CAPÍTULO 62
~Punto de vista de Zara~
La voz de Nieve era cálida y, sin dudarlo, lo seguí colina abajo, tejiendo entre los árboles mientras corríamos juntos, cada vez más rápido, hasta que el mundo se difuminaba a nuestro alrededor.
Nos detuvimos en una parte aislada del bosque, lejos de la casa de la manada y del terreno de apareamiento de los demás.
Nieve se transformó de nuevo en su forma humana y yo hice lo mismo. Pero en el momento en que levanté la vista y nuestros ojos se encontraron, me di cuenta—ambos estábamos completamente desnudos.
Por un segundo, mi cuerpo se congeló, el calor me inundaba. Mis hormonas se dispararon, cada parte de mí hormigueando con un tirón innegable. Instintivamente, cubrí mis pechos con un brazo y coloqué mi otra mano sobre mi entrepierna, dándome vuelta rápidamente.
—¡Ahh, no mires! —grité, mortificada.
Nieve soltó una risa suave, su voz burlona. —¿Cómo no voy a hacerlo cuando la mujer más hermosa que he visto está desnuda frente a mí?