CAPÍTULO 64
~Punto de vista de Zara~
Nieve me besó, y el resto del mundo pareció desaparecer. Todo lo que podía sentir eran sus labios sobre los míos, sus manos en mi cuerpo, el calor de su piel contra la mía.
El beso se profundizó, y me fundí en él. Mis manos se deslizaron bajo su camisa, recorriendo los duros planos de su pecho, explorando cada centímetro de él.
Nieve gruñó, su mano agarrando mi cintura posesivamente mientras sus besos se volvían más ásperos y exigentes.
Astrid dejó salir su aura con ansias, deseando unirse a Glaciar de una manera en que ningún hombre lo había hecho antes.
Su lengua se deslizó a lo largo de mi labio inferior, y entreabrí los labios, dejándolo entrar. Su sabor era embriagador, y me perdí en todo él.
El beso se volvió desesperado, frenético, como si ninguno de los dos pudiese tener suficiente. Nos aferramos el uno al otro, cuerpos presionados juntos, respiraciones mezclándose.
Fue todo lo que siempre había soñado y más.