CAPÍTULO 273
~Punto de vista de Tempest~
—No te contengas, amor. Quiero oírte gritar mi nombre mientras mi pene te embiste una y otra vez.
Cuanto más hablaba Koda, más intoxicada me sentía y, así como así, Koda aumentó el ritmo de sus embestidas, haciendo que mis pechos se balancearan cada vez.
Su mano alcanzó, masajeando mi pecho y pezón mientras sus caderas continuaban sus golpes castigadores.
Con cada segundo que pasaba, sus embestidas se volvían más ásperas, más duras y más frenéticas.
—Koda —gemí.
Se inclinó hacia abajo, capturando mis pezones en su boca y rodando el brote sensible entre su lengua antes de apretarlo con sus labios.
Me estremecí, todo mi cuerpo lleno de una corriente que me hacía girar los ojos. —Mierda... ¡Koda!
Chupó más de mi pezón y pecho, alternando entre cada pecho. Continuaba, avivando las llamas de mi deseo antes de que sus labios encontraran los míos y sus besos hambrientos se volvieran desesperados y necesitados.