Inmediatamente después de la sesión de sexo en la que estaba Sariel, ella y Sylvia fueron expulsadas de la habitación. Por supuesto, para asegurarse de que la astuta Sariel no intentara acostarse con Sylvia, y para asegurarse de que la guarra y hambrienta de pollas Sylvia no se entregara de inmediato, las futuras esposas de Sylvia se la entregaron a la ex Santa. Tanto para protegerla como para dejar que ella explicara las cosas a las antiguas Santas.
Y ahora mismo, los cuatro siguen en el dormitorio, contemplando.
''Ja... Ese polvo fue genial'', habla Raeliana primero. ''Habían pasado dos días enteros''.
"Estoy de acuerdo", asiente Emilia.
—Odio a esa dragona. —Christina chasquea la lengua—. Se atrevió a eyacular dentro de la boca de Sylvia...
''Pero Sylvia se lo tragó de buena gana'', responde Anna con el rostro ligeramente sonrojado.
''Esa perra de Sylvie... ¿Qué piensan ustedes?'', pregunta Raeliana.
'''' ... ''''
''...Ella se enamoró de ella.'' dice Emilia normalmente.
"Ella se enamoró de Sariel", le sigue Anastasia.
''Odio admitirlo, pero ella se enamoró de esa dragona...'' Christina frunce el ceño y niega con la cabeza.
—Eso es lo que yo también pensaba. —Raeliana suspira y se recuesta en su silla—. Si hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo, es en que a Sylvie le encantan las chicas guapas, las chicas locas, las chicas obsesivas y las chicas dominantes, especialmente las chicas con pollas enormes. Anna es de otra raza.
—¿Qué quieres decir con eso...? —protesta Anastasia tímidamente haciendo pucheros.
''Noté que el estado de Sylvia era un poco extraño'', reflexiona Christina. ''¿Cómo lo digo? Estaba un poco aturdida...''
"Es cierto". Raeliana frunce el ceño ligeramente. "Siento que ella también era mucho más guarra de lo habitual".
''Probablemente deberíamos decírselo inmediatamente después de esto. Sería muy malo si la drogaron o algo así''.
''Acordado.''
''¿Pero qué debemos hacer con esa mujer?''
'''' ... ''''
''...Creo que deberíamos dejarla nadar un rato''. Emilia sorbe su té con normalidad. ''Simplemente me dejé llevar antes, pero creo que si puede hacer que Sylvia se enamore de ella, entonces por mí está bien''.
Una frase inesperadamente larga sale de la habitualmente tranquila Emilia.
''Hm... Estoy un poco de acuerdo con eso''. Raeliana toma un trozo de galleta con su telequinesis. ''He visto a Sylvie siendo follada por ustedes tantas veces en los últimos meses, que me siento un poco insensible al verla besándose con otras personas. Cosas raras le sucedieron a mi cerebro''.Ella se besaba con otras personas. A mi cerebro le sucedían cosas raras.
''Hgn...'' Anastasia, la pobre gata, se pone cada vez más cachonda al escuchar la frase clave 'Sylvia besándose con otras personas', como siempre.más cachonda al escuchar la frase clave 'Sylvia besándose con otras personas', como de costumbre.
Eso le valió miradas de lástima y preocupación de los otros tres.
''... Pero no le permitiré que se acueste con Sylvie tan pronto. Necesitan más tiempo juntas y aún necesito verificar sus intenciones'', continúa Raeliana. ''El verdadero problema eres... tú, pelirroja''.
Raeliana señala a Christina, quien ha estado en profunda contemplación desde el principio.
Entre las esposas, Christina es sin duda la más posesiva. Si pudiera hacer algo con Sylvia, lo primero que haría sería monopolizarla y hacerla suya solo para siempre. Si pudiera tener a Sylvia entera: su personalidad sarcástica y desquiciada, su rostro y cuerpo divinos, sus lindas lágrimas y sonrisas, todo.
Pero la realidad es diferente a la ideal. Las dos elfas llegaron antes que ella, así que aceptó, para la felicidad de Sylvia. Sin embargo, Anastasia era un caso especial, parecía el tipo de persona que no intentaría robarle a Sylvia, así que Christina también aceptó.
Pero que esta extraña mujer intente tan activa y repentinamente conseguir el corazón de Sylvia...
—No lo sé —suspira Christina—. Supongo que puedo permitírselo si la hace feliz...
—Es fácil. —Raeliana se traga la galleta que ha estado masticando—. Sólo haz que te compense.
''Te refieres a...''
''Haz que te sirva mucho más. Fóllatela como un loco. Sé duro. Te encantará de todas formas, y a ella también le encantará''.
"Ah, por una vez tienes razón", se ríe Christina. "De todos modos, no hay esperanza de monopolizarla. Por ahora..."
—De hecho, eso es lo que quiero que hagamos. —Raeliana levanta el dedo índice—. Tenemos que establecer aún más nuestra posición. Dejar nuestras marcas en cada rincón de su cuerpo y de su mente, para que no pueda olvidarnos.
"Woah..." Anna asiente emocionada.
aplauso aplauso aplauso
Mientras Emilia aplaude suavemente.
''Así que lo siguiente que vamos a intentar es, por supuesto...'' Raeliana sonríe insidiosamente.
''''¡Basurero de semen! ''''