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Arthur ignoró completamente los comentarios; su cara inexpresiva no cambió en lo más mínimo. Sin prestar atención a los aldeanos que lo rodeaban, continuó su camino hacia Arlong Park.
Al ver sus acciones, los aldeanos del pueblo quedaron atónitos y confundidos. Pero en ese momento, una chica oculta entre la multitud no pudo soportarlo más y gritó hacia Arthur:
-¡Oye, tú! ¡Chico, no seas arrogante y regresa rápidamente antes de que te noten esos hombres pez!
Al escuchar las palabras de la chica, todos los aldeanos recobraron el sentido y también intentaron persuadir al joven. Sin embargo, Arthur no detuvo su marcha; ignoró todos los gritos de preocupación y siguió adelante, ante las miradas llenas de sorpresa y lástima de los aldeanos.
Nojiko, que anteriormente había hablado, miró la espalda de Arthur con incredulidad y sorpresa. Solo pudo sentir lástima por aquel tipo que parecía estar buscando la muerte; suspiró en silencio.
En ese momento, una mano apareció en su hombro, y al sentirla, el cuerpo tenso de Nojiko se relajó. Escuchó unas palabras provenientes de él:
-Tranquila, recuerda que no debes preocuparte. Después de todo, no lo conoces.
Eran las palabras de Genzo, el sheriff de la villa Cocoyasi, quien se preocupaba mucho por la seguridad y la felicidad de Nami y Nojiko. Genzo era como un padre para ambas.
Al escuchar las palabras de Genzo, Nojiko solo pudo suspirar. Era tan joven, y no pudo evitar sentir lástima por Arthur. Para ella, él era un niño que no conocía la inmensidad del mundo.
-Tranquila, solo no pienses en ello -dijo Genzo, tratando de consolar a Nojiko-. Bueno, creo que es hora de que todos ustedes regresen a casa. Si los piratas de Arlong nos ven, podríamos tener problemas.
Las palabras de Genzo estaban llenas de seriedad y preocupación, lo que hizo que todos los aldeanos palidecieran al imaginar a los hombres pez. Rápidamente, se dispersaron, corriendo hacia sus casas.
A Arthur no le importó eso; siguió su camino. Ya tenía un objetivo claro: matar a los piratas del dragón. Sin más obstáculos en su camino, marchó hacia Arlong Park, la guarida donde se escondía Arlong.
Arthur no usó Hirenkyaku; simplemente caminó como normalmente lo haría en su vida anterior. Bastaron unos minutos de caminata para vislumbrar las paredes de Arlong Park. En el camino, se había encontrado con varios hombres pez, a quienes había derrotado sin problema. Esto le dio una idea de su fuerza; lidiar con Arlong no sería un problema.
Sin más, dejé de divagar en mis pensamientos, porque frente a mí estaba la muralla de la fortaleza de Arlong. Arthur no se molestaría en rodear la fortaleza solo para entrar por la puerta; simplemente destruyó el muro usando un poco de Riatsu.
¡Boom! Los ladrillos y el humo salieron por todas partes. Esto sorprendió inmediatamente a todos los hombres pez que estaban celebrando. Miraron con sorpresa hacia la dirección de donde provenía el humo y el polvo.
-¿Qué? ¿Quién es tan atrevido como para atreverse a atacar a los piratas del dragón?
Fueron las palabras de Chuu, uno de los oficiales de alta graduación de los piratas de Arlong y uno de los tres jefes en Arlong Park. Además de ser un combatiente experto, Chuu estaba listo para cualquier desafío.
Al disiparse el humo, una silueta se hizo visible, lo que puso aún más nerviosos a los hombres pez que esperaban con ansiedad. Pero cuando el humo finalmente se dispersó, los peces no pudieron evitar quedarse sin palabras.
-¿Eh? ¿Un niño humano?
Fueron las palabras de Arlong, quien esperaba un gran enemigo y se estaba preparando para una gran batalla, pero nunca imaginó que un niño humano se atrevería a revelarse. Inmediatamente perdió el interés, sintiéndose lleno de desdén.
-¡Qué niño más estúpido!
Chuu, que había hablado anteriormente, se recuperó de su sorpresa y gritó:
-¡Maldito mocoso! ¿Cómo te atreves a provocar a los nobles hombres pez?
-Por favor, hermano Arlong, déjame encargarme de este mocoso humano que se atrevió a provocarnos.
Arlong asintió en señal de que estaba de acuerdo.
-Gracias, hermano Arlong. Me encargaré de hacerle saber a este humano las consecuencias de provocar a los hombres pez.
Las palabras de Chuu ganaron la aprobación de todos los hombres pez. Solo uno de ellos parecía tener lástima por Arthur.
-¡Sí, hermano Chuu, mata a ese humano!
-¡Sí, demuéstrale lo nobles que son los hombres pez!
-¡Sí, hermano Chuu, haz que ese humano pague por su insolencia!
Las palabras de los otros hombres pez hicieron que Chuu se sintiera orgulloso. Caminó arrogante hacia Arthur, sin saber que ese sería su peor error.
FIN
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[Espero y les guste este capitulo]
Sigo esperando los votos si este capitulo llega a diez votos subiré inmediatamente el siguiente capítulo de este historia.
También quería que ustedes los lectores me dieran al gunas ideas constructivas
Y también tengo dudas como el prota debería tener una relación amorosa o no
Comenten Melo en los comentarios.