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Chapter 12 - CAPÍTULO 11- La mentalidad de una viuda. Parte 1.

CAPÍTULO 11- La mentalidad de una viuda. Parte 1.

—¡¿Un choque?! ¡¿Y por qué no te quedaste para esperar a una ambulancia?!- Dijo Yuki, limpiando la sangre de mi brazo derecho.

—Mis heridas son leves, no necesito atención médica.

—No tienes ningún fragmento de vidrio, o al menos no he encontrado ninguno. Tuviste mucha suerte, Saik.- Dijo Noel.

—¿En serio Iris salió ilesa?- Dijo Yuki.

—Salió ilesa, mi cuerpo la protegió de los fragmentos de vidrio.

Noel suspiró aliviado.

—Realmente eres un amuleto de la suerte para mi familia, Saik. Sin ofender, por supuesto.

—Ah, como sea.

Ya me quité los fragmentos de vidrio antes de llegar, así que estaré bien. Las heridas no son profundas, después de limpiar con agua oxigenada y alcohol para desinfectar, estaré bien. Tendré algunas marcas y costras, pero dejando de lado eso, estaré bien.

—Creo que necesitaremos más venditas adhesivas.- Dijo Yuki, mientras me pone venditas en la espalda.

—Iré por más.- Dijo Noel.

Ah... Y pensar que necesitaría ayuda para algo tan insignificante como una cortada de vidrio.

Sí, soy una persona normal ahora. Ah, por fin.

Dejando de lado que me están ayudando fantasmas, soy una persona normal.

Dejando ese tema de lado, Iris resultó ser... más tonta de lo que creí.

Nuestra plática no fue tan realista. Iris no me cuestionó casi nada y me creyó bastante fácil. Realmente el alcohol le está afectando bastante.

No me cuestionó el cómo supe que ella vendió los anillos de compromiso. Su cerebro está siendo dañado.

Ah, el alcohol. Nunca me gustó su sabor, sabe asqueroso. ¿Por qué los adultos no usan drogas en lugar de beber alcohol? Bueno, las drogas también hacen daño, pero al menos saben mejor que el alcohol.

Ah, es cierto, el alcohol es como una droga legal, al igual que los cigarros. Con razón.

—Entonces, Saik, ahora que Noel no está, ¿crees que Iris tiene salvación?

—La tiene, Yuki, solo debemos ser pacientes.

~Toc, toc, toc~

Ah, que flojera.

Desactivé los cuerpos de Yuki y Noel, y me dirigí a la puerta.

Abrí la puerta y vi a un policía frente a la puerta.

—Buenas noches, jovencito.

—Supongo que está aquí por el choque. No se preocupe, ya limpié mis heridas y todo eso. No necesito ayuda médica.

—Sí, eso puedo ver. Solo queremos que respondas algunas preguntas en...

Lo interrumpí, me da flojera, quiero cenar... Bueno, técnicamente ya cené, pero quiero cenar otra vez.

—No me interesa demandar ni denunciar al hombre que chocó ni nada por el estilo, me da flojera todo eso. Y no planeo cambiar de opinión. ¿Puedo hacer algo más por usted?

El oficial de policía entrecerró los ojos y me sonrió.

Que raro.

—Si es tu última palabra, entonces está bien. Que tengas una buena noche.

—Gracias.

Cerré la puerta y suspiré.

Maldita sea, él es parte de... Ah, que flojera.

—Vaya, eso fue rápido.- Dijo Yuki.

Demasiado... Al menos deberían actuar mejor, idiotas.

Realmente son unos inútiles.

Ah, debo prepararme.

(Pov- Sylphie.)

—Madre, ¿no comerás?

—No... No tengo hambre.

Ella entró a su habitación, sin decir nada más.

... ¿Por qué se ve tan triste? Mucho más de lo usual.

No huele a alcohol... Hoy no ha tomado nada, o al menos no la he visto.

Además, compró mucha comida. Incluso me dio mucho dinero para comprar los materiales para la escuela. ¿De dónde consiguió tanto dinero...? No quiero pensar nada malo de ella. Ella sería incapaz de robar o vender su cuerpo... O eso me gustaría pensar.

Ella fue capaz de esculcar mis cosas y robarme dinero. Si llego a ese punto, de incluso de ser capaz de robarle a su hija, no puedo evitar pensar que es capaz de incluso vender su cuerpo por dinero.

Odio pensar en esa posibilidad, simplemente me niego a creer que eso pudiera pasar, pero...

—Ya no sé qué pensar sobre ella.

Amo a mi madre, pero su alcoholismo la está destruyendo, y queda muy poco de la amorosa madre que tenía.

—Madre...

Me senté y puse mi cabeza en la mesa.

