Claro, aquí tienes el desarrollo del pró
El cielo se rasgó con una explosión de luz, no un rayo, sino una grieta en el mismo tejido de la realidad. La grieta se abrió lentamente, dejando escapar un susurro sordo que recorrió el mundo sin ser escuchado por la mayoría. A lo lejos, aquellos que prestaban atención vieron luces brillando en el horizonte, y fue allí, justo en esos puntos, donde comenzaron a caer los primeros tesoros.
Círculos brillantes, espadas forjadas con un metal desconocido, libros que emanaban un poder antiguo y profundo, y bastones cuya forma cambiaba como si tuvieran vida propia. Estos objetos, cargados de una energía tan antigua como el mundo mismo, llegaron como piezas de un rompecabezas sin solución. Un regalo para algunos, una condena para otros.
Los humanos no comprendieron al principio el peligro que acechaba con la aparición de estos artefactos. La mayoría los ignoró, algunos incluso se adentraron en ellos sin saber que estaban tocando algo más allá de su entendimiento. Pero para un grupo pequeño, estos objetos representaban algo mucho más grande: un destino que se tejía en las sombras.
En secreto, la Orden del Velo, una organización oculta que operaba en todo el mundo, observaba desde las sombras. Su misión: proteger a la humanidad de lo que viniera de las grietas. Sabían que estas no eran simples rendijas en el cielo, sino puertas hacia algo mucho más oscuro y peligroso. Monstruos, deformidades de la naturaleza, seres corruptos que llevaban consigo una energía oscura, inundaban lentamente las ciudades. Pero incluso los miembros más altos de la Orden no podían prever lo que se desataría en los próximos días.
Entre aquellos elegidos por los artefactos estaba Dante, un joven estudiante que vivía su vida ajeno a cualquier tipo de magia o fantasía. Sin embargo, una noche, los artefactos se le revelaron. En una calle oscura y desierta, tres objetos brillaron frente a él: Rotalunas, un círculo de lunas pequeñas, El Legendarium, un libro que parecía más un colgante que un tomo, y El Báculo de las Mil Formas, un bastón que de inmediato se convirtió en un anillo en su dedo.
Dante no comprendía la magnitud de los artefactos, pero algo en su interior le decía que su vida estaba a punto de cambiar para siempre. Sin saberlo, estaba a punto de despertar el poder de una leyenda olvidada: Kyros, el Zorro de las 12 Colas.