—Necesito un ambiente tranquilo para el tratamiento —dijo Qin Hao echando un vistazo a Zhou Zhen, Song Cai y los demás—. Srta. Zhou, ¿podría esperar afuera un rato?
—Claro, estaremos justo afuera si nos necesita —respondió Zhou Zhen.
Zhou Zhen y los demás salieron y luego cerraron la puerta detrás de ellos.
—Srta. Chang, voy a comenzar el tratamiento ahora —dijo Qin Hao mirando a Chang Jing en la cama.
—Um, Señor Qin, por favor proceda —respondió Chang Jing con tono apático.
—Srta. Chang, necesito despejar su cabello. ¿Está bien? —preguntó Qin Hao arrodillándose sobre una rodilla a su lado y tomando una respiración profunda.
Chang Jing era muy hermosa, y también poseía un temperamento especial. Él temía que sus movimientos inadvertidos pudieran ofender a Chang Jing, así que era muy cuidadoso. Como si imaginara su expresión contenida, Chang Jing sonrió y dijo:
—Señor Qin, no sea demasiado formal. Tráteme como lo haría normalmente.