Cristian
—¡Adelante! —llamó Cristian después de escuchar varios golpes en la puerta. Beau entró en la oficina con el mismo sobre de ayer en las manos y lo lanzó sobre la mesa.
—Sé que dijiste que te encargarías de ello, pero lo intenté de nuevo hoy, y ella sigue sin abrir la puerta —dijo Beau, refiriéndose a Gina—. Raro —comentó Cristian—. ¿Tal vez está de vacaciones? No tengo idea.
—Tal vez —Beau estuvo de acuerdo—. ¿Sabes qué está haciendo Serena? —preguntó Cristian, avergonzado. Se sintió estúpido por preguntarle a Beau sobre su paradero, pero no tenía otra opción—. Ella no responde mis llamadas y
—Oh, no —Beau sonrió—. No te preocupes. No es nada personal. Ella tampoco respondió las mías, así que llamé a Carmen, y me dijo que están empacando sus cosas.
Esas palabras le dieron a Cristian un respiro y la tranquilidad que necesitaba. Todo seguía estando bien, y ella volvería pronto.