*charla*
Al abrir la puerta negra, nos encontramos con una escena bastante... singular . Lo cual, como sabéis, es de esperar, pero yo tampoco pensaba que fuera tan singular.
''Ohhhh~'' Liana corre inmediatamente alrededor, mirando las cosas en los puestos con entusiasmo, sus coletas rebotando con cada salto que da.
Aquí puedes ver todos los juguetes imaginables: consoladores, fundas para el pene, correas y collares de todo tipo, cadenas, látigos, cuerdas, mordazas y un sinfín de cosas que no reconozco.
''... Hay una nota aquí'', dije, mirando una tarjeta de metal pegada en la pared cercana. ''Veamos... 'Eres libre de tomar lo que quieras, pero no todo, y, si filtras alguna información sobre esta habitación, solo debes saber que haré saber al público que eres una persona con fetiche por la humillación. Sabes que puedo hacer eso'... Decía.''
Eso da miedo. Independientemente de si tengo o no ese fetiche, que creo que podría tener un poco, que me etiqueten como tal destruiría inmediatamente mi reputación.
''...Vamos a echar un vistazo'', sugirió Tina.
Así que nos separamos inmediatamente después de eso. Decidí acercarme primero a Liana, la entusiasta del BDSM.
''Ven aquí, déjame probar esto~'' llamó después de notar que me estaba acercando a ella.
''...Seguro.''
*hacer clic*
Saca un collar de metal que parece... ¿elegante? y me lo pone inmediatamente alrededor del cuello. Ah, ¿y mencioné que también sostiene la cadena conectada al collar?
''¡Esto te queda bien!'', exclamó. ''Probemos cosas diferentes a continuación''.
*traqueteo* *traqueteo*
Ella me arrastra con la cadena en su mano, actuando muy casualmente.
...Este es bastante cómodo, en realidad, y luce bastante bien para un collar...
—Toma, toma algunos de estos. —Liana se gira hacia el puesto que está a nuestro lado.
''...Mordazas y cuerdas, ¿eh? Bien'', dije, arrojando algunas de ellas dentro de mi bolsa espacial.
''Éstos también''. Señala la sección de los puños.
''¿Qué, me vas a encerrar en un calabozo o algo así?'', dije bromeando, arrojando también cuatro esposas dentro de mi bolso.
—¿Cómo sabías lo que estaba pensando? —Levantó una ceja—. Planeo construir una sala BDSM completa en una mazmorra y luego llevarte allí de vez en cuando —explicó, sonriendo satisfecha.
...Absolutamente desquiciado.
Y me encanta.
''...A por ello.''
''Sabía que dirías eso'', respondió ella.
*chu*
Y me besa en los labios.
*traqueteo*
Acepto su movimiento en silencio mientras también pongo mis manos alrededor de su cintura.
''Este no es el lugar para eso, ¿sabes?'' Nos interrumpió una voz.
—Siempre llegas en el peor momento, Christina —dijo Liana molesta, apartándose de nuestro beso.
''...''
¿Hm? ¿Está mirando mi collar?
—¿Éste es realmente bastante cómodo? —expliqué, inclinando la cabeza.
''...Ya veo. Si te gusta, supongo.''
—Oye, ¿quieres probarlo? —dijo Liana burlonamente, entregándole la cadena a Tina.
*traqueteo*
—Dámelo —respondió ella, agarrando la cadena.
"Silvia."
*chu*
Luego me abraza y presiona sus labios contra los míos.labios contra los míos.
''Pensé que acababas de decir que este no es el lugar'', comentó Liana a un lado.
'''' ... ''''
''...Ya basta, aún tenemos más por explorar.'' Pude verla fruncir el ceño ligeramente.
'''' ... ''''
Eh... No peleéis aquí, por favor.
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"¿Necesitamos látigos?", dije, mirando los distintos látigos que había en el estrado.
''No, prefiero golpearte con mis manos.''
Eso sonó muy mal.
''¿De verdad disfrutas eso...?'', preguntó Tina en voz baja.
''Ligeramente, sí. Ni siquiera a mí me excita que me torturen ni nada'', respondí. ''Y, ya lo has experimentado antes, ¿no? Cada vez que Liana me pega, me pongo más tenso. ¿No es eso bueno?''
''...No lo negaré.''
¿Ves? Dar nalgadas es bueno. Todo el mundo debería probar a dar nalgadas.
