Qin Hao vio su respuesta y no pudo evitar reírse; la chica seguía siendo tan adorable como siempre.
Pensó por un momento y respondió —Es cierto que eres hermosa, y sí, me gustas, pero ¿no es un poco prematuro hablar de dormir juntos? ¿O estás tratando de insinuar algo, esperando que te invite a salir?
Al ver esto, las mejillas de Xia Qing se sonrojaron —Bah, no pensé eso para nada.
Qin Hao —Eso está bien, si lo hicieras, mejor aplástalo de inmediato, ya que no soy tan fácil.
Xia Qing, curiosa, preguntó —¿Tío? ¿Cuántos años tienes?
Qin Hao —¿Por qué te preocupa tanto mi edad? No será que realmente sientes algo por mí, ¿o sí?
Xia Qing rodó los ojos —¡Presumido!
Los labios de Qin Hao se curvaron en sonrisa, su tono ahora completamente diferente al habitual.
Xia Qing probablemente nunca adivinaría su verdadera identidad, y eso era suficiente.