—Oh, eres tú, Wang Jun. ¿Qué necesitas? —Una voz de hombre de mediana edad llegó desde el otro lado.
—Enseñarle una lección a dos personas —dijo Wang Jun.
—¿A qué personas? —preguntó el Segundo Maestro.
—Estudiantes de la Universidad de Jianghai, un hombre y una mujer, uno en el campus principal y el otro en el campus este —respondió Wang Jun.
—¿Tienes su información?
—Ya lo averigüé. Ambos son de fuera de la ciudad y no tienen antecedentes —informó Wang Jun.
El había investigado el entorno familiar de Qin Hao, una familia ordinaria, razón por la cual él era tan temerario.
—Bien, envíame la información más tarde, y tendrás a alguien que se ocupe de eso en los próximos dos días —rió el Segundo Maestro y dijo.
Después de colgar el teléfono, una sonrisa astuta apareció en el rostro de Wang Jun.
El Segundo Maestro en el teléfono era una figura conocida del mundo criminal en Ciudad de Jianghai, a quien había conocido por casualidad.
