de irse.
Amaneció. Aparte de algunos vendedores ambulantes que instalaban sus puestos, no había mucha gente en las calles. Por eso, Li Huowang llegó a las puertas de la ciudad bastante rápido.
Hong Da y Tuoba Danqing también aparecieron como se esperaba, pero había dos caras nuevas que no había anticipado.
Incluidos Ji Xiang y él mismo, había un total de seis personas, lo que fue suficiente para demostrar la determinación de la otra parte.
De los dos recién llegados, uno era un niño de Moongate con el apellido Liu, y el otro era un chamán.
Li Huowang observó atentamente el tambor que colgaba de su cintura y estaba bastante seguro de que se trataba de un tambor chamánico. Era idéntico al que había visto anteriormente en la cintura de Li Zhi.
Sin embargo, comparado con el mendigo Li Zhi, este hombre era obviamente muy diferente. Llevaba un abrigo de piel negro y parecía bastante feroz con dos cicatrices de cuchillo negras en diagonal en su rostro. Parecía que un machete le quedaría mejor que el tambor en su cintura.
Saludó a los que conocía, luego se volvió hacia el hombre de la cara llena de cicatrices y le preguntó: "¿Eres un chamán? ¿Dónde está tu segunda deidad?"
El hombre con la cicatriz se cruzó de brazos y lo miró con enojo. —¿Quién demonios eres tú? ¿Por qué te entrometes en mis asuntos?
En ese momento, el chico de Moongate, Liu Zongyuan, vio que Li Huowang había desenvainado su espada media pulgada y rápidamente dio un paso adelante para bloquear a Li Huowang, tratando de mediar. "Ah ah. Hermano Er, no hay necesidad de esto. Considéralo como darme algo de prestigio, ¿de acuerdo?"
Li Huowang miró a Liu Zongyuan antes de girarse hacia ellos, y luego presionó ligeramente, la intención asesina desapareció de inmediato.
"Ven, vamos allá. No le hagas las cosas difíciles a Ji Xiang", dijo Liu Zongyuan.
Puede que Li Huowang no le dé la cara a los demás, pero como fue Liu Zongyuan quien lo ayudó una vez, Li Huowang decidió no confrontar a esta persona.
Miró la máscara de madera en el rostro de Liu Zongyuan y luego preguntó: "Hermano Liu, ¿cómo has estado últimamente?"
"Sigue igual. Primero ayudemos a Ji Xiang a superar este momento difícil. Si él no está bien, nosotros tampoco lo haremos", dijo Liu Zongyuan.
Esto era cierto. Eran como saltamontes atados con una cuerda. Si Ji Xiang caía, todo lo que prometiera también se convertiría en humo.
"¿Cuál es el origen de esa persona? ¿Por qué Ji Xiang quiere encontrar un chamán como compañero? Por lo que sé, no suelen ser muy capaces", preguntó Li Huowang.
"Ah, tus palabras son bastante subjetivas. Hay personas talentosas en todas las profesiones y los chamanes no son una excepción", dijo Liu Zongyuan.