CAPÍTULO 58
~Punto de vista de Zara~
No pude evitar soltar una risita al pensar cómo había engañado a Tormenta para que huyera de las burlas de Nieve más temprano.
Esa sonrisa burlona suya—me hacía cosas, cosas que no podía explicar del todo. Pero ahora, de pie sola en el lujoso dormitorio, la idea de borrar esa maldita grabación que Nieve tenía de mí susurrando cosas que no debía, se había arraigado.
—¡Espera! —dije en voz alta para mí misma, caminando de un lado a otro—. ¿Qué tal si borro ese vergonzoso video antes de que lo use en mi contra?
Me dirigí a la habitación de Nieve, pensando que tal vez había dejado su teléfono desatendido en algún sitio. Al entrar, él no estaba por ningún lado. Oí el sonido lejano de agua corriendo. Nieve estaba en el baño, por supuesto.
Momento perfecto.
Inmediatamente, mis ojos escanearon la habitación. Ningún teléfono sobre la cómoda, la mesita de noche—nada.