—¿De qué están hablando? —preguntó Du Wanrou con curiosidad.
—Siéntate, papá te lo explicará despacio —dijo Du Hongfeng con una sonrisa.
Du Wanrou se sentó de nuevo en el sofá.
—Xiao Rou, lo que papá hizo hace un momento estuvo mal, pero todo fue por tu bien. Ya lo he pensado bien. Ya no me opondré a ti y Qin Hao, pero tu mamá y yo necesitamos conocerlo y asegurarnos de que todo esté bien para ti —comenzó Du Hongfeng.
—Ahorita no quiero verlo —pensó Du Wanrou al recordar esas fotos, y su mente no podía dejar de divagar.