CAPÍTULO 77
~Perspectiva de Tempestad~
El aire se sentía denso a mi alrededor mientras golpeaba al muñeco de entrenamiento con golpe tras golpe, cada uno más fuerte que el anterior. Mis puños dolían, mis músculos ardían, pero no era suficiente. Nada era suficiente para ahogar el torbellino de emociones que me desgarraba.
Koda.
La palabra resonaba en mi cabeza como un cántico amargo, y gruñí, asestando un último golpe feroz que mandó al muñeco hacia atrás.
Mi pecho se movía agitadamente con el esfuerzo, pero mi mente... mi mente aún daba vueltas.
No podía creerlo. De todos los lobos de este maldito mundo, la Diosa de la Luna había decidido atarme a él—casi el amante de Aira, el que había estado suspirando por ella durante años.
Se sentía como una broma cruel, un giro del destino del que no quería formar parte.
El sonido de pasos me hizo pausar, y me giré para ver a Snow acercándose desde el otro lado del campo de entrenamiento.