—¿Podrías dejar de temblar? Estás poniendo nervioso a todo el mundo —Gio posó su mano sobre el hombro de su hermano.
Cristian no había cerrado el ojo y visitó a Lucio inmediatamente para contarle lo que estaba pasando. —De alguna manera no he recibido mi invitación, pero aquí tienes tu regalo -Fabio —leyó Lucio en voz alta.
—Decidimos seguir adelante con la revelación del sexo del bebé para mostrar que no nos sentimos amenazados, ¿y él hace esto? —gruñó Lucio.
—Papá, lograron acercarse mucho a Serena y al bebé —Cristian se sentía como si hubiera fallado a Serena. Hacía todo lo posible por protegerla y aún así...
—Por eso te dije que no lo provocaras, pero nunca escuchas, nunca lo haces —enfatizó Lucio. Él sabía mejor que nadie cómo era Fabio y también se esforzaba al máximo por proteger a Cristian, ya que había estado llevando su propia carga y la mantenía en secreto de sus hijos.