Ya no sé qué hacer con ella... Ya estoy cansada... Cada día está peor.

—Padre... Realmente te necesitamos.

Mi madre solo te escuchaba a ti, nunca me escucharía a mí... ¿Por qué tuviste que morir?

—No es justo.

(Pov- Saik.)

Ah, el segundo día de clases comenzó.

—Y tengo muchísima flojera. Ah, odio la escuela.

—Bueno, al menos mira el lado bueno.

—¿Y cuál sería ese lado, Yuki?

—Que asistes a una escuela considerada de élite. No cualquiera puede darse el lujo de presumir algo así.

Ah, supongo que tienes razón.

Entré al salón de clases y vi a Sylphie, sacando su libreta de su mochila, pero cuando me vio, se sobresaltó. Supongo que mis venditas la sorprendieron.

Ella dudó si acercarse a mí o no, pero como se tardó en decidir, no le presté más atención y me fui a mi asiento.

—¡Oye, al menos dale los buenos días!

Sylphie no es mi problema, solo me importa su madre.

La miré de reojo. Se ve triste y decepcionada de ella misma, por no ser capaz de al menos decir "buenos días" a un compañero de clases. Ah, bueno, ella no es mi problema, así que no me importa.

Me senté y saqué mi libreta.

Ah, bueno... Ya estoy listo.

—Buenos días, Saik. ¿Qué te pasó en los brazos? ¿Tuviste algún accidente? ¿Estás bien?- Dijo Saoto.

No siento otras intenciones en él. Este chico es realmente una buena persona. Que fastidio.

—Solo me corté con algunos vidrios cuando se me cayó una ventana que estaba limpiando, eso es todo.

—Ya veo. Me alegro que no te haya pasado algo peor.- Dijo, sonriendo.

... Me es difícil odiar a este chico, pero es molesto. Supongo que su actitud de chico bueno me resulta incómoda.

—Gracias por la preocupación, pero te pido que te vayas. Me arruinas la soledad, y me gusta mucho estar solo.

—Oh, sí, lo siento, no era mi intención. Espero que te recuperes pronto.

Se alejó de mí y volvió a su asiento, mientras recibo miradas juzgadoras de mis compañeros de clases, en específico de las chicas.

Ah, como sea.

—Saik, él solo se preocupaba por ti. No debiste ser tan grosero con él.- Dijo Yuki.

—Lo siento, Yuki, pero realmente no quiero involucrarme con él ni con nadie.

—Sí, sí, lo sé, chico solitario. Ah, nunca te entenderé.

Miré a mi alrededor.

Los grupos de amigos ya se formaron.

Y como lo tenía planeado, estoy excluido. Me volví el chico solitario y callado de mi clase. Bueno, también hay otros como yo, incluyendo a Sylphie, que es la única chica solitaria de la clase, pero no les tomaré importancia alguna.

Cualquiera pensaría que es algo malo, pero es muy cómodo y relajante para mí.

No debo soportar a personas molestas.

No debo escuchar los problemas de las personas.

No debo escuchar las voces ruidosas de los demás, que solo interrumpen mis pensamientos.

Ser un solitario es muy beneficioso para un chico como yo. Un chico que solo quiere divertirse solo y estar tranquilo. Bueno, casi solo, Yuki es una excepción. Ella es agradable, así que, aunque ella sea metiche, llorona y enojona, disfruto mucho su compañía.

—¡Oye, ¿me estás insultando en tu mente?! ¡Me dieron escalofríos!

Tampoco me interesa conseguir una novia... Aunque no digo que no me interese al 100%.

Si alguna chica rara se enamora de mí, la aceptaré. Siempre quise saber qué se siente tener una novia, pero como nunca me enamoro y no me siento atraído por nadie, nunca quise comprobar cómo se siente, ni como experimento, pues mis padres me dijeron que solo debo tener como novia a la chica que ame, así que no he tenido oportunidad de comprobar lo que se siente tener novia, pues no he amado a ninguna chica.

Pero ahora estoy dispuesto a comprobarlo, pues descubrí que es normal tener novia.

Nunca he tenido novia, así que tengo algo de curiosidad, pero no tanta.

No es una prioridad.

Las relaciones humanas solo sirven para la reproducción, y no quiero tener hijos.

Pero con eso de la historia romántica de Noel e Iris, y eso del amor a primera vista y que incluso el amor nos obliga a hacer cosas como renunciar al dinero, me interesa saber si puedo llegar a experimentar eso.

Mmm... Ah, pero... ¿Aceptar a cualquier chica funcionará? No lo sé... No, no creo que funcione. Para que el amor nazca, debe existir la atracción sexual o algo parecido. Debo aceptar a una chica que se acerque a mis gustos personales.

¿Qué tipo de chicas me gustan?

Mmm... Creo que serían las chicas con personalidades fuertes, que no me traicionen y que no dependan de nadie. Una chica capaz de salir adelante por su propia cuenta. Una chica que no se arrodille ante nadie.

... ¿Chicas como mi madre?

Ah... Eso suena enfermo de mi parte, pero creo que sí. ¿Habré heredado los gustos de mi padre? Ah, ¿por qué no heredé la inteligencia? Solo heredé estupideces, como la apariencia y ojos, cosas sin importancia alguna. Desearía haber heredado la inteligencia de mis padres o algo parecido.

—Ah... Yuki está aburrida, Saik. La escuela es muy aburrida.- Dijo Yuki, acariciando mis orejas.

Ah, me siento como un cachorro. No me quejo, se siente bien, es como un masaje.

—Te hubieras quedado en casa.

Hablar en voz baja me haría parecer un chico raro si alguien me escucha, por eso hablo muy, pero muy bajo.

No creo que el chico sentado a mi lado me escuche.

—¡¿Y perderme la diversión?! ¡Prometí ayudarte a conseguir amigos, y eso haré!

Ah... Aunque no te pedí tu ayuda.

Los amigos son innecesarios.

No son de utilidad para mí.

¿Por qué necesitaría tener amigos?

Por ahora, no los necesito. Solo son una perdida de tiempo.

—Es el segundo día de clases. Escogeremos al presidente de la clase.- Dijo la profesora.

Bla, bla, bla.

Ah... Y yo que tenía tantas ganas de aprender algo que nunca me será de utilidad en el futuro.

El presidente de la clase, el idiota que nos dirá qué hacer. Que fastidio.

—¿Algún voluntario?

Saoto, el chico popular, levantó la mano.

No juzgo a las personas por su apariencia, solo por sus acciones.

Él es alguien inteligente, creo que haría un buen trabajo. Sí, podrá ser el típico chico guapo rodeado de mujeres, un hombre que enamora a las mujeres con su apariencia y carisma, pero es inteligente, y también confiable, digno de un líder.

—Yo me ofrezco.

Tienes mi voto, Saoto... Ah, vaya...

Ram levantó también la mano.

—Yo me ofrezco.

Mmm... Difícil decisión.

Por un lado, creo que Saoto haría un buen trabajo. Por lo poco que he visto, me he dado cuenta de que es alguien que realmente presta atención a las clases. Se toma la escuela con seriedad y no es una simple cara bonita.

Por otro lado, tenemos a Ram, la cerebro del grupo. Creo que tiene las habilidades necesarias para lograr administrar una clase.

¿Por quién votaré? Me pregunto si estarán dispuestos a comprar mi voto con comida. Vamos, vamos, ofrezcan algo, votaré por el que ofrezca una comida más deliciosa.

—Y también propongo que Saik, el mejor estudiante de primer año, sea el presidente.

... Votaré por Saoto.

Levanté la mano.

—Con todo respeto, rechazo serlo. Si me eligen, no haré nada, no me importa las consecuencias. Si me eligen, será como no tener presidente.

Bajé la mano y todos comenzaron a murmurar.

No es necesario prestar atención para saber que están diciendo cosas malas sobre mí.

—¡Ahhhhhhhh! ¡Siempre encuentras la manera de arruinar más tu vida escolar!- Gritó Yuki, jalándose el cabello.

Las miradas de mis compañeros de clases no me importan.

Si me importara mi reputación no hubiera dicho eso, pero no me importa lo que otros piensen de mí.

Lo único que debe importarme, es lo que yo pienso de mí mismo.

No debo dejar que las opiniones que los demás tengan sobre mí me afecten.

Es mi vida, y solo yo tengo derecho a juzgar mi vida. Solo mi opinión cuenta, no la de otros.

—Bien... Supongo que comenzaremos con las votaciones.

Bla, bla, bla. Las típicas votaciones. No tiene mucha ciencia. Solo poner el nombre en un papelito y ponerlo en una caja.

Votaré por Saoto, solo porque Ram intentó arruinar mi vida pacífica.

Vaya... ¿Eso es infantil de mi parte? Me dejé llevar por mis emociones... No importa mucho, de todas maneras, pensaba votar por Saoto.

Es un buen chico, puedo sentirlo.

Aunque sea el típico chico con cara linda que siempre es popular entre las mujeres.

—Ya terminé de contar los votos. Saoto, serás el presidente. Ram, serás la vicepresidenta.

Pude ver algo de decepción en los ojos de Ram. Admito que fue satisfactorio.

—No te preocupes, Ram. Saoto recibió 11 votos y tú 9. La diferencia fue mínima.

—Solo dos votos de diferencia...

Ram volteó a verme, pero ignoré su mirada y seguí dibujando a un lindo gato en mi libreta.

Que lindo.

—Perfecto, ahora el chico guapo será más popular y te robará la posibilidad de que alguna chica se enamore de ti. ¡En serio no te entiendo, Saik!

Ni trates de intentarlo, Yuki.

Las primeras clases terminaron, ya puedo disfrutar de mis alimentos. Como siempre, usé mi primer tiempo libre para dormir. Estudiar hasta las 4 de la mañana con Noel me dejó agotado, pero al menos dormir con tanto sueño se siente de maravilla.

Ah, se me hace agua la boca con tan solo imaginar el olor de mi comida.

Cuando comencé a vivir con Yuki, decidí aprender a cocinar. Lo he hecho bastante bien últimamente. Estoy orgulloso de mí mismo.

Cuando se trata de comida y videojuegos, mi memoria es excelente, recuerdo a la perfección muchísimas recetas, pero cuando se trata de lo escolar, mi cerebro se desconecta. Ah, cerebro, eres una mierda conmigo. Se supone que somos amigos, no enemigos, idiota.

Saqué mi comida de mi mochila y Ram puso su mano sobre mi mesa.

Vaya, que bonitas uñas. Tiene manos lindas y dedos delgados. A comparación de mi mano, su mano es muy pequeña. Que adorable.

—¿Por quién votaste?

—¿No se supone que el voto es secreto? ¿Tan rápido comenzaste a ser corrupta, vicepresidenta? Eso debe de ser un récord.

—Solo contesta.

—Ah, vaya... Estás siendo agresiva. Juguemos un juego. Esconde tus manos detrás de ti y levanta la cantidad de dedos que quieras. Si adivino la cantidad, me dejarás tranquilo. Si pierdo, te contestaré la pregunta.

—... Tsk. Está bien. Terminemos con esto rápido.

Vaya, eso fue fácil. Supongo que sabía que la ignoraría si no hacía eso y por eso lo hizo, para que yo le conteste. Si miente, no le contestaré, si es honesta, le contestaré.

Hizo lo que le dije y Yuki observó la espalda de Ram. Vaya, y sin necesidad de decirle. Creo que la mente de Yuki está siendo corrompida por mí. Bueno, es un inocente juego, no importa. No es como si estuviéramos haciendo algo ilegal.

—¡Tiene 7 dedos levantados, Saik!

—La respuesta es... 7 dedos.

Mi respuesta hizo que se sorprendiera un poco y suspiró, irritada.

—Tienes suerte de que sea una chica honesta... Ganaste.

—¿En serio? Hoy es mi día de suerte. ¿Debería comprar un boleto de lotería...? Ah, olvidé que soy menor de edad. Que desperdicio de suerte.

Tomé mi comida y me levanté.

Fuiste honesta, Ram, y eso es algo que aprecio bastante en las personas.

—Voté por Saoto, pero eso no significa que lo hice por alguna razón estúpida como el odio o la venganza. Tal vez pienses que me enojé contigo porque me propusiste para ser presidente, pero eso no me importó. Voté por Saoto porque él tiene algo que tú no.

—¿Ah, sí? ¿Qué cosa? ¿Pene?

—Amabilidad.

Me di cuenta rápidamente de la personalidad fuerte y fría de Ram. No es difícil adivinar que es una chica difícil de tratar.

El primer día de clases estaba rodeada de personas, pero ahora nadie se acercó a ella debido a su personalidad. Una personalidad aburrida, que no atrae a nadie, al contrario, solo los aleja.

Tenerla como presidenta sería molesto.

—Adiós. Iré a disfrutar de mi vida solitaria.

Me alejé caminando.

Ahora me iré a comer.

—¡Saik, Saik, debes conseguir amigos! ¡Invita a comer a la hija de Noel!

—Me pregunto si ya se desbloqueó el cofre mágico.

—¡Saik, no me ignores!

Salí del salón de clases y choqué con una chica... Bueno, ella me chocó a mí por estar corriendo.

—¡Kya!

Ella estaba a punto de caer al suelo, pero la sostuve del brazo y evité que cayera. Prefiero evitar problemas innecesarios, y si se rompe algún hueso, podría echarme la culpa a mí.

—Perdón, tenía prisa.

—No te preocupes.

Seguí mi camino.

No quiero perder más tiempo. Ahora sí comeré.

—¡Oye, Cristal, date prisa! ¡Se terminarán los sandwiches especiales!

Una chica le gritó a la chica que chocó con Saik, cuyo nombre era Cristal.

—¡Es cierto! ¡Vamos!

Ella miró a Saik irse y se rascó la cabeza, intentando comprender el estilo de moda de Saik, pues le pareció un chico muy extraño.

—Ese chico se ve raro. ¿Por qué no se peina?