Isobel
—Luis no mentía, este hombre realmente es un idiota —pensó Isobel mientras se sentaba en una silla y estaba medio dormido roncando ruidosamente—. Pan comido —Isobel rodó los ojos.
—Ella salió del coche y abrió el baúl para agarrar una barra de acero —Al menos sirve para algo —pensó Isobel con una sonrisa mientras se dirigía hacia el hombre durmiente en la silla y conectaba la barra con su cabeza.
Con un gruñido, cayó al suelo antes de perder el conocimiento —Eso servirá —Se encogió de hombros y le robó las llaves del garaje de sus bolsillos—. ¿Esposas también? —Se rió mientras lo esposaba a la silla y lanzaba la llave.
—Abrió la puerta del garaje y entró, con la barra de acero todavía en sus manos —Planeaba rescatar a Beau para poder salir de allí lo antes posible, pero por si acaso, vino preparada.