—¿El comentario de Luca? ¿Qué pasa con eso? —se rió Cristian.
—El comentario sobre tu papá y tu tío, parecía molestarte —intenté aclarar su mente. Se quedó callado por unos segundos antes de comenzar a hablar.
—No hay mucho que decir: el abuelo debía dejarle todo el imperio a mi tío, su hijo mayor, pero en cambio se lo dio a mi papá. Claramente tocó un nervio en algunos de mis primos —explicó Christian—. ¿Cuántos años tenías cuando eso pasó?
Christian tenía una expresión molesta en su rostro como si tratara de salir de esta conversación. —Tenía seis, así que no recuerdo mucho, pero recuerdo cómo todos cambiaron cuando mi abuelo se retiró.
—¿Cómo así? —pregunté.
—La gente empezó a tratarnos diferente, nos mudamos a una casa más grande, empezamos a vivir más aislados. Mi papá se volvió una persona fría.
—¿Y Luca?