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—Zara, escúchame. Incluso si no puedes sentirme, escucha con tu corazón, mente y alma. Estás en peligro —al escuchar la palabra peligro, mi mente hizo un giro completo de 360 grados y volvió a la noche de mi muerte en mi última vida.
Cómo sentí peligro cuando Clarissa se acercaba. Cómo sentí peligro al golpearme la cabeza y ellos aprovecharon la oportunidad para acabar conmigo.
Cómo sentí el peligro cuando mi vida se escapó por completo y cómo a través de todo, solo el espíritu de mi lobo observó el momento final antes de que naciera.
Solo ella... siempre estuvo allí para mí.
—¿Astrid? —Por fin. Estás volviendo—no pude. Era difícil pensar con claridad de nuevo. Pero entonces Astrid se acercó rápidamente antes de que pudiera perderme.
