CAPÍTULO 81
~Punto de vista de Zara~
Mi corazón se saltó un latido y mi mente buscaba una respuesta.
¿Cómo diablos llegó Nieve a esa conclusión?
Podía sentir mi rostro calentándose cada segundo, mi cuerpo me traicionaba con la cercanía entre nosotros y cómo su voz profunda y retumbante parecía impregnarse en mi piel.
—No soy responsable de nada —repliqué, tratando de zafarme de su agarre, pero él me sostuvo fuerte, su pecho vibrando con una risa baja.
—Eso no es lo que dice tu cuerpo —me provocó. Como para demostrar su punto, los dedos de Nieve se deslizaron hacia arriba por mi costado, peligrosamente cerca de mi cintura.
Giré la cabeza bruscamente, lanzándole una mirada feroz por encima del hombro. —Deja de ser ridículo, Nieve.
—Um... —Una sonrisa perezosa se formó en sus hermosos labios, sus ojos medio cerrados, sus labios flotando a solo unas pulgadas de los míos—. ¿Ridículo? Yo diría que esto es bastante real, Zara.