Dado Inmortal

Capítulo 1: El lanzamiento del destino

En el continente de Azaroth, donde los cielos susurraban secretos a los cultivadores y los mares ocultaban misterios olvidados, la fuerza gobernaba todo. Los clanes luchaban por poder, los reinos por riquezas, y los cultivadores por la inmortalidad. Sin embargo, entre todos los tesoros, ninguno era más temido y codiciado que el Dado Inmortal, un artefacto capaz de reescribir el destino de quien lo poseyera.

Shen Zhen, un joven huérfano de dieciocho años, se encontraba entre las ruinas de un antiguo templo en el Bosque de la Muerte Silente. Apenas había sobrevivido a un ataque de bestias espirituales de rango bajo, pero su curiosidad lo había llevado más allá del miedo.

El templo estaba destrozado, con pilares caídos y símbolos arcanos grabados en las paredes. En el centro del lugar, sobre un altar desgastado, descansaba un objeto peculiar: un dado de seis caras, aparentemente ordinario, pero que irradiaba un aura antigua y misteriosa.

—¿Qué es esto? —murmuró Shen Zhen, acercándose cautelosamente. Su instinto le decía que aquel objeto era más peligroso de lo que parecía.

El dado comenzó a brillar con un tenue resplandor dorado cuando Shen Zhen lo tomó en sus manos. Su visión se nubló y una voz profunda y resonante llenó su mente.

"Mortales buscan el poder. Yo les doy la oportunidad. Lanza el dado, y el destino te será revelado."

Shen Zhen tragó saliva, sintiendo la presión de algo más allá de su comprensión. No tenía nada que perder; su vida como un simple aprendiz de cultivador en el Clan del Loto Carmesí había sido miserable. Sin rango, sin técnicas, y sin esperanza de progresar.

—Muy bien, lo haré —dijo Shen Zhen con determinación, lanzando el dado sobre el altar.

El dado rodó lentamente, brillando con cada giro. Las bestias espirituales que rondaban el templo retrocedieron instintivamente, temerosas del poder que emanaba del artefacto. Finalmente, el dado se detuvo en el número 6.

De repente, una explosión de luz llenó el templo, y una serie de ventanas translúcidas aparecieron frente a Shen Zhen.

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[Sistema del Dado Inmortal Activado]

Habilidad Desbloqueada: "Suerte Infinita".

Artefacto Vinculado: Dado Inmortal.

Talismán Otorgado: "Amuleto de Protección Celestial".

Técnica Inicial de Cultivación: "Fundamentos del Destino Eterno".

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Shen Zhen cayó de rodillas mientras una corriente de energía desconocida recorría su cuerpo. Sentía que sus meridianos, bloqueados desde su nacimiento, se desbloqueaban uno por uno. Por primera vez, el Qi fluía libremente por su interior.

—Esto... esto es real.

Antes de que pudiera comprender del todo lo que había sucedido, una voz femenina y melodiosa resonó en su mente.

"Maestro, felicidades por activar el Dado Inmortal. Soy Zhi Lian, el espíritu del sistema. A partir de ahora, guiaré su camino hacia la inmortalidad."

Shen Zhen miró alrededor, sorprendido, pero la voz continuó:

"El primer paso es simple: sobrevive. El Bosque de la Muerte Silente está a punto de colapsar. Una horda de bestias de rango superior se aproxima. Corre."

El templo comenzó a temblar, y Shen Zhen sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sin dudarlo, se levantó y salió corriendo, dejando atrás el altar.

El cielo se oscureció y el rugido de las bestias llenó el aire. Shen Zhen no tenía armas ni técnicas ofensivas, pero algo dentro de él había cambiado. Podía sentir la Suerte Infinita guiando sus pasos, haciéndolo esquivar raíces y ataques de bestias que parecían emerger de todas partes.

Cuando finalmente salió del bosque, jadeando y cubierto de sudor, se dio cuenta de que su vida había cambiado para siempre.

"Bien hecho, Maestro," dijo Zhi Lian. "Este es solo el comienzo. Con cada lanzamiento del dado, te acercarás más a tu destino... o a tu destrucción."

Shen Zhen apretó los puños, mirando al horizonte. Por primera vez en su vida, tenía un camino, un propósito y, quizás, una oportunidad para cambiar su destino.

—Si este dado es mi destino, entonces lo aceptaré.

Y así comenzó el viaje de Shen Zhen, un joven que, con cada lanzamiento del Dado Inmortal, cambiaría no solo su vida, sino el destino del continente de Azaroth.

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Fin del capítulo 1.