Al día siguiente, Ren, luego de despertar, decidió usar su nuevo equipamiento para realizar una misión de rango S.
Pensaba que podría ser un gran reto, ya que, aunque se consideraba lo suficientemente fuerte, no quería subestimarla.
En el camino, antes de ir al gremio de aventureros, decidió detenerse para comprar algunas pociones mágicas en una tienda que le llamó un poco la atención.
Al entrar al local, observó algunas pociones que le interesaron, como una de recuperación y otra de aumento de fuerza. Sin embargo, vio una que podía potenciar todas sus estadísticas al doble. Aunque tenía un alto precio, pensó que valdría la pena.
Al recoger dos de estos frascos, pudo observar que contenían una energía oscura extraña que emanaba un gran poder, lo que le hacía pensar que cumplirían lo prometido.
Al llegar hasta donde estaba el vendedor, un hombre extraño que casi no tenía pelo, emanaba un extraño olor y era jorobado, le dijo:
—¿Está seguro de que estas pociones cumplen con lo que dice su descripción?
—Sí, estoy seguro. Sé que parece extraño que algo tan bueno esté en esta tienda, pero una señora extraña me las vendió en un viaje que tuve a otro imperio.
—Entiendo. Ya veo que sabes por qué dudo, pero bueno, entonces, sin más que decir, me las llevo.
Ren, luego de comprar las pociones extrañas, se dirigió al gremio de aventureros para escoger una misión para el día.
Al entrar al gremio, saludó a Lucía y entabló una pequeña conversación sobre las misiones.
—¿Cómo están las misiones de hoy?
—Estás muy apurado para ser nuevo. Pensé que después de haber realizado esa gran hazaña ayer estarías muy cansado y descansarías varios días.
—No es como si tuviera algo más que hacer. Realmente, mi único objetivo es llegar a ser el mejor en esto y ser fuerte.
—Ya veo que eres muy apasionado. Bueno, hoy, al parecer, las misiones están lloviendo, ya que nos han encargado muchas.
—Hoy iré por misiones más desafiantes, ya que tengo mejor equipamiento.
—Ok, Ren, ten cuidado. Te deseo suerte.
Ren, luego de terminar la conversación, se dirigió hacia el tablero de misiones para ver cuáles de rango S podía encontrar.
Vio una que le llamó la atención que era sobre:
investigar unas ruinas que habían sido descubiertas recientemente dentro de una cueva.
Esta fue clasificada como rango S, ya que los residentes cercanos escuchaban sonidos extraños provenientes de esa cueva.
Ren, al final, escogió esa misión y emprendió su viaje hacia el lugar donde se encontraban las ruinas.
Después de dos días, llegó al lugar en donde se encontraban las ruinas. Antes de entrar, decidió preguntar a los lugareños qué creían que podía ocasionar esos sonidos.
Al hacer las preguntas, recibió algunas respuestas, como que podría ser algún monstruo que custodiaba lo que alguna vez fueron esas ruinas. Otros hablaban de una maldición antigua.
Sin embargo, una respuesta le llamó especialmente la atención: un señor afirmó haber visto personas extrañas entrar y salir de la cueva, hasta que un día desaparecieron sin más.
Luego de escuchar eso, Ren se preparó e ingresó a la cueva.
Al entrar, encontró un gigantesco hueco en el centro de la cueva, el cual tenía un túnel del que salía un desgarrador sonido.
Ren decidió bajar para investigar qué producía ese sonido, preparándose para lo que pudiera encontrar.
Al ingresar al túnel, se dio cuenta de que parecía no tener fin. Después de caminar aproximadamente diez minutos, se encontró con unos hombres encapuchados que parecían estar relacionados con los sonidos.
Ren intentó entablar una conversación con ellos, pero estos, sin decir nada, lo atacaron.
No tuvo demasiados problemas eliminándolos, ya que había estado en guardia todo este tiempo.
Al revisar la ropa de estos individuos, encontró unos extraños cristales morados que parecían inofensivos.
En un pequeño descuido, mientras Ren guardaba uno de estos cristales, una bola roja salió del pecho de uno de los encapuchados e ingresó por la boca de Ren.
Al observar el hueco en el pecho del encapuchado, pensó que podrían haber más enemigos cerca, así que continuó avanzando con cuidado.
Mientras seguía, comenzó a sentir una rara sensación en su pecho y una presión extraña sobre él.
También experimentó mareos y cansancio, por lo que decidió ingerir una de las pociones extrañas que aumentaban sus estadísticas.
Tras beber la poción, los síntomas comenzaron a desaparecer en unos minutos.
Ren, ya sintiéndose mejor, decidió continuar avanzando por el túnel.
Después de un rato, pudo comenzar a ver el final del túnel, donde, al parecer, se encontraba una gran cueva vacía.
Al llegar al final, jamás imaginó lo que vería ante sus ojos: una gran bestia, aparentemente un demonio, con cuernos y ojos rojos como el carmesí.
Detrás de esta criatura, se encontraba un enorme portal en el que solo se veía un resplandor azul y nada más.
Ren, al verlo, sintió un miedo indescriptible. Comenzó a temblar y poco a poco cayó en la desesperación, temiendo morir en ese mismo momento.
Este luego de recuperar la cordura, pensó que podría usar su invocación para que lo ayude en la batalla contra este gran monstruo.
Luego de unos segundos se decidió por fin y entro a la gran cueva para acabar con el monstruo con ayuda de su compañero alado.
Con cuidado se localizo en un lugar en el que el gran monstruo no lo pueda ver y empezó a invocar a su dragón para darle comienzo a esta batalla.
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