CAPÍTULO 217
~Punto de vista de Kaid~
El aroma de Zara se mantenía en el aire, haciéndose más fuerte con cada paso que daba hacia el claro. Mis garras se clavaban en la tierra mientras me movía con cautela, mi lobo gruñendo bajo en mi mente.
Está aquí. Estuvo aquí.
Pero al entrar en el espacio abierto bañado por la luz de la luna, no vi nada. El claro estaba vacío —silencioso, inmóvil y completamente desprovisto de su presencia.
Mi corazón latía con fuerza mientras escaneaba el área, mi mirada aguda barriendo cada sombra, cada parche de hierba. No había movimiento, ningún signo de vida. Solo el débil eco de su aroma se aferraba al aire como una burla.
Mi lobo se revolvía inquieto, paseando en mi mente. —No está aquí, pero estuvo.
—Puedo olerlo, genio —murmuré en voz baja, aumentando mi frustración.