La sala se encontraba en completo silencio, salvo por los suaves zumbidos de las máquinas que flotaban alrededor de Sholan. En su mente, el caos de las decisiones se materializaba en una discusión interna, donde las tres IA, sus voces como ecos en su cabeza, debatían sobre la mejor opción para el entrenamiento.
Cortana, con su tono preciso y calculador, fue la primera en hablar. "El objetivo es claro: necesitamos un lugar que ofrezca entrenamiento físico y mágico. El mundo de los Caballeros de Oro es perfecto. Tiene desafíos, enemigos poderosos, y un entrenamiento físico riguroso que les permitirá dominar las habilidades que buscas."
Red Queen, más pragmática y desconfiada, replicó con un tono frío. "Aunque eso podría funcionar, recuerda que esos mundos no son realmente adecuados para aprender alquimia. Y, además, esos 'dungeons' de DC tienen reglas propias que podrían no aplicar en otros mundos. Necesitamos algo más específico."
Finalmente, White Queen intervino, su voz serena y lógica. "Hay otra opción. El mundo de Dragon Quest Dai no Daibouken podría ser ideal. No es un 'dungeon' de DC, pero ofrece una combinación única de magia y entrenamiento físico. El entrenamiento allí podría ser mucho más completo y variado."
Sholan, completamente consciente de los beneficios de cada mundo, se frotó la frente, atrapado en la balanza de opiniones. "Lo sé, lo sé," pensó para sí mismo, "Pero no es solo la alquimia o los Caballeros de Oro. Es el conjunto de habilidades que necesito. Ese mundo tiene lo que buscamos, y sé que allí puedo obtener lo que más necesitamos."
En su mente, las IA continuaron evaluando pros y contras, pero Sholan ya había tomado una decisión. Sabía que no solo necesitaba poder, sino la habilidad de integrar y perfeccionar varias disciplinas. Dragon Quest Dai no Daibouken era el lugar ideal para ello.
Finalmente, la conversación en su mente llegó a su fin, y Sholan se giró hacia los presentes en la sala. La luz de la decisión brillaba en sus ojos, y un peso se levantaba de sus hombros al comunicar su resolución.
"El entrenamiento que necesitamos será en otro mundo del multiverso. He tomado la decisión de que el lugar adecuado para nosotros es el mundo de Dragon Quest Dai no Daibouken."
Las miradas se cruzaron entre los miembros de su equipo, todos sin saber bien qué esperar. Sholan continuó, su tono de voz serio pero confiado.
"El entrenamiento será largo. Nos tomará aproximadamente seis años para entrenar allí, pero... el multiverso tiene sus propias reglas. En este mundo, solo envejeceremos tres años, aunque el tiempo en el exterior pasará más rápido. Es una de las leyes extrañas que afectan la percepción temporal en ese universo. No afectará nuestra capacidad de regresar en su debido tiempo, pero esa es la duración."
Los miembros de su equipo asintieron, comprendiendo lo que implicaba la decisión. Sholan observó a los tres elegidos con detenimiento: Magik, Rogue y Psylocke. Todos tenían el potencial para aprender y mejorar enormemente, pero no todos entendían lo que les esperaba.
"Magik, Rogue, Psylocke," dijo, mirando a cada una en los ojos. "Sé que este viaje no será fácil. Pero tengo plena confianza en ustedes. Cada uno tiene algo que aprender, y lo que ganarán en este mundo les servirá para lo que está por venir."
Las tres mujeres se miraron entre sí, el peso de las palabras de Sholan alcanzando su lugar en sus corazones. Ninguna de ellas dudó en responder afirmativamente. Había algo en la determinación de Sholan que les aseguraba que este viaje era necesario, incluso si sus mentes aún procesaban la magnitud de lo que estaban a punto de enfrentar.
Rogue, sin embargo, parecía un poco más reticente. Sus ojos reflejaban inseguridad, como si las palabras de Sholan no fueran suficientes para disipar sus dudas. Sholan la miró por un momento, y en ese instante, utilizó su poder para activar la fuerza del Fénix.
Un resplandor se desató alrededor de Rogue, como si las llamas de un fuego ancestral la envolvieran. Todos los presentes se quedaron paralizados, convencidos de que Rogue estaba siendo destruida por el poder que Sholan estaba desatando. La intensidad del resplandor era abrumadora, y hasta las tres IA se sorprendieron por la magnitud de la energía.
Pero cuando la luz se desvaneció, Rogue se encontraba de pie, inmóvil, sin una quemadura, pero con una extraña calma en su rostro. Su respiración se calmó, y sus ojos brillaban con una intensidad renovada.
Sholan la observó con una ligera sonrisa en los labios, su mente aún procesando la magnitud de lo que acababa de hacer. "He reescrito tu ADN, Rogue. Ahora tendrás control total sobre tus habilidades. Ya no serás una esclava de tus poderes. Puedes absorber lo que quieras sin las consecuencias que antes enfrentabas."
Rogue tocó su rostro, como si tratara de comprender lo que acababa de suceder. "¿Lo... lo hice yo?"
"Sí," respondió Sholan. "Solo necesitabas un poco de ayuda para desbloquear tu verdadero potencial."
Magik y Psylocke intercambiaron una mirada, sorprendidas por el poder que Sholan había desatado. Sin embargo, ambas comprendieron rápidamente que este era solo el comienzo de un entrenamiento que cambiaría sus vidas.
"Ahora," dijo Sholan, con voz firme, "tenemos tres días antes de partir. Debo hacer algo importante antes de que partamos, algo que no puedo delegar. Así que, aprovechen este tiempo para prepararse. El entrenamiento será largo y exigente, pero los resultados valdrán la pena."
Psylocke frunció el ceño, curiosa. "¿Qué es lo que necesitas hacer, Sholan?"
Sholan suspiró levemente. "Es algo que tengo que hacer yo solo. Es parte de lo que obtuvimos tras la última batalla, pero no se preocupen. Estaré listo para partir dentro de tres días. Nos veremos allí."
Con una última mirada a su equipo, Sholan se retiró a su habitación, sabiendo que este viaje marcaría un antes y un después en su evolución, así como en la de sus compañeros.