CAPÍTULO 130
Snow y yo salimos del coche y mientras Snow me acompañaba a mi habitación, no podía sacudirme el calor que se había asentado en mi pecho.
¿Era esto amor?
Quiero decir, una vez amé a Iván, pero tras su cruel traición, me consideraba sensata con mis sentimientos, pero conocer a Snow demostró que todavía tenía mucho trabajo que hacer en mí misma.
La mansión estaba silenciosa mientras subíamos las escaleras, prueba de que Aira y Tormenta no habían vuelto o incluso si lo habían hecho, dormir sería la mejor opción dado que Tormenta tenía escuela al día siguiente.
Cuando llegamos a mi puerta, él se detuvo, su mirada permaneciendo en mí. —Buenas noches, Zara —dijo, con voz baja.
—Buenas noches, Snow —respondí, viendo cómo se daba la vuelta y se alejaba.
Entré en mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí. La noche había sido inolvidable, y mientras me metía en la cama, mi corazón se sentía lleno de una manera que no había sentido en mucho tiempo.