—¿Qué eres qué? —Cristian soltó una risita incrédula y miró a Lucio, esperando que dijera que todo era una broma, pero no lo era.
Lucio observaba las reacciones en el rostro de sus hijos y tomó una respiración profunda—. Estoy enfermo... me estoy muriendo —repitió.
—Cáncer de pulmón en etapa cuatro... me estoy muriendo —habló una vez más, mirando directamente a los ojos de Cristian—. No-no entiendo —tartamudeó.
Lucio tomó una respiración profunda y miró la expresión dolorida de Gio antes de girar su cabeza hacia Enzo.
—Que ustedes no se lleven bien ya es suficiente para matarme... pero no quiero irme así —elevó su voz hacia Enzo, quien tenía lágrimas corriendo por su rostro.
—¿Por qué nos dirías esto justo ahora? —habló Gio mientras Cristian sentía como si su propia vida hubiera terminado al escuchar la noticia—. ¿No puedes recibir tratamiento? —tartamudeó mientras Lucio negaba con la cabeza—. No puedo.