Habían pasado nueve meses desde la coronación de Rhaenyra como heredera al Trono de Hierro. Mientras Desembarco del Rey se adaptaba a la nueva dinámica de poder, los acontecimientos en Rocadragón estaban tomando un giro inesperado.Al amanecer, Daemon Targaryen caminó por los oscuros pasillos de Rocadragón, dejando un huevo de dragón en una cuna con una expresión decidida. A su lado caminaba Mysaria, sosteniendo cuidadosamente un bulto envuelto en sedas negras y rojas. El huevo de dragón, reluciente con manchas doradas, fue un regalo para su hijo recién nacido, Baelon."El huevo simboliza su legado," declaró Daemon, su voz firme mientras miraba al horizonte desde los acantilados de Rocadragón. "Baelon es un verdadero dragón."Mysaria asintió, aunque una sombra de preocupación cruzó su rostro. "Tu hermano no lo verá de esa manera, Daemon. Lo llamará bastardo. No estamos casados".Daemon simplemente sonrió. "Mi hermano apenas entiende lo que significa ser un Targaryen. Este huevo pertenece a Baelon, y nadie me lo quitará. Al igual que mi hija de tres años, Daenerys, nacida de mi Perra de Bronce, lleva mi sangre. Me dijeron que llamó a su dragón Drogon, un nombre extraño. Ella también se merece este símbolo".Mysaria no respondió, pero el silencio entre ellos hablaba de los desafíos que se avecinaban.
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En Desembarco del Rey, las noticias del robo de huevos llegaron rápidamente a Viserys. Furioso y herido por el desafío de su hermano, el rey ordenó a Otto Hightower que dirigiera una expedición a Rocadragón para recuperar el huevo. Para sorpresa de todos, Rhaenyra insistió en acompañarlos."Es mi deber como heredera proteger la estabilidad de nuestra dinastía", declaró la princesa con determinación. A pesar de las protestas de Otto, finalmente cedió.---
El viento helado azotó las murallas de Rocadragón cuando Otto llegó a la fortaleza. Daemon los esperaba en el puente, rodeado de guardias leales. A su lado estaba Mysaria, sosteniendo el huevo en sus manos.—¡Ser Cock Hightower! —exclamó Daemon con una sonrisa sardónica—. —¿Le faltó al rey el coraje de venir él mismo?Otto dio un paso adelante, con la voz llena de autoridad. "El rey no tiene tiempo para tus tonterías. Este acto es una ofensa contra la Corona, Daemon. Devuélvele el huevo inmediatamente".Ahora que era padre, Daemon no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente. "Este huevo pertenece a mi hijo Baelon. No dejaré que ningún maestre o consejero de Desembarco del Rey me diga cómo honrar mi linaje.Pero antes de que Otto pudiera continuar, Rhaenyra dio un paso adelante, con los ojos fijos en su tío. —Daemon —dijo ella, su voz era una mezcla de reproche y comprensión—, no puedes hacer esto. Ya sabes lo que significa este huevo para nuestra casa.Daemon la miró en silencio durante un largo momento antes de suspirar. "Baelon también es parte de nuestra casa. Esto no es más que un recordatorio de ello"."It is," Rhaenyra admitted, stepping closer. "But there are ways to strengthen our legacy without challenging your brother and the entire realm."Finally, after a palpable tension, Daemon handed the egg to Rhaenyra. "For you, niece," he said quietly. "But remember: the fire we share can be as destructive as a rogue dragon."---
Meanwhile, in Velaryon lands, Corlys sought to resolve a problem that threatened his position in the Narrow Sea. The Triarchy's attacks had intensified, endangering vital trade routes for his house. In a gesture of desperation, he turned to Corwin Celtigar."My old friend," Corlys began, seated across from the Lord of Claw Isle. "The Triarchy threatens not only my house but the balance of power in the Narrow Sea. I need your support."Corwin, ever pragmatic, nodded after hearing his ally's plea. "I will send the necessary help—half of my fleet to support you, Corlys. And I will join the fight myself, alongside Gael, who will ride Dreamfyre to lead our efforts."The decision was met with gratitude and astonishment from Corlys. The involvement of Dreamfyre and Gael promised to tip the balance in Velaryon's favor, while Corwin's presence on the battlefield ensured the Celtigar's loyalty in this conflict.---
With Daemon now out of the equation due to his familial matters and Gael and Corwin departing for the Disputed Lands, events took an unexpected turn. As the struggle against the Triarchy intensified, the Targaryen dynasty also underwent transformation.---
On Claw Isle, the Celtigar family shared a final dinner before the departure. Corwin and Gael now had two children: their eldest, Rhaegar, a boy of nine with a strong sense of duty, and their six-year-old daughter, Maelena, who carried the grace and poise befitting her lineage.