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—Esta es actualmente tu tarea más importante, acepta negocios de la compañía si hay disponibles, y no te preocupes si no hay ninguno —dijo Qin Hao—. No me falta esa pequeña cantidad de dinero. Quiero un grupo de élites, un grupo que obedezca órdenes.
Li Bao presintió que algo no estaba bien, pero no preguntó más.
Colgó el teléfono.
—¿Era el teléfono de Li Bao? ¿Era la persona que conocí originalmente en el hospital? —preguntó Du Wanrou con curiosidad.
Qin Hao asintió, había resultado herido y terminó en el hospital para proteger a Du Wanrou originalmente. Tanto Li Bao como Kang Youyi habían estado allí, y Du Wanrou los había visto una vez.
—¿Qué quería de ti?
—Ha empezado una compañía de seguridad, y yo invertí algo de dinero en ella, así que es como si también fuera mi compañía —dijo Qin Hao con una sonrisa.
—Eso está bien, había escuchado de mi papá antes que él estaba involucrado en el bajo mundo —comentó Du Wanrou.