''¡¿Oh?!''
''¿Hmm?''
¿Qué está mirando Liana?
"Oh", exclamé.
''¡Mira! ¡Son piercings!'' Ella salta emocionada.
''Eh... piercings en los pezones, piercings en el clítoris... piercings en la vagina también...''
... No lo leas si te da tanta vergüenza. Está arruinando un poco la imagen de una princesa noble. Pero no me quejo.
"Toma uno de cada diseño", dijo Liana, señalando la sección de piercings para los pezones.
"Claro, claro."
¿Están imbuidos de maná? ¡Qué demonios!
Mientras tomaba prestados permanentemente los piercings, parecía que Tina había encontrado una pequeña nota cerca.
''Aquí dice 'Piercings inteligentes. ¡Puedes jugar con ellos de forma segura y cómoda!'...''¡con estos de forma segura y cómoda!...''
''...Déjame intentarlo'', dije, sacando uno normal con forma de anillo del montón.
Luego, usando telequinesis, bajo rápidamente mi camisa y mi sujetador y coloco el piercing delante de mi pezón.
El anillo reaccionó inmediatamente a eso, brilló tenuemente antes de fijarse en mi pezón, colgando libremente con mis partes saltarinas.
Mhn... Hace bastante frío. Supongo que me llevará un tiempo acostumbrarme.
"¡Mmmm!"
Antes de poder probar algo más, Liana ya había levantado mis pechos con una mano, tirando del anillo con la otra, estirando mi suave carne mucho más de lo que normalmente es.
—Excelente —comentó Liana, soltando el anillo—. ¿Cómo te sentiste?
''Bastante bien, se sintió diferente a un pellizco normal".
''Tendremos que probarlo esta noche. Tú también, Christina, tienes que ponértelo también''., tienes que usarlo también.''
''¡¿Eh?!''
Vamos a ignorar eso.
Aunque antes parecía como si el anillo le hubiera atravesado el pezón cuando ella tiró de él, realmente genial. Me podría gustar mucho esto.A través del pezón cuando ella tiró antes, realmente genial. Me podría gustar mucho esto.
Por cierto, ahora tengo muchas preguntas para el tipo Vivian, ya que utilizó esta tecnología de nivel alienígena para fabricar juguetes sexuales...
De cualquier manera, creo que debería llevarme más consoladores. También quiero tapar los agujeros inferiores de mis amantes. Y, por supuesto, también los de la dulce Anna.Aquí hay consoladores. También quiero tapar los agujeros inferiores de mis amantes. Y, por supuesto, también los de la dulce Anna.
Cuando les pregunté por qué no se masturbaban entre ellos, me respondieron que en realidad era porque sus penes eran demasiado grandes. Sería demasiado sofocante e incómodo, dijeron.
Y, al parecer, ninguno de ellos estaba precisamente entusiasmado con hacerlo con otras personas además de mí. Quiero decir, supongo que lo aprecio.
Pero ahora tengo que elegir los de tamaño normal, no gigantes como los de ellos.
Tampoco puedo olvidarme de las fundas para el pene. Aunque estoy segura de que son muy inferiores a las mías naturales, aún podrían usarse para experimentar.
—Ah, Sylvie. No te quites ese piercing.
Bien.
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"¿Este se ve bien?", pregunté, acercando el consolador rosa.
Estamos teniendo una reunión de negocios muy importante en este momento. Todos nosotros. Puedes argumentar que Anna no necesita estar aquí, pero no quiero distraerla.
''Hm... ¿Aún es demasiado grande?'', respondió Tina.
"Mm." Emy asiente.
Hmm, este mide unos 20 cm, y el tamaño... ¿dos tercios de su tamaño?
''¿Éste?'' Esta vez traigo uno de 17cm.
—Eso podría encajar —dijo Liana, midiendo su vientre inferior con una mano.
''Muy bien, entonces tomemos un montón de estos, y tal vez algunos tamaños más pequeños también".
Los más grandes los guardaré para mí y para Anna.
—Creo que eso es todo. —Liana mira a su alrededor por última vez—. Sigamos adelante, quiero llegar rápido a casa.
Solo quieres probarlos, ¿eh? Pero estoy de acuerdo.
—Está bien, vámonos—dijo Tina, caminando hacia la puerta.
—¿Eh? —exclamó Anna.
Sólo... Tina, quítate el collar primero, ¿quieres?