CAPÍTULO 225
~Punto de vista de Zara~
Las chicas se reunieron de nuevo en el centro del salón en cuanto llamé su atención. La emoción en sus ojos no tenía comparación.
Algunas sostenían atrezo —un libro favorito, una pintura, incluso un objeto simple pero significativo como una concha o una foto familiar. Otras se movían nerviosamente, sus ojos lanzando miradas furtivas hacia la mesa donde Luna Estrella, Aira, Tempestad y yo estábamos sentadas, listas para observar su primer desafío.
Me levanté de mi asiento, la atención de la sala se centró instantáneamente en mí. Mis palmas se sentían ligeramente húmedas, pero aparté esa sensación. Esto no se trataba de mí, se trataba de ellas.
—Muy bien, damas —comencé—, el primer desafío es simple: queremos saber quiénes son. ¿Qué las hace únicas, qué las impulsa y qué las trae aquí hoy? Recuerden, no hay respuestas incorrectas, solo sean ustedes mismas.