Hola, soy Sylvia, tengo 13 años. Dentro de 22 años tendré que salvar el mundo.
Salvar el mundo significa que probablemente algún día tendré que ir a la guerra contra los demonios. Soy consciente de ello.
Entonces le pedí a mi papá, un archimago, que me enseñara a combatir cuando cumplí 6 años. Al principio, solo papá me enseñaba magia, pero luego comencé a luchar contra monstruos que mi papá creaba. A veces, mis amigos también se unen a mí. Aunque Emy generalmente entrenaba con su padre, maestro de espadas, y Liana entrenaba con el marqués.
Me pregunto a qué monstruo me enfrentaré hoy...
Caminando hacia el campo de entrenamiento, puedo ver a mi papá parado allí con mis dos amigos.
Hola papá, vosotros dos también. ¿Qué vamos a hacer hoy?
''Ah, hija, aquí estás.'' Papá y las chicas se giran hacia mí. ''Hoy os pondré a prueba a las tres juntas.''
''Claro, ¿contra qué monstruo lucharemos hoy?''
—¿Tienes suficiente confianza para enfrentarte a un dragón? —dice papá, sonriendo.
''''...'''
Para tu información, un dragón normal es tan fuerte como un Maestro de 1 o 2 estrellas, y quiere que luchemos contra uno.
"¿En serio? Creo que podemos hacerlo", respondo.
''...No me importa hacerlo'', dice Emy después de reflexionar un rato.
—Bueno, estoy en problemas. —Liana sonríe débilmente—. De todos modos, me van a arrastrar a esto, ¿no?
Al ver esto, la sonrisa de mi padre se hace más grande. "No te preocupes, no morirás".
Eso no me inspiró ninguna confianza, papá.
Comenzamos a ponernos en posición, Emy desenvaina su espada larga con gemas de obsidiana pegadas en la protección transversal en el extremo del mango, luego cubre la hoja con el maná de su espada y sus dos brazaletes, haciendo que toda la espada y sus brazaletes brillen en dorado.
Liana hace rebotar con los pies la guadaña que está en el suelo detrás de ella, girándola unas cuantas veces antes de sostenerla horizontalmente a su derecha. Su nueva guadaña es aún más larga que su altura, es de un negro intenso con esmeraldas en los extremos del mango. Al igual que Emy, la guadaña y la gema de su collar comienzan a brillar en verde mientras usa el maná para recubrir la guadaña.
Y saco, bueno, nada, no puedo usar exactamente mis balas súper AP aquí, las escamas del dragón y su escudo mágico son literalmente imposibles de romper normalmente, pero creo que puedo desterrarlo al reino de las sombras de un solo disparo en la boca o en los ojos, y eso será hacer trampa. Así que tendré que conformarme con mi magia aquí.
De hecho, eso es lo que la gente hace para derrotar a los dragones: apuntarles a los ojos y a la boca, y a veces a la barriga. Hay que aprovechar los puntos débiles del oponente.
Papá se concentra un poco, luego enfoca el maná hacia el otro lado del campo. Lentamente, puedo ver emerger un dragón rojo del tamaño de un edificio de 4 pisos, tiene patas gigantes con garras afiladas, escamas gruesas por todos lados excepto en su vientre, una cola larga que se mueve como una serpiente, ojos dorados con ranuras negras verticales, una boca abierta llena de dientes afilados y, sobre todo, un par de alas gigantes.
¡RUGIDO!
Instintivamente uso la telequinesis para fijarnos en el lugar y rápidamente hago un escudo de maná para protegernos. Mierda, casi salgo volando.
''¡¿Cómo se supone que vamos a matar a esta cosa?!'', grita Liana.
''¡Simplemente hazlo, unga bunga! ¡No tengo tiempo para estrategias! ¡Solo apunta a los ojos y la boca!'', le grito.
''¡No estás siendo de mucha ayuda!''
''¡¡Yo se, verdad!!''
AUGE
Una cola golpea el lugar donde yo estaba justo antes, desportillando el suelo de piedra.
¡¿Por qué siempre a mí?!
No es el momento para eso ahora, esos dos ya han cargado hacia el dragón, y puedo ver que ya comenzó a cargar para lanzar un aliento de fuego. Inmediatamente imagino una lanza de hielo gigante de unos 3 metros de largo y 20 cm de grosor, la apunto directamente a la boca del dragón y luego la lanzo.
La lanza golpeó perfectamente la lengua roja y fundida de la criatura, provocando que silbara de dolor y sacudiera un poco la cabeza.
Mis dos compañeros de equipo se lanzan con sus armas, pero, por desgracia, el dragón consigue regresar a tiempo. Luego usa la cola de antes para lanzarlos a ambos hacia atrás, lo que hace que sus ataques sean inútiles y los empuja.
Sin vacilar, vuelven a atacar de inmediato. Por mi parte, lanzo tres lanzas de hielo más mientras el dragón intenta usar su cola nuevamente.
Esta vez no, idiota.
Concentro mi mana para usar la telequinesis al máximo de mi habilidad, forzando la cola a permanecer en su lugar.
Al mismo tiempo, lanzo mis lanzas a sus ojos, a lo que responde agachándose para esquivar. Afortunadamente, tanto Emy como Liana reciben una puñalada en sus ojos debido a la esquiva, lo que hace que vuelva a soltar un rugido penetrante. Mis compañeros de equipo retroceden inmediatamente y se quedan a mi lado.
Se volvió loco.
''¡¿Qué hacemos ahora?!'', grita Liana.
''¡No lo sé! ¿Esquivar hasta que se le acabe la energía? Ahora no debería poder vernos''.
''¡Entonces intenta volar arriba!'' Esta es Emy, es extraño escuchar su voz tan fuerte.
Pero ella tiene razón, deberíamos volar arriba y esperar.
Entonces uso la telequinesis para llevarnos a los tres al cielo, a unos 50 metros del suelo. No es que no puedan volar solos, solo que me siento más cómoda haciéndolo y no tengo problemas para movernos a todos aquí.
El dragón comienza a forcejear con dolor y dispara todo tipo de magia por todas partes. Los dragones son como esos idiotas que crean un personaje en un juego de rol, ponen todas las estadísticas en poder, magia, defensa y demás, pero ponen negativo en la estadística de inteligencia. Por lo general, son muy tontos, solo unos pocos seleccionados de linajes superiores son inteligentes.
Así que esperamos arriba por un rato, y se me ocurre un plan simple.
"Oigan, ¿pueden tocarle los ojos una vez más para que abra la boca? Voy a congelarle el cerebro a ese cabrón".
—Está bien, pero apunta con cuidado.
''Seguro.''
Asiento y empiezo a conjurar 5 lanzas de hielo más, luego uso la telequinesis para comprimirlas todas juntas, cada vez más fuerte...lanzas, luego uso la telequinesis para comprimirlas todas juntas, cada vez más fuerte...
Al final, lo que tengo a mi lado es una lanza de hielo comprimido súper duro de 3,5 metros y solo 10 cm de espesor, lista para lanzar.
El dragón deja de disparar magia y parece haberse quedado sin energía, mis dos compañeros me asienten y los libero.
Mientras caen, usan su propia telequinesis para ajustar el ángulo. Precisamente, la espada de Emy se clava en su ojo izquierdo una vez más, mientras que la guadaña de Liana se dirige directamente a su ojo derecho.
El dragón levanta la cabeza y apunta su boca abierta hacia el cielo debido al dolor insoportable, dejando a mis compañeros colgando de sus armas. Vuelo hasta el ángulo en el que puedo ver el paladar de su boca y lanzo la lanza con la máxima velocidad hacia mi objetivo.
La lanza penetra la parte relativamente blanda de la boca, atravesando hasta el cerebro, congelando casi todo su contenido, me imagino.
El dragón se detiene por un segundo y luego cae, desapareciendo en la nada.
aplauso aplauso aplauso
"Eso fue impresionante, señoras".
Vuelo hacia donde están mis amigos y puedo ver a papá saliendo de la esquina.
''Bueno, ese fue molesto'', dije.
"Tu trabajo en equipo aún es un poco torpe, pero lo lograrás", responde papá, mientras se acaricia la barbilla.
''''Gracias, Su Majestad.'''' Emy y Liana se inclinan ligeramente.
''Os lo merecéis, ahora solo me queda magia para enseñaros.''
'''' ... ''''
''Hmm...'', reflexiona papá. ''¿Tienen algún interés en, digamos... convertirse en diplomáticos?''
"¿Para qué?", pregunto.
''Para negociar algo con el Imperio'', sonríe.
Esa sonrisa... Hay algo más en esto, estoy seguro